Las organizaciones agrarias de Ávila se han unido en una petición urgente dirigida al delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, para que el Gobierno central implemente medidas extraordinarias que ayuden a los cerealistas de secano de la provincia. Este llamado surge como respuesta a la grave situación económica que enfrentan los agricultores, después de varias campañas con cosechas desfavorables y un incremento alarmante en los costes de producción.
La situación en la provincia de Ávila no solo afecta a los agricultores de cereal, sino también a toda una cadena de valor que depende de este sector, con un impacto directo en la economía rural. Esta solicitud de apoyo ha sido presentada por tres de las principales Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas) de la región: UCCL, ASAJA y ALIANZA UPA-COAG.
Una Cosecha Desastrosa y una Crisis Económica Agravada
La cosecha de cereal en Ávila: datos alarmantes
La cosecha de cereal de secano en Ávila ha sido una de las peores registradas en los últimos años. Las cifras de producción apenas han alcanzado los 1.500 kilos por hectárea, lo cual representa un rendimiento excepcionalmente bajo en comparación con campañas anteriores. Además, es la tercera campaña consecutiva en la que la cosecha de cereal ha sido particularmente deficiente. La combinación de una producción baja y precios del cereal en caída ha creado una situación insostenible para los agricultores abulenses.
Costes de producción al alza y precios a la baja
A la mala cosecha se suma el incremento desmesurado de los costes de producción. Las organizaciones agrarias denuncian que el aumento en los precios de insumos esenciales, como fertilizantes, gasóleo agrícola y maquinaria, ha disparado los costos operativos, mientras que los precios de venta del cereal se mantienen muy por debajo de los niveles rentables. Esta diferencia entre los costos de producción y el precio de mercado ha dejado a muchos cerealistas en una posición económica precaria.
Medidas Extraordinarias Propuestas por las Opas de Ávila
Propuestas para aliviar la carga fiscal y financiera de los agricultores
Las organizaciones agrarias UCCL, ASAJA y ALIANZA UPA-COAG han solicitado al Gobierno central una serie de medidas destinadas a aliviar la carga económica que afecta a los agricultores de cereal de secano. Entre estas propuestas destacan:
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IRN cero para cereales y leguminosas en el IRPF del 2024: Esto implicaría la eliminación del índice de rendimiento neto (IRN) para el cálculo del IRPF, reduciendo la carga fiscal de los agricultores.
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Ayudas directas a los agricultores profesionales: Estas ayudas estarían destinadas exclusivamente a agricultores profesionales que coticen a la Seguridad Social en la actividad agraria, con el fin de asegurar que quienes dependen de la agricultura como su principal actividad económica puedan contar con apoyo directo.
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Exención de cuotas de la Seguridad Social durante 12 meses: Con el fin de aliviar la carga de los costes laborales y de cotización, las Opas solicitan una exención de las cuotas de la Seguridad Social durante un año para los cerealistas afectados por la crisis.
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Devolución del IBI rústico del 2024: Otra medida fiscal solicitada es la devolución del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de fincas rústicas para el año en curso, lo cual permitiría a los agricultores destinar estos fondos al sostenimiento de sus explotaciones.
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Préstamos oficiales a interés cero: Finalmente, proponen la puesta en marcha de préstamos oficiales a tipo de interés cero con un amplio periodo de carencia y subvención del principal para agricultores profesionales. Este tipo de financiación permitiría a los cerealistas solventar los problemas de liquidez que enfrentan actualmente.
La Importancia de Estas Medidas para la Sostenibilidad del Sector Agrario
Ávila, una provincia vulnerable a las fluctuaciones agrícolas
La situación de Ávila y otras provincias limítrofes ha sido especialmente delicada debido a una combinación de factores: un clima cada vez menos predecible y la falta de apoyo estructural al sector agrícola. En los últimos tres años, las campañas de cereal han sido desastrosas, y este patrón parece haber llegado a un punto crítico. La necesidad de medidas de apoyo extraordinarias se hace cada vez más evidente, ya que, sin ellas, muchas explotaciones agrícolas están en riesgo de cerrar definitivamente.
Efectos en la economía local y rural
La crisis de los cerealistas no solo afecta a los propios agricultores, sino que tiene un impacto directo en la economía rural de Ávila. La agricultura de cereal es una actividad clave para muchas localidades, y su crisis amenaza con provocar un éxodo rural aún mayor si las explotaciones no pueden mantenerse activas. Además, la falta de producción suficiente repercute en otros sectores, como la ganadería y la agroindustria, que dependen del cereal como insumo básico.
Compromiso y Colaboración con las Autoridades Regionales
Respaldo del delegado del Gobierno en Castilla y León
Tras la reunión celebrada en Valladolid, las organizaciones agrarias se mostraron satisfechas con la predisposición del delegado del Gobierno, Nicanor Sen, quien se comprometió a transmitir sus demandas al Ejecutivo nacional. Este tipo de reuniones refuerza el compromiso institucional hacia los sectores productivos que enfrentan situaciones adversas y brinda una vía de comunicación para que los representantes del Gobierno comprendan de primera mano las necesidades de las comunidades agrícolas.
Espera de una respuesta de la Junta de Castilla y León
Además de la solicitud realizada al Gobierno central, las organizaciones agrarias han solicitado también una reunión con la Consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y León. Consideran esencial que tanto el Gobierno nacional como el regional coordinen sus esfuerzos para implementar medidas conjuntas que aborden la crisis en el sector de forma efectiva. La colaboración entre instituciones puede marcar una diferencia importante en la supervivencia de muchas explotaciones agrícolas.
Conclusión
La situación de los cerealistas en Ávila es un claro ejemplo de la crisis que enfrenta el sector agrícola en España. Con unas cosechas cada vez menos productivas y unos costes de producción disparados, los agricultores se ven obligados a exigir medidas extraordinarias que les permitan continuar con su actividad y contribuir al desarrollo económico rural. La respuesta del Gobierno a estas demandas será crucial para determinar el futuro del sector en la provincia y garantizar que las generaciones futuras puedan seguir trabajando en la agricultura sin enfrentar una carga económica insostenible.