Los productores de almendra en las provincias de Granada y Almería enfrentan una crisis sin precedentes debido a una plaga de avispilla que está devastando los cultivos y amenaza con extenderse rápidamente. UPA Andalucía, la organización que representa a los agricultores de la región, ha alzado la voz para exigir medidas urgentes que mitiguen los daños y eviten pérdidas económicas catastróficas para los productores.
La situación es especialmente grave en los municipios granadinos de Orce, Cúllar y Galera, donde la plaga ha tomado un auge preocupante. La avispilla, un insecto que deposita sus larvas en el interior de las almendras, las convierte en “momia” y las deja inservibles para su comercialización. La preocupación es creciente, ya que se teme que la plaga se extienda a las cercanas localidades almerienses, lo que podría agravar aún más la situación de los agricultores.
Una solución inviable para la avispilla
En una reciente reunión celebrada en Orce, la Junta de Andalucía propuso a los agricultores afectados la recolección manual de las almendras dañadas, una vez que el fruto ha sido vibrado y derribado al suelo. Sin embargo, UPA Andalucía ha calificado esta medida de inviable desde el punto de vista económico. “Es una medida preventiva necesaria, pero que no podemos asumir. Separar manualmente las almendras afectadas incrementaría significativamente los costes de producción, lo que sería inasumible para los agricultores,” señala la organización en un comunicado.
Nicolás Chica, secretario general de UPA Granada, ha explicado que “las almendras afectadas por la avispilla quedan aborregadas, como momias, y contienen larvas que luego se convertirán en avispillas. Estas almendras son difíciles de desprender con los vibradores y, una vez recolectadas, deben ser eliminadas manualmente para evitar que la plaga se propague. Pero nadie se ha detenido a calcular el esfuerzo económico que esto supone para los agricultores. Es inviable. Necesitamos soluciones que incluyan un buen asesoramiento en campo, no desde un despacho, y si no tenemos más remedio que seguir este procedimiento, deben contemplarse indemnizaciones para cubrir los costes adicionales”.
En la vecina provincia de Almería, donde la plaga aún no ha hecho acto de presencia de manera significativa, la preocupación es palpable. La secretaria general de UPA Almería y responsable de la Sectorial de Frutos Secos de UPA, Francisca Iglesias, ha expresado su inquietud ante la posibilidad de que la avispilla cruce la frontera provincial. “En Almería, estamos a solo 40 kilómetros de las comarcas granadinas más afectadas. Sabemos que la plaga se propaga con rapidez, y que la avispilla vuela, por lo que es solo cuestión de tiempo que llegue a nuestros almendros”, advierte Iglesias.
Para prevenir esta expansión, UPA Almería ha recomendado a los agricultores extremar las precauciones con la maquinaria que entra en sus explotaciones, asegurándose de que esté completamente limpia y libre de restos de almendras afectadas. “Es fundamental que la Junta de Andalucía actúe con rapidez para frenar el avance de esta plaga, de lo contrario, los daños podrían ser irreparables”, añadió.
Ante la gravedad de la situación, UPA Andalucía ha elevado su voz para exigir un paquete de medidas contundentes y eficaces que ayuden a mitigar los efectos devastadores de la plaga. La organización insiste en la necesidad de contar con un asesoramiento técnico a pie de campo, que permita a los agricultores implementar las medidas necesarias para combatir la avispilla de manera efectiva.
Además, UPA Andalucía demanda la puesta en marcha de indemnizaciones que compensen a los agricultores por los costes adicionales derivados de la recolección y eliminación manual de las almendras afectadas. “Las almendras dañadas por la avispilla no pueden salir al mercado, y muchas comercializadoras ya están poniendo en cuarentena todos los frutos que provienen de explotaciones donde se ha detectado la plaga. Esto supone un perjuicio económico directo para los agricultores, que ya están viendo cómo sus ingresos se reducen drásticamente”, afirma la organización.
El impacto de esta plaga en las provincias de Granada y Almería podría tener repercusiones muy serias para la economía local, especialmente en las zonas rurales donde la producción de almendra es un pilar fundamental. “La cosecha de este año se va a resentir considerablemente, y eso afectará no solo a los agricultores, sino también a los pueblos donde la producción de almendra es una parte vital de la economía”, lamenta UPA Andalucía.
UPA Andalucía insta a la Junta de Andalucía a ser consciente de la magnitud del problema y a tomar decisiones que estén a la altura de la crisis que enfrentan los productores. “Nos preocupa que, ahora mismo, las decisiones que se están tomando no correspondan al alcance real de este problema. Necesitamos medidas efectivas que vayan en consonancia con los daños que está causando”, advierte la organización.
La plaga de avispilla en los almendros de Granada y Almería es un problema que no puede ser ignorado, y que requiere de una respuesta inmediata y coordinada por parte de las autoridades. Los agricultores andaluces, que ya enfrentan desafíos significativos como los bajos precios en origen y la falta de ayudas en el sector ecológico, no pueden permitirse afrontar esta nueva crisis sin el apoyo necesario.
UPA Andalucía continuará trabajando para que se implementen las medidas necesarias y para que los agricultores afectados reciban el respaldo que necesitan en este momento crítico. La organización confía en que, con un esfuerzo conjunto entre agricultores y autoridades, se pueda controlar la plaga y minimizar sus efectos devastadores, asegurando así la sostenibilidad de un sector que es clave para la economía andaluza.
