Allá por el año 2000 surgió el primer caso de encefalopatía espongiforme bovina en España –comúnmente conocido como mal de las vacas locas-. En esos años se publicó un Reglamento europeo encaminado a evitar el contagio de ésta y otras enfermedades espongiformes transmisibles, clasificando los subproductos animales y determinando la gestión a realizar con cada uno de ellos.
Para disminuir el riesgo de dispersión, los subproductos animales, salvo ciertas excepciones, deben ser recogidos, trasportados y transformados o eliminados, según proceda, en instalaciones autorizadas. En la práctica, su aplicación supuso la obligatoriedad de retirar del campo los cadáveres de los animales de abasto, con especial atención a los rumiantes que pudieran contener Materiales Especificados de Riesgo.
En España este problema se solucionó creando un seguro de retirada gestionado por la agrupación de empresas aseguradoras AGROSEGURO, la cual realiza contratos con empresas gestoras autorizadas para la recogida y destrucción de los animales muertos en las explotaciones, concretamente en Palencia realiza el servicio la empresa GESUCAS.
El 1 de junio comienza el nuevo Plan de Seguros Agrarios Combinados 2022 y los servicios técnicos de ASAJA-Palencia han podido comprobar cómo la comarca de Guardo tiene el coste de retirada más alto de España, junto con Asturias, con un precio de 0,545 euros/kg retirado.
Tras Guardo y Asturias, se encuentran las comarcas de Aguilar, Boedo-Ojeda, Campos y El Cerrato, con un precio de 0,49 euros/kg seguidas de La Rioja con un coste de 0,48 euros/kg. A continuación figuran las comarcas de Cervera y Saldaña-Valdavia, cuyo coste asciende a 0,458 euros/kg. Detrás se encuentra todo el resto de provincias de España, donde 31 de ellas se encuentran por debajo de 0,40 euros/kg y varias no llegan ni a la mitad de precio que Palencia.
El importe de la retirada es directamente proporcional al coste de la póliza de seguro, lo que hace que los ganaderos palentinos, estén entre los más perjudicados de España por el coste de la retirada de estos cadáveres de animales.
Algo no se está haciendo bien cuando una provincia tan bien comunicada como Palencia tiene un coste tan elevado, seguramente se está notando la falta de competencia en la gestión de las retiradas. El caso es que hace ya dos décadas que sucedió la crisis de las vacas locas y podrían estudiarse medidas distintas a la incineración de los cadáveres de los animales.
Otra opción sería recordar la tan manida solidaridad del seguro porque el Ministerio subvenciona este seguro por animal, y por lo tanto la subvención es la misma haya un coste más alto o más bajo de la retirada y al final el pagano de esa injusticia –el seguro sólo funciona así en la línea de retirada- es el de siempre, el ganadero.
