
En los últimos meses, el descontento entre los agricultores de Ciudad Real ha crecido de manera exponencial debido a lo que califican como una persecución por parte de la Inspección de Trabajo. La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ciudad Real ha alzado la voz para denunciar lo que consideran un trato desproporcionado hacia los trabajadores del sector primario. Aunque desde la organización agraria aseguran apoyar las inspecciones que garanticen el cumplimiento de la legalidad, también critican las formas en que estas se realizan, generando un ambiente de intimidación entre los productores.
Un despliegue desmesurado que intimida a los agricultores
Los agricultores de la provincia han reportado, a través de ASAJA Ciudad Real, que las inspecciones se desarrollan con un despliegue de agentes del orden que consideran excesivo. Este modo de proceder genera una percepción de criminalización del sector. Mientras que en otros ámbitos productivos las inspecciones se realizan con discreción, en el campo estas acciones se ven acompañadas de un número significativo de agentes de la autoridad.
En palabras de un agricultor miembro de ASAJA: “Nos sentimos como si fuéramos delincuentes. Esto no es una inspección para garantizar el cumplimiento de las normas, es una persecución que perjudica nuestra imagen y nuestra moral”.
La organización agraria sostiene que estas medidas sólo estarían justificadas en casos donde existan indicios de explotación laboral. Sin embargo, denuncian que los controles actuales tienen un carácter rutinario y no están respaldados por investigaciones que sugieran irregularidades graves.
El contexto laboral en el sector agrario
El sector agrícola se enfrenta a un panorama complicado. Los agricultores luchan por encontrar mano de obra, un reto que se ha agravado con los incrementos salariales y las crecientes exigencias administrativas. Según datos de ASAJA Ciudad Real, el costo laboral en el sector ha aumentado un 30 % en los últimos cinco años, convirtiéndose en una carga inasumible para muchas explotaciones.
Además, ASAJA subraya que la situación migratoria también representa un obstáculo. Miles de personas que han sido autorizadas a permanecer en el país no pueden firmar contratos de trabajo debido a su condición irregular, algo que ASAJA califica como una incongruencia grave. Esta situación deja a los empleadores en un limbo legal y reduce la disponibilidad de trabajadores legales.
Políticas migratorias fallidas y su impacto en el campo
ASAJA Ciudad Real ha puesto de manifiesto que las actuales políticas migratorias del Gobierno han tenido un impacto negativo en el sector agrícola. Los agricultores denuncian que, mientras se les sanciona por contratar trabajadores en situación irregular, el sistema no ofrece alternativas viables para cubrir la demanda laboral.
Según un informe de la organización, más del 20 % de las labores agrícolas en Ciudad Real quedan sin cubrir debido a la falta de personal. Esto no solo afecta la productividad del sector, sino también la economía local y la competitividad del campo español frente a mercados internacionales.
Propuestas de ASAJA para mejorar la situación
Ante esta problemática, ASAJA Ciudad Real ha presentado una serie de propuestas que consideran necesarias para aliviar la presión sobre los agricultores y fomentar un entorno laboral más justo y eficiente. Entre estas medidas destacan:
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Simplificación administrativa: ASAJA propone que los controles preventivos se realicen mediante procedimientos administrativos menos intrusivos, que permitan detectar irregularidades sin necesidad de desplegar operativos masivos.
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Revisión de las políticas migratorias: La organización reclama que se permita trabajar legalmente a las personas que ya han obtenido autorización de residencia, facilitando su incorporación al mercado laboral agrario.
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Incentivos al empleo: ASAJA sugiere la creación de incentivos para los agricultores que cumplan con la normativa, promoviendo buenas prácticas y reduciendo la carga fiscal para quienes empleen trabajadores legales.
Un sector estratégico para la región
El sector agrícola es fundamental para Ciudad Real, tanto en términos económicos como sociales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la agricultura genera más del 10 % del PIB de la región y emplea a cerca de 30.000 personas. En un contexto de despoblación rural, la actividad agraria es un pilar para el sostenimiento de muchas localidades.
ASAJA destaca que las inspecciones desproporcionadas están minando la confianza de los agricultores en las instituciones y desincentivando la actividad en el sector. Además, subrayan que estas medidas generan una percepción pública negativa que no se corresponde con la realidad de un colectivo que, en su gran mayoría, cumple con la normativa vigente y trabaja por mantener la seguridad laboral de sus empleados.
Conclusiones
ASAJA Ciudad Real insiste en la necesidad de adoptar un enfoque más equilibrado en las inspecciones de trabajo, que permita garantizar el cumplimiento de la normativa sin generar un clima de intimidación en el sector agrícola. La organización hace un llamado al Ministerio de Trabajo para que implemente medidas que favorezcan la contratación legal y reduzcan la burocracia asociada a la gestión laboral en el campo.
En un momento en el que el sector primario enfrenta numerosos desafíos, ASAJA subraya que es crucial reconocer el papel estratégico de la agricultura y proteger a los agricultores de prácticas que puedan comprometer su viabilidad económica y social.