
ASAJA Castilla-La Mancha ha emitido una severa advertencia sobre la situación límite que atraviesa el sector cerealista en la región, tras realizar un profundo diagnóstico que revela un escenario crítico marcado por la incertidumbre comercial, el incremento de los costes de producción y la pérdida de rentabilidad para los agricultores. Según la organización agraria, esta situación pone en riesgo la soberanía alimentaria, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del modelo agrícola europeo.
Ante esta coyuntura, y en consonancia con lo acordado por su Comité Ejecutivo Regional, ASAJA CLM ha solicitado de forma inmediata una reunión con la Secretaría de Estado de Comercio para exponer el impacto directo de las políticas comerciales y arancelarias en la competitividad del cereal español. “Es vital que los responsables del comercio nacional conozcan y se sensibilicen con la realidad del campo”, ha reclamado el presidente regional de ASAJA, José María Fresneda.
ASAJA ha señalado la preocupante tendencia a la baja de los precios en el mercado interior, acentuada por la entrada masiva de cereal de terceros países. Este fenómeno está documentado en las últimas lonjas cerealistas de la región, que muestran una caída pronunciada de las cotizaciones. La organización destaca que muchos de estos cereales importados no cumplen con los estándares comunitarios de trazabilidad ni de condicionalidad, lo que genera una competencia desleal.
“La llegada sin control de cereal ucraniano en el contexto de la guerra ha provocado una sobreoferta en los puertos españoles que ha derrumbado los precios nacionales hasta niveles que ni siquiera cubren los costes de producción de los agricultores”, ha explicado Fresneda. ASAJA lleva meses exigiendo la aplicación de aranceles disuasorios o el incremento de los precios de intervención como mecanismos para estabilizar el mercado.
La organización también ha denunciado que la volatilidad del mercado genera un ambiente propicio para la especulación de grandes multinacionales, que aprovechan la confusión generada por las políticas comerciales para presionar a la baja los precios, en perjuicio del agricultor.
ASAJA Castilla-La Mancha alerta de la llegada masiva de importaciones
Uno de los puntos más alarmantes del comunicado de ASAJA CLM se refiere al posible aumento progresivo de aranceles a productos agrícolas clave, como los fertilizantes procedentes de Rusia y Bielorrusia, aprobado por la Comisión de Comercio Internacional (INTA) del Parlamento Europeo.
El objetivo de estas sanciones, según sus defensores, es debilitar el aparato económico de guerra ruso. Sin embargo, ASAJA advierte que estas medidas tendrán un impacto devastador para el campo europeo, al disparar los costes de producción en cultivos estratégicos como los cereales, oleaginosas y proteaginosas (COP). “En estos cultivos, el gasto en fertilizantes representa entre el 30 % y el 45 % de los costes variables”, ha explicado Fresneda.
Según datos de ASAJA, España importó en 2024 unas 400.000 toneladas de fertilizantes rusos, una cifra que se ha duplicado en la última década. Sin alternativas asequibles en el corto plazo, los agricultores se verán abocados a una situación de asfixia económica.
La organización ha lamentado que la Comisión INTA haya rechazado todas las enmiendas de mitigación propuestas, así como la petición de una evaluación de impacto que plantease soluciones inmediatas y estrategias de transición. En la misma línea, el COPA-COGECA ha recordado que sí existían fuentes alternativas de insumos y ha tildado la decisión de «alarmante».
ASAJA ha pedido que los eurodiputados reconsideren la medida en el pleno del 21 y 22 de mayo, para evitar consecuencias irreparables en la economía agraria de la Unión Europea.
Fresneda ha sido tajante: “No estamos en contra de que la UE tome decisiones firmes en materia de política exterior, pero es inaceptable que los agricultores paguen los daños colaterales sin ningún tipo de respaldo, compensación o estrategia de adaptación”.
Finalmente, ASAJA CLM ha insistido en que los productos agroalimentarios deben quedar exentos de cualquier represalia comercial y que no puede mantenerse una política de aranceles punitivos sin una Política Agraria Común (PAC) fuerte que respalde al sector.
La situación de los cereales en Castilla-La Mancha es un termómetro del estado del sector agrícola español. La conjunción de factores externos como los aranceles, la competencia desleal y los costes crecientes, con la inacción política, están llevando al límite a miles de agricultores.
ASAJA Castilla-La Mancha lanza un llamamiento firme y urgente a las administraciones nacionales y europeas: escuchen al campo, actúen con responsabilidad y protejan la soberanía alimentaria de Europa.