La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Cuenca ha valorado el inicio de la cosecha de girasol en la zona sur de la provincia y, según los primeros datos, estima que la campaña de este año difícilmente podrá alcanzar las 85.000 toneladas de producción y, por tanto, será peor que la pasada, debido a la baja producción y a los precios.
La organización agraria considera que el estrés hídrico al que está sometido el cultivo ha sido el causante de una baja producción y, probablemente, un bajo rendimiento graso de la pipa y lamenta que, en estas condiciones, ahora mismo el cultivo de girasol en Cuenca no es rentable, aseverando que su rentabilidad está en negativo.
De esta forma, ha advertido de que, debido a este bajo rendimiento, muchos agricultores tendrán que recurrir a AGROSEGURO, aunque esta solución no es la más satisfactoria.
Con respecto al mercado exterior, ASAJA Cuenca ha subrayado que los países del este de Europa pronostican para este año una buena cosecha de pipa de girasol, lo que, a su juicio, implica una presión real a la baja de los precios tanto de aceite como de pipa y va a dificultar que a corto o medio plazo se produzca un repunte de precios.
ASAJA Cuenca ha solicitado a las extractoras que tengan en cuenta esta situación y ha apostado por mantener un cultivo que siga siendo rentable para el agricultor.
Asimismo, ha defendido que quizá sea el momento, junto con las industrias extractoras, de plantear acuerdos de rentabilidad en explotación o por hectárea para que los agricultores sigan teniendo interés en desarrollar un cultivo tan emblemático en la provincia, que cuenta con, aproximadamente, unas 135.000 hectáreas.
La organización agraria recuerda a los agricultores que no se debe entregar ninguna mercancía sin precio y que, tal y como establece la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, se debe formalizar un contrato donde queden claramente reflejadas las condiciones de entrega y compra de la mercancía.
