DICEN QUE YA NOS PROTEGEN
Reza el refranero, tan de nuestras tierras de Castilla y León, que rectificar es de sabios. Este humilde columnista, aunque es muy de aquí, no es, ni tan sabio, ni tan buena persona como nuestros lectores y, por ello, no cree que siempre rectificar sea síntoma de sapiencia o lucidez. Lo ideal sería no tener que rectificar, ni dimitir, pero eso no es sino el estado idílico de las cosas, aquello a lo que siempre hay que tender pero nunca llegar.
Perdón por esta digresión aunque supongo que ya habrán adivinado que esto nos conduce, un artículo más, a la pedrada del Plan Roca, ese que consistía en luchar contra los robos en el campo pero excluía a la Comunidad con más campo, aunque podamos admitir que con menores índices de delincuencia. Con lo fácil que hubiese sido hacer bien las cosas desde primer momento.
El caso es que, al final, Castilla y León, como no podía ser de otra manera, ha sido incluida en un dispositivo que consiste, hectárea arriba, hectárea abajo, en hacer visible la presencia de la Guardia Civil en los campos de cultivo, en los caminos rurales y en las pistas forestales. No me cabe la menor duda, y supongo que a quienes están un poco al cabo de la calle de las cosas de la política regional tampoco, que los ministros responsables de la exclusión (Arias Cañete, en Agricultura, y Fernández Díaz, en Interior) han cambiado de postura no por inspiración divina, por mucho que el segundo (el primero lo desconozco) sea un católico practicante, cosa que, por otra parte, respeto y hasta aplaudo.
Supongo, y creo no equivocarme, que en el cambio de actitud mucho ha tenido que ver el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, un hombre de pueblo, en el mejor sentido de la expresión, que es el único que tal frase puede tener. Ruiz Medrano, un político no al uso, es sencillo y discreto pero no por ello deja de tener su influencia, y grande, se lo digo yo, en instancias gubernamentales superiores a las de los ministros antecitados.
Otras cosa es que luego el aumento de efectivos sea o no sea tal. El PSOE, a través del senador autonómico García del Blanco, se ha apresurado a significar que, en realidad, estamos ante un “movimiento de efectivos” sin aumentar su número. Pues igual es cierto pero si con ello conseguimos que agentes que se encuentran en tareas menos útiles, es decir, las ‘hurtorecaudatorias’, retornan a hacer el bien, pues bendito sea Dios.
Ya se siente uno más protegido.
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