Asaja Extremadura ha exigido tanto a la Junta de Extremadura como al Gobierno de España que aporten soluciones a los graves daños producidos el pasado día 25 de noviembre en el municipio de Piornal (Cáceres), debido a la intensa nevada que afectó a la producción de castaños. La primera evaluación de los costes se estima en más de 6 millones de euros debido al destrozo ocasionado.
Esta situación se une a la delicada situación de la campaña de la cereza en el Valle del Jerte, con una mala producción debido a las malas condiciones climatológicas que perjudicaron al sector. Nuestra organización ya pidió este verano ayudas acopladas debido a estas dificultades y ahora las pide para los graves daños producidos tras la última nevada en la producción de castañas.
La gran cantidad de nieve caída produjo graves perjuicios en los árboles, lo que limitará con toda seguridad la producción de castañas no sólo para esta campaña sino con total seguridad también para las de las próximas décadas.
Piornal sufrió ese día una nevada que dejó 40 centímetros de nieve acumulada, lo que provocó la rotura de ramas o de troncos de los árboles al menos al 55 por ciento de las explotaciones de castaño de la localidad. Se produjeron roturas de las ramas principales, lo que provocará dichos daños una urgente tala de árboles y la plantación de sembrar nuevos ejemplares para que las bacterias e insectos no perjudiquen más al castaño.
Después de la cereza, la producción de castaña es la segunda en importancia de la comarca, llegando a recogerse un millón de castañas de media por temporada. También se han producido daños en la flora y en los numerosos robles de la población.
PROBLEMAS DE LA CEREZA
Hay que recordar que este pasado verano, en concreto a finales de junio, Asaja Extremadura critica la falta de voluntad de política de la Junta de Extremadura para presionar al Ministerio de Agricultura y poder conseguir una línea de ayudas acoplada que esta organización agraria considera decisivas para reflotar al sector cerecero extremeño. Los productores del Valle del Jerte que se habían visto muy perjudicados por una campaña muy negativa, pero la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura no ha movido un solo dedo para solucionar su situación.
La campaña de la cereza fue un auténtico “desastre” ya desde su inicio, debido a que los cerezos no alcanzaron este invierno el número suficiente de horas de frío (por debajo de los cuatro grados) que requiere el fruto para afrontar la floración con garantías.
Además, la floración se retrasó en el tiempo esta primavera debido a la irregularidad de las temperaturas y las lluvias que no permitieron su polinización.
