Una Oscars muy difíciles

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Como avisábamos ya en la entrada anterior de este blog, vamos a hablar de la próxima entrega de los premios Oscar, que se celebrará en Los Ángeles el 2 de marzo y que mantendrá a muchos cinéfilos despiertos durante la madrugada del domingo al lunes en España.

Este año estamos ante una de esas galas en las que será difícil apostar a caballo ganador. Para empezar, el que haya nueve películas nominadas para el premio a la mejor del año ya abre mucho las posibilidades y reduce nuestra capacidad de acierto o predicción. Ha sido un año de buen cine estadounidense y estos tres primeros meses nos mantiene agarrados a la butaca del cine. Las candidatas se estrenaron todas en 2013 en Estados Unidos y algunas ni siquiera han llegado aquí hasta hace unos días o aún no se han estrenado.

En esta ocasión la temática es muy variada. No podemos encontrar un nudo del que tirar para componer una línea argumental más o menos ordenada. Tenemos acción, drama, películas futuristas, películas más intimistas, etc. Lo que sí que podemos ver es que hay una ausencia del género cómico, salvo algunos gags de Nebraska o El lobo de Wall Street, que al ser una película de tres horas, desborda todo lo que se pueda decir de ella.

La gran estafa americana (David O. Russell). Estamos ante una de las grandes candidatas a obtener muchos premios. La historia cuenta la vida de uno de los mayores estafadores de Estados Unidos, encarnada por un irreconocible Christian Bale y la relación con su ayudante, una Amy Adams con vestidos de vértigo, que deslumbra por su belleza e inteligencia. Aparece en escena un tercer actor, Bradley Cooper, quien ejerce de policía del FBI y que meterá a esta pareja en un fenomenal embrollo para destapar una trama de corrupción política y mafiosa en la Nueva Jersey de los futuros casinos. Entre ellos se establece un magistral triángulo con constantes juegos, idas y venidas, traiciones, etc. La película posee una banda sonora potente, muy de la época -años 70- y un vestuario lleno de pantalones campana y cuellos largos de camisa. Es muy original y cuenta con el cameo de Robert de Niro.

Capitán Phillips (Paul Greengrass). Tom Hanks se ha mostrado como un actor solvente y todoterreno y en esta cinta nos vuelve a sorprender con una vuelta de tuerca más, poniéndose a las órdenes de Greengrass para interpretar un papel de acción, el del capitán Phillips, quien es secuestrado a bordo de su buque junto a las costas de Somalia. La película posee un ritmo trepidante y es de esas que le mantienen a uno en constante tensión. Hay una actuación muy destacada, la de Barkhad Abdi, quien interpreta a uno de los piratas somalíes que secuestra el barco de Tom Hanks. Si queréis pasar un buen rato de emoción y aventura, esta es la mejor elección.

Dallas Buyers Club (Jean-Marc Vallée). Esta es una de las películas quizá más difíciles para el gran público. Es dura y posee unas actuaciones de esas que suelen gustar a los académicos a la hora de premiar la labor actoral. Matthew McConaughey y Jared Leto se nos presentan con grandes pérdidas de peso y con una apariencia totalmente devastada. Uno hace de cowboy con la enfermedad del SIDA muy avanzada y el otro, Jared Leto, como un transexual de aspecto muy raro. No os podemos contar mucho más porque en España, lamentablemente no llegará hasta el 21 de marzo.

Gravity (Alfonso Cuarón). Esta cinta es una de las más rodadas por las salas de cine españolas. Se estrenó en octubre de 2013 y se convirtió en seguida en una de las más visionadas en las sesiones de 3D. Es una historia de vértigo, donde se narra la odisea de una astronauta (Sandra Bullock), que se ve sorprendida junto a su compañero de travesía (George Clooney) por un choque de basura espacial mientras reparan uno de los satélites en el exterior de su nave. Ahí comienza una hora totalmente agónica, donde veremos a una Bullock muy metida en el papel de la doctora Stone tratando de salvar su vida y regresar a la Tierra; una interpretación a la vez emotiva y enérgica, con un final de gran belleza. 

Her (Spike Jonze). Otra de las rarezas que se han colado en estas nominaciones y que se estrena el 21 de febrero en España. Una película de toques futuristas, donde se cuenta la relación amorosa que va surgiendo entre un escritor (interpretado por Joaquin Phoenix) y un sistema operativo de Inteligencia Artificial. Esta película -que convendría ver en versión original, ya que cuenta con la interpretación de Scarlett Johansson como la voz del sistema operativo- reflexiona sobre la relación cada vez más próxima entre el hombre y la máquina. Cinta muy curiosa y que se deja ver muy bien.

Nebraska (Alexander Payne). Decíamos que este año los Oscars han prescindido de la comedia y quizá Nebraska tenga un poco de comedia, pero siempre subyace en el fondo de ella un poco de melodrama, unos tintes trágicos que Bruce Dern, su actor principal, lleva con maestría en ese papel de viejo demente que emprende un alocado viaje hacia Nebraska, para recoger un “supuesto” premio de un millón de dólares junto a su hijo. Una “road movie” rodada en blanco y negro, donde Payne brilla dentro de la sencillez y la honradez de la historia que nos cuenta.

Philomena (Stephen Frears).Esta película llegará a finales de febrero a nuestras carteleras. Es seguramente la más desconocida de esta terna de nominados. En ella se narra la historia de una madre irlandesa que después de 50 años, se decide a buscar a un hijo al que le robaron en un hospital de monjas. El tema, tan de moda en España, está tratado con objetividad y hay que destacar la labor actoral de una Judi Dench poderosa, brillante y sobre la que descansa el mayor peso de la película.

12 años de esclavitud (Steve McQueen). Una maravilla de película, una narración histórica que nos lleva a los años de la esclavitud. Dura, muy dura. También emocionante. En ella se nos narra la peregrinación accidental de un músico negro -Chiwetel Eijiofor- a quien apresan como esclavo y quien será trasladado a las tierras sureñas para recoger algodón y trabajar en las fincas de varios amos. Uno de esos amos o capataces será el que interpreta Michael Fassbender, quien hace un papel de hombre atormentado, casi demente, magnífico se mire por donde se mire. La fotografía es espectacular y la historia es de esas que te agarra el corazón y le da un pellizco.

El lobo de Wall Street (Martin Scorsese). Esta es la película más larga y brutal de cuantas han sido nominadas. Scorsese ha vuelto a hacerlo, una cinta vertiginosa, entretenida, con sus excesos propios del personaje del que se habla. La historia de un multimillonario corredor de bolsa que interpreta Leonardo DiCaprio con maestría, la historia de todos los excesos sexuales, de drogas, de lujo de un grupo de especuladores sin corazón. Un relato de esos personajes sin víscera alguna que nos han llevado a esta crisis mundial y que se basa en una biografía real, la de Jordan Belfort. Scorsese está más en forma que nunca y demuestra que es un genio vivo de este noble séptimo arte.

Blog de Alejandro García San José

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