La organización agraria ASAJA de León reprocha a la Junta de Castilla y León que dé a los agricultores y ganaderos un trato peor que a las industrias agroalimentarias a la hora de aprobar los expedientes de ayuda a las inversiones.
En concreto, ASAJA denuncia que mientras que ya se han aprobado expedientes de las industrias al amparo del nuevo Programa de Desarrollo Rural -como comunicó la Junta que había aprobado el pasado jueves 8 en Consejo de Gobierno por un importe de ayuda de 22,57 millones de euros-, los expedientes presentados por los agricultores y ganaderos siguen durmiendo en los cajones de la administración sin que a esta fecha se haya aprobado tan siquiera uno de ellos. En concreto, en la provincia de León se han presentado el pasado año 322 expedientes de planes de mejora de explotaciones agroganaderas para los que no hay fecha de resolución. De los 8 expedientes agroalimentarios que aprobó la Junta en Consejo de Gobierno el pasado jueves, ninguno de ellos es de la provincia de León.
Además, ASAJA critica también que en este nuevo Programa de Desarrollo Rural, que elaboró en su día la Junta y le aprobó Bruselas, por vez primera las industrias agroalimentarias reciben mayor porcentaje de ayuda que los agricultores y ganaderos ya que, respecto a programas anteriores, se ha reducido el porcentaje de subvención a los proyectos del campo y se le ha subido a los agroalimentarios. Mientras que las ocho empresas afortunadas a las que se le aprobó ayuda el pasado jueves van a percibir de subvención el 40% de la inversión, la mayoría de los agricultores y ganaderos leoneses que acometan planes de modernización cobrarán únicamente el 25% de subvención sobre lo invertido, y solamente podrán cobrar un 20% adicional aquellos que reúnan la condición de ser jóvenes.
ASAJA pide la Junta de Castilla y León que, ya que, a la vez que aprueba ayudas a la industria agroalimentaria, le obligue a mantener acuerdos estables de compra de materias primas al sector agrario y ganadero, y vigile para que se produzca un equilibrio en el reparto de beneficios a lo largo de toda la cadena de valor de los alimentos.
