La organización agraria ASAJA Huesca ha hecho balance de 2015, un año en el que «en la gran mayoría de sectores agrícolas y ganaderos la palabra es de desencanto y de incertidumbre para el futuro»
Los altos costes de producción, los desiguales rendimientos agrícolas, la caída del consumo interno en algunas producciones ganaderas marcan el presente agrícola y ganadero.
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Así, por ejemplo, en los cultivos extensivos se ha apreciado un ligero aumento de superficies respecto a la campaña anterior, con subidas en cebada, trigo y guisante, y en menor medida en colza. La diversificación de cultivos obligada por la PAC no ha alterado excesivamente la relación de cultivos de la provincia de Huesca, si bien en zonas y explotaciones concretas sí que ha supuesto un importante quebranto al obligar a abandonar su planificación habitual de cultivos. En regadío la opción de la doble cosecha invierno-verano va ganando terreno a la de una sola cosecha de verano, introduciéndose como novedad en la rotación guisante como sustituto de cebada
En cuanto a rendimientos los cereales de invierno han presentado un dato desigual fruto de los intensos calores y ausencia de lluvias del final de la primavera. Variedades, fechas de siembra y método de cultivo también han tenido influencia.
Los cultivos de verano también han sido afectados por los intensos calores del mes de julio que hicieron que los aportes de agua de riego no fueran suficientes para compensar las pérdidas del cultivo por evapotranspiración.
Los precios han mantenido un nivel medio respecto a anteriores campañas, pero los altos precios de los costes de producción han minimizado esta circunstancia.
Por lo que se refiere a la Alfalfa aumento de superficie respecto a la campaña anterior, su condición de cultivo fijador de nitrógeno de cara al cumplimiento del “greening” de las ayudas PAC sumado a los altos costes de producción y los precios inestables de los cereales parecen haber animado a los agricultores a decidirse por este cultivo. La exportación continúa siendo el destino principal de la alfalfa oscense, abriéndose al fin el mercado chino, si bien de forma testimonial y con numerosos problemas. La alfalfa demandada en estos mercados es la de primera calidad, lo que ocasiona problemas a la hora de dar salida a los primeros cortes de la campaña. Estas dificultades a la hora de dar salida a las segundas y terceras calidades, con aumento de stocks pueden llegar a ser un problema.
Continúa la incertidumbre en el sector, que todavía no se adapta a los nuevos requerimientos de calidades. Se hace necesaria la definición de una carta de calidades que normalicen la relación agricultor – industria.
En cuanto a la Ganadería extensiva, para el sector vacuno este año ha sido de gran incertidumbre. La aplicación de la nueva reforma de la PAC ha supuesto la aplicación de un nuevo CAP (índice corrector de superficies de pasto) lo que ha traído serias dificultades para realizar la declaración de ayuda en zonas de montaña. Además estas explotaciones no han recibido el anticipo de ayudas en noviembre, y hay dudas de si cobrarán sus ayudas a lo largo del mes de diciembre. La tendencia en el censo de vaca nodriza es a la baja, en torno al 10% en este año, por lo que las ayudas asociadas previstas en la reforma PAC deben evitar esta reducción de censo. Para ello deben llegar directas al ganadero, con compromisos asumibles y sin reducciones por el camino que las hagan perder su utilidad. A todo esto tenemos que añadir el informe de la Organización Mundial de la Salud que ha afectado al consumo, notándose un descenso en el consumo de carnes rojas.
Los costes de producción (forrajes y piensos compuestos) han estado contenidos, si bien en el precio de los piensos compuestos no se ha notado el descenso en el precio de los cereales ni del gasóleo.
El sector ovino sigue acusando la total falta de respuesta y reconocimiento del papel positivo que ejerce su actividad con la biodiversidad, el medio ambiente y el territorio. Un año más, los precios han estado por debajo de lo que necesita el sector para evitar la continua bajada de censos. En Aragón hay en torno a 4.200 explotaciones de carne de ovino, que representan el 4,6 % de las explotaciones del ámbito nacional. En cuanto al censo, Aragón con el 11% y 1.300.000 ovejas sigue experimentando un descenso brutal. En la última década la caída de la producción ha estado en torno al 50%, siendo superada por la caída del consumo, entono al 70 %.
El ovino ya sólo representa en el 2015 un 5% de la producción final ganadera mientras que en el 2005 representaba el 13%. Con respecto a la producción final agraria representa un 2% y en el 2005 representaba el 4,5%.
En estos momentos los precios del ovino en plena precampaña navideña está sobre los 70€, un precio muy por debajo de las expectativas, puesto que sería lógico que en esta temporada estuviera alrededor de los 90-100€.
El precio medio anual ha estado también por debajo de lo previsible.
Señalar como el sector está acusando, denuncian desde ASAJA Huesca, una campaña insólita de robos como nunca se había dado por la magnitud y la frecuencia de lo robado.
Para finalizar, en lo que se refiere a la Ganadería Intensiva, el porcino continúa con unos precios que no permiten cubrir costes de producción, si bien por ahora esto no se ha repercutido en los contratos de integración. En el caso de explotaciones no integradas, importantes en algunas zonas de nuestra provincia, estos bajos precios están lastrando la rentabilidad de las explotaciones.
Bajada en el consumo interno, por lo que la exportación continua siendo clave para el mantenimiento del sector. En vacuno de cebo los precios siguen estabilizados, aunque tampoco permiten cubrir costes de producción.
El consumo interno cae en picado, por lo que la exportación es la que da salida a nuestras producciones.
Para las explotaciones cunícolas el 2015 ha sido un año nefasto con unos precios muy por debajo de costes de producción y cierre de explotaciones.
El pollo rompe con esta tendencia negativa de las ganaderías intensivas, con buenos precios al productor e incremento en el consumo interno. Sector en crecimiento, con previsión de nuevas explotaciones en la provincia de Huesca y ampliación de las ya existentes.
Una demanda común de este tipo de ganadería es la de reducir las cargas y costes medioambientales, tanto si se orientan a la exportación como al consumo interno, gestión
