Así cultivan la alfalfa los agricultores norteamericanos

Agronews Castilla y León

19 de marzo de 2016

alfalfa

La cooperativa palentina AGROPAL ha publicado recientemente este interesante artículo sobre cómo cultivan los agricultores estadounidenses la alfalfa

La gran mayoría de la alfalfa que se produce es utilizada en la producción de leche, con un sistema en el que la alfalfa es generada por productores especializados que, a su vez, se lo venden a los establecimientos productores de leche. El nivel de especialización y de avance tecnológico de la ganadería láctea californiana demanda alfalfa de alta calidad (“calidad lechera”), por la que se paga un precio significativamente mayor comparado con el precio de grados inferiores de calidad. La inmensa mayoría de la alfalfa destinada a las granjas es analizada químicamente para determinar su calidad y el precio de venta se define en base a esos valores de grados de calidad.

Para producir alfalfa de alta calidad se debe prestar atención a una serie de prácticas de manejo, que van desde el establecimiento del cultivo hasta el almacenaje final del producto. A continuación, se resumen las más importantes:

1. Establecimiento del cultivo

Todo comienza con el establecimiento de una población de plantas densa y vigorosa. La adecuada preparación del suelo es crucial, incluyendo una labor profunda, una adecuada nivelación y el desarrollo de un lecho de siembra firme y esencialmente libre de piedras. La siembra directa de alfalfa es extremadamente rara en California. La profundidad de siembra es particularmente crítica, ya que la mayoría de los fallos de establecimiento se deben a siembras demasiadas profundas o una cama demasiado fofa, más que cualquier otro factor. La siembra debe realizarse en el momento óptimo (típicamente en el otoño) para propiciar una rápida emergencia y favorecer el desarrollo armónico de la raíz y la corona.

2. Control de malas hierbas

La importancia de un control efectivo y temprano de malas hierbas no debe soslayarse, dado que la alfalfa es más susceptible a la competencia de éstas durante el estado de plántula. Prácticamente todas las parcelas de alfalfa en California son tratadas con herbicida de post-emergencia en el año de establecimiento. Una significativa presión de las malas hierbas no sólo reduce la calidad, dado que las malas hierbas no son tan nutritivas como la alfalfa y, en algunos casos, pueden causar problemas físicos en la boca de los animales, ser tóxicas o conferir sabores desagradables a la leche. El heno de alfalfa con presencia de malas hierbas tiene normalmente un descuento de 50-60 $/t, dependiendo obviamente del tipo de malas hierbas y del nivel de infestación. Casi la totalidad de las parcelas de alfalfa en California se tratan con herbicidas durante el periodo de reposo invernal, a fin de controlar malas hierbas anuales de invierno. En consecuencia, la gran mayoría de alfalfa producida en California, y particularmente la destinada a las granjas, está prácticamente libre de malas hierbas.

3. Elección de cultivares

Una variedad adaptada, con alto potencial de rendimiento y resistencia múltiple a plagas y enfermedades, puede persistir por más tiempo y es más competitiva contra las malas hierbas. En el pasado, los objetivos de mejora se focalizaron en rendimiento de forraje y resistencia a insectos y enfermedades. A partir de la década pasada, se viene prestando más atención a la calidad forrajera. Los productores eligen sus variedades en función del rendimiento y se esfuerzan por conseguir la alta calidad a través de las prácticas de manejo que se verán más adelante.

4. Manejo de la cosecha de forraje:

  • Esquema de cortes
    El estado de madurez en el que se corta el forraje es, indudablemente, la técnica más poderosa bajo el control del productor que impacta sobre la calidad. A medida que la alfalfa avanza en su madurez, el rendimiento de materia seca se incrementa, pero la calidad decrece, lo que usualmente se refiere como “compensación rendimiento/calidad”. La mayor producción de biomasa con el avance de la madurez en alfalfa se debe básicamente a un incremento de la fracción tallo, lo que reduce la relación hoja/tallo. Además del aumento en la proporción de tallos, éstos se hacen menos digestibles porque se incrementan la concentración de los componentes de la pared celular y la tasa de lignificación. Para producir alfalfa de alta calidad, es una práctica común, tanto en el Valle Central de California como en otras áreas del Oeste de Estados Unidos, cortar cada 26 a 28 días durante la plena estación de crecimiento. No obstante, un esquema de cortes basado en madurez fisiológica es preferible a un esquema de fechas fijas. En California, la alfalfa de “calidad lechera” es usualmente cortada en un estado temprano de botón floral, mucho antes de la aparición de flores. Por otro lado, los lotes destinados a otros mercados de heno (vacas secas, ganado de carne, equinos o exportación), son cortados en estados más maduros. Hay momentos del año, como en pleno verano, en los que, por condiciones ambientales, es extremadamente difícil producir heno de “calidad lechera”; por eso, la mayor parte de la producción estival no se destina a las granjas, sino a estos mercados alternativos. Otro aspecto a considerar es que el corte continuo en estados inmaduros (pre botón o botón temprano) no da a las plantas el tiempo suficiente para reponer las reservas energéticas y proteicas de raíces y coronas, lo que puede afectar el vigor y la persistencia del cultivo. Por ello, se recomienda a los productores que periódicamente permitan la floración del lote y destinen esos cortes a aquellos mercados que acepten categorías inferiores de calidad, otorgando así “descansos” estratégicos para restaurar los niveles de carbohidratos y proteínas de reserva.
  • Prácticas para acelerar el secado
    El punto más alto de calidad se obtiene justo al momento del corte, y a partir de allí sólo puede disminuir. En consecuencia, la meta es secar el forraje lo más rápida y uniformemente posible a efectos de disminuir las pérdidas por respiración, caída de hojas y daño climático. La tasa de secado es tan importante como la uniformidad de secado, ya que la preservación y el almacenaje de la alfalfa están más limitados por la porción más húmeda del forraje que por el promedio del contenido de humedad. Se concluye que el rápido secado y las prácticas cuidadosas de cosecha son esenciales.
  • Corte y acondicionado
    En California, prácticamente toda la alfalfa es cortada con segadoras-acondicionadoras, una máquina que combina el corte de las plantas y el acondicionado de los tallos en una sola operación. Los sistemas de corte a cuchillas son los más usados, pero los sistemas a discos o tambores están adquiriendo cada vez más importancia, debido a que otorgan mayor velocidad, desplazamiento y capacidad operativa, posibilitan la cosecha de tallos volcados o enredados, y tienen menos requerimientos de mantenimiento. El acondicionamiento mecánico es una práctica muy difundida para acelerar la tasa de secado de la alfalfa. Los rodillos acondicionadores aplastan o quiebran los tallos, rompiendo la cutícula cerosa y facilitando grandemente la pérdida de agua. Hay muy pocas diferencias entre los rodillos de acero y los de goma. Los dos factores más importantes que determinan la efectividad del acondicionado son la tensión, que afecta la separación entre los rodillos, y el espaciamiento entre las quebraduras del tallo. Si la separación entre los rodillos es excesiva, los tallos pasarían intactos; si la separación es demasiado pequeña, las hojas podrían aplastarse o separarse del tallo, ocasionando también taponamiento en el sistema. La distancia entre las quebraduras de los tallos deberían ser de aproximadamente 5 cm.
  • Anchura de secado
    La anchura de secado de la alfalfa segada y la densidad de la planta es el factor más importante bajo el control del productor que afecta la tasa de secado. La alfalfa acondicionada extendida en una superficie superior al 70% es la que se seca más rápido, lo que ayuda a reducir las pérdidas por respiración, etc. (que pueden llegar al 15-25% de materia seca) y aumenta la digestibilidad del heno.
  • Hilerado El hilerado acelera el proceso de secado al transferir el forraje seco al suelo y la porción más húmeda de abajo pase arriba. El contenido óptimo de humedad para el hilerado se considera generalmente alrededor de 40%. El hilerado con la alfalfa muy seca debe evitarse porque causa excesiva pérdida de hojas y baja la calidad.

Conclusiones:

  • Casi todas las superficies cultivadas de alfalfa se tratan con herbicidas de post-emergencia en el año de establecimiento; y también casi todas las hectáreas se tratan con herbicidas durante el reposo invernal. Como consecuencia casi toda la alfalfa está libre de malas hierbas, especialmente la que se destina al vacuno de leche.
  • La mejora de la calidad la hacen esencialmente con las prácticas de manejo.
  • El estado de madurez cuando se corta la alfalfa, es sin duda, la técnica que más influye en la calidad. En los cortes centrales, es práctica cortar cada 26-28 días, y en todo caso para conseguir la “calidad lechera” se hace en un estado temprano de botón floral.
  • Las siegas continuas en estado inmaduro (pre botón o botón) no da a las plantas el tiempo suficiente para reponer las reservas energéticas y proteicas de raíces y corona, lo que puede afectar al vigor y la persistencia del cultivo. Recomendando de cuando en cuando dejar un corte que florezca en parte.
  • Prácticamente toda la alfalfa se corta con segadoras-acondicionadoras, y es muy importante al ancho de la carrera. El secado rápido inicial de una andana ancha ayuda a mejorar la digestibilidad de la alfalfa.


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