La Unió Llauradora i Ramadera (LA UNIÓ) ha instado hoy a la Generalitat Valenciana a aprobar de forma inmediata un paquete de ayudas urgentes y un plan de medidas específico para paliar los devastadores efectos de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que recientemente azotó a la Comunidad Valenciana, especialmente en zonas agrícolas de Valencia y Castellón. Este paquete debería, según la organización agraria, complementar al ya aprobado por el Gobierno de España, el cual ha destinado 175 millones de euros para la recuperación de infraestructuras afectadas.
Ayudas directas y presupuesto necesario para la recuperación
Ante la magnitud de los daños provocados por la DANA, LA UNIÓ ha subrayado la importancia de una rápida respuesta para evitar que las pérdidas sufridas afecten permanentemente la producción y la sostenibilidad económica del sector agrario valenciano. En este sentido, ha pedido a la Generalitat que apruebe, sin más dilaciones, las bases reguladoras que permitirán ofrecer ayudas directas financiadas con fondos propios. Estas ayudas estarían destinadas específicamente a los titulares de explotaciones agrícolas y ganaderas que hayan visto destruida su capacidad productiva a causa de la catástrofe.
Desde LA UNIÓ, se estima que las pérdidas estructurales provocadas por la DANA ascienden a más de 511 millones de euros, cifra provisional que podría incrementarse en las próximas evaluaciones. La organización ha hecho un llamado urgente para que la Conselleria de Agricultura asigne una partida presupuestaria considerablemente mayor que los 20 millones anunciados hasta el momento, los cuales consideran “totalmente insuficientes”. Según LA UNIÓ, se necesita una inversión mucho más elevada para hacer frente a las necesidades reales del sector y complementar de manera efectiva el presupuesto estatal de 175 millones de euros.
La organización ha destacado que los daños más graves afectan a las infraestructuras agrícolas esenciales para la operatividad del campo, tales como caminos rurales, márgenes y sistemas de riego. Estos destrozos dificultan el acceso a las explotaciones y ralentizan las tareas de adecuación y recuperación productiva, fundamentales para que los agricultores puedan retomar sus actividades. Los daños se extienden a propiedades comunales y privadas, afectando tanto a las parcelas de cultivo como a los caminos y accesos. Entre los destrozos más frecuentes se encuentran:
- Destrucción de caminos rurales y márgenes: Muchos caminos que permiten el acceso a las parcelas están intransitables, afectando gravemente la movilidad en las zonas afectadas.
- Daños en sistemas de riego y muros de contención: Las intensas lluvias rompieron acequias y destruyeron instalaciones de riego, necesarias para el cultivo.
- Pérdida de infraestructuras y equipos agrícolas: Casetas de aperos, maquinaria, invernaderos y espalderas han sufrido serios daños o han quedado totalmente inservibles.
- Arrastre de plantaciones y erosión del suelo: Las lluvias torrenciales arrasaron con muchas plantaciones, y el desplazamiento de sedimentos ha provocado el aterramiento de numerosos campos y caminos, complicando las tareas de limpieza y recuperación.
Estos daños afectan de manera directa a la capacidad productiva del sector, especialmente en cultivos clave para la economía valenciana, como los cítricos, caquis, hortalizas, viveros y plantas ornamentales, así como, en menor medida, el viñedo. Según los datos preliminares de LA UNIÓ, las pérdidas en estos cultivos específicos podrían superar los 300 millones de euros, lo que representa un golpe significativo para la economía agraria de la región.
Solicitudes adicionales de LA UNIÓ: inclusión de municipios afectados de Castellón
Uno de los aspectos más preocupantes para LA UNIÓ es que las medidas y ayudas anunciadas hasta el momento por el Gobierno de España no incluyen a varios municipios de la provincia de Castellón que también resultaron afectados por las lluvias torrenciales. Por ello, la organización ha instado a la Generalitat a que incluya a estos municipios en su plan de apoyo, atendiendo a la urgencia de los daños sufridos y la situación de vulnerabilidad que enfrentan los agricultores de esta zona.
LA UNIÓ recuerda que el pasado 8 de noviembre trasladó formalmente esta petición al Consell, solicitando que se tengan en cuenta las necesidades de los agricultores de Castellón, quienes, sin un apoyo adecuado, corren el riesgo de perder su capacidad productiva durante el próximo ciclo agrícola.
Además de las ayudas directas y el apoyo económico, LA UNIÓ ha solicitado a la Conselleria de Agricultura medidas prácticas que faciliten la recuperación de los cultivos y prevengan posibles enfermedades. Entre las propuestas destaca el reparto gratuito de fungicidas, ante la necesidad de proteger los cultivos que se encuentran en riesgo debido al exceso de humedad, especialmente en los árboles frutales. LA UNIÓ sugiere que los agricultores puedan adquirir el fungicida de inmediato y presentar las facturas correspondientes para su reembolso, lo cual permitiría agilizar el proceso y proteger los cultivos de manera oportuna.
Asimismo, debido a la pérdida de maquinaria agrícola, la organización ha conseguido que el Gobierno de España apruebe una ayuda de 10 millones de euros para los afectados. Sin embargo, dado que este apoyo aún no está disponible hasta su desarrollo en una orden ministerial, LA UNIÓ ha solicitado que la Conselleria de Agricultura ofrezca un servicio temporal de trabajos agrarios. Este servicio proporcionaría maquinaria y asistencia a los agricultores que han perdido sus equipos, permitiéndoles llevar a cabo las tareas de recuperación y preparar sus tierras para el próximo ciclo de siembra.
Como parte de la estrategia para afrontar las consecuencias de la DANA, LA UNIÓ también ha planteado la necesidad de implementar un plan de reconversión para aquellos cultivos que han sufrido daños irreparables, como los cítricos y el caqui. Este plan implicaría la replantación de especies que han perdido sus arbolados y la sustitución de aquellas variedades que, debido a las alteraciones climáticas, se encuentran en una situación vulnerable.
Para hacer frente a la magnitud de las pérdidas, la organización agraria subraya la importancia de que la Generalitat actúe con rapidez y con una visión a largo plazo, invirtiendo en medidas que no solo ayuden a restaurar el estado actual de las explotaciones, sino que también fortalezcan la resiliencia del sector agrario valenciano ante futuros eventos climáticos extremos.
En su comunicado, LA UNIÓ concluye que la Generalitat debe responder con un compromiso firme y una inversión suficiente para que el sector agrario valenciano pueda superar esta crisis y seguir siendo un pilar de la economía regional. Además, recalca que la cantidad destinada a la reposición de caminos rurales es “insuficiente y ridícula” y destaca que la Conselleria de Agricultura debería contribuir con una partida significativamente mayor.
LA UNIÓ Llauradora i Ramadera reitera que la recuperación del sector agrario requiere de un esfuerzo coordinado y eficaz por parte de las administraciones autonómicas y nacionales. Por ello, exhorta a la Generalitat a poner en marcha cuanto antes las bases reguladoras de las ayudas directas y a reforzar el presupuesto de apoyo para cubrir las necesidades urgentes del sector.