
Los ganaderos de Soria, en alerta por los buitres: ASAJA pide aumentar el cupo de alimentación para necrófagas y controlar su población
SORIA, 5 de mayo de 2025 — La organización agraria ASAJA Soria ha vuelto a encender las alarmas tras registrar en los últimos días varias denuncias de ataques de buitres al ganado, especialmente en momentos críticos como el parto de las vacas, cuando los animales están más vulnerables. La situación ha puesto a los ganaderos de la provincia en un estado de vigilancia constante, sin apenas descanso, especialmente los dedicados al ovino, cuya cabaña sigue en descenso.
La asociación recuerda que este fenómeno no es nuevo, pero se agrava año tras año ante la falta de una respuesta eficaz por parte de las administraciones. ASAJA Soria insiste en su demanda histórica de ampliar el cupo de cadáveres que los ganaderos pueden dejar en el campo para la alimentación de aves necrófagas, una medida que consideran clave para reducir los ataques al ganado vivo.
Una población de buitres fuera de control y un sistema de alimentación insuficiente
Según los datos del último censo oficial de 2018, ya había más de mil parejas reproductoras de buitres en la provincia. ASAJA Soria considera que, dada la evolución de los últimos años, esta cifra se ha incrementado notablemente, generando un desequilibrio entre el número de aves carroñeras y la disponibilidad de alimento natural.
Este desfase ha provocado que los buitres, cuya función ecológica tradicional es la de limpiar el campo de restos de animales muertos, se lancen ahora sobre reses vivas, sobre todo durante el parto, aprovechando el estado de debilidad de las madres y de las crías recién nacidas.
ASAJA Soria denuncia que la falta de control sobre estas poblaciones está alterando incluso el equilibrio ecológico, interfiriendo con otras especies protegidas y creando un grave perjuicio económico y emocional para los ganaderos.
Una reunión con Medio Ambiente y nuevas propuestas
Ante esta problemática, el pasado 21 de marzo, la sectorial ganadera de ASAJA mantuvo una reunión con la Delegación Territorial de Medio Ambiente. El objetivo fue solicitar que se permita dejar en el campo una mayor cantidad de cadáveres de ganado ovino, principal fuente de alimento para los buitres.
Además, ASAJA plantea que, gracias a la mejora de la situación sanitaria del ganado bovino, se valore la incorporación de este tipo de reses al sistema de alimentación autorizado para aves necrófagas. De esta forma, se reduciría la presión sobre los animales vivos y se contribuiría a una mejor gestión ecológica.
La organización también recuerda que estos ataques suponen pérdidas económicas directas para las explotaciones afectadas, por lo que exigirá que la Consejería de Medio Ambiente habilite un sistema de indemnizaciones para los ganaderos que acrediten haber sufrido daños por la acción de los buitres.
Ganaderos al límite: vigilancia permanente y falta de soluciones
El contexto actual obliga a muchos ganaderos a incrementar su presencia en el campo, especialmente en las épocas de parto, para intentar evitar los ataques de buitres. Esta situación no es sostenible en el tiempo, tanto por motivos físicos como económicos.
ASAJA denuncia que, si no se toman medidas urgentes, se agravará la ya delicada situación del sector, en un territorio donde la ganadería extensiva es una actividad fundamental desde el punto de vista económico, social y ambiental.
Un modelo de convivencia en entredicho
Aunque los buitres son una especie protegida y cumplen una función ecológica esencial, ASAJA subraya que su crecimiento descontrolado sin una planificación de recursos adecuada está poniendo en peligro la convivencia entre la fauna salvaje y la ganadería.
La organización considera que se debe avanzar hacia un modelo de gestión sostenible, en el que se garantice tanto la protección de las especies silvestres como la supervivencia de las explotaciones ganaderas familiares.
Reivindicaciones clave de ASAJA Soria:
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Aumento inmediato del cupo de cadáveres permitidos para alimentación de necrófagas.
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Inclusión del ganado bovino en los sistemas de alimentación autorizados.
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Actualización del censo de población de buitres en Soria para conocer la dimensión real del problema.
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Medidas de control poblacional, si se confirma un crecimiento excesivo e insostenible.
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Indemnizaciones a los ganaderos afectados por ataques demostrados.
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Mayor implicación de las administraciones públicas en la prevención y solución del problema.
Conclusión: proteger al ganadero también es conservar el medio rural
ASAJA Soria concluye que defender a los ganaderos frente a los ataques de buitres no es un enfrentamiento con la naturaleza, sino una medida de equilibrio y sentido común. En sus palabras, “no se puede dejar que la conservación de una especie se haga a costa de destruir otra forma de vida igual de valiosa: la ganadería extensiva tradicional”.
La organización asegura que continuará presionando a las autoridades competentes hasta que se adopten soluciones eficaces, en defensa de los intereses legítimos de los profesionales del campo, y con la firme convicción de que es posible una convivencia justa entre el ganado y la fauna silvestre.