ASAJA reivindica la quema de rastrojos para el control de plagas y enfermedades

Agronews Castilla y León

26 de mayo de 2018

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ASAJA-Burgos ha planteado a los Servicios Territoriales de agricultura y ganadería y al servicio de medio de ambiente de la Junta de Castilla y León en Burgos, la necesidad de que se autorice de manera excepcional la práctica tradicional de la quema de rastrojos, dada la situación de muchos de nuestros cultivos afectados por plagas y enfermedades. La quema de rastrojos es una práctica cultural tradicional que se ha realizado en nuestros pueblos desde siempre y que adecuadamente realizada y con los medios de protección oportunos se convierte en una medida fitosanitaria muy efectiva.

Hay que recordar que la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León dictó una orden en el año 2016 que permitía la quema de rastrojos en tierras de cereal como medida fitosanitaria, orden anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que la declaró nula de pleno derecho a instancia de grupos ecologistas que la recurrieron. Dicha sentencia se basa en que no existen estudios, ni investigación que avale esta técnica como medida fitosanitaria.

Desde ASAJA consideran que la quema controlada de rastrojos, resulta una práctica eficiente para la eliminación de plagas y enfermedades; “la experiencia así nos lo dice y resulta más perjudicial para el medio ambiente la utilización de productos fitosanitarios en sustitución de ésta práctica. Además cada vez esos productos son menos eficientes.” afirma Esteban Martínez Zamorano, presidente de ASAJA-Burgos.

El zabro (coleóptero que se come las primeras hojas del trigo, cebada, triticale y centeno) el gusano del alambre (también coleóptero que causa daños subterráneos en raíces, semillas y tubérculos en cultivos como cereal, colza, y girasol) topillos (este año en menor medida, pero que han causado muchos daños en otras campañas) restan de manera importante la producción. También las quemas controladas de rastrojos y las hierbas en cunetas, frenan la propagación de enfermedades fúngicas como roya, septoria, o helmintosporiosis que todos los años afectan a buena parte de nuestros cultivos. Y no sólo se debe tener en cuenta el descenso de la producción si no también el coste de la aplicación de estos tratamientos.

Todas las comarcas de la provincia de Burgos resultan afectadas por estas plagas y enfermedades (sobre todo la comarca Bureba-Ebro y Arlanzón con el zabro), con lo que las previsiones de la Consejera de Agricultura y Ganadería de obtener 1.558.391 toneladas de producción en las 381.261 has sembradas de cereales de invierno, se no antoja demasiado optimista para la organización agraria

ASAJA-Burgos insta a la Consejería de Agricultura y Ganadería la realización de estudios e investigaciones científicas que avalen está técnica agronómica como medida fitosanitaria para que la práctica controlada de la quema de rastrojos vuelva a ser un instrumento que controle plagas y enfermedades y autorice este año la quema como medida excepcional.



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