
En respuesta a los daños significativos causados por la sequía en Aragón, el Gobierno autonómico ha decidido incrementar las ayudas directas de apoyo en aproximadamente 1,2 millones de euros , alcanzando un total de 8,2 millones de euros . Este aumento, publicado en la Orden AGA/1350/2024 del 30 de octubre, complementa el Decreto Ley 1/2024 del 25 de septiembre, que establecía una ayuda inicial de 7 millones de euros . Gracias a este ajuste presupuestario, más de 6.300 beneficiarios del sector agrícola y ganadero recibirán una compensación económica significativa antes de fin de año.
Un apoyo directo para agricultores y ganaderos
El consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Javier Rincón , ha señalado la importancia de este incremento, explicando que la ampliación permitirá cubrir la totalidad de los beneficiarios sin aplicar prorrateos, asegurando que todos recibirán el 100% de las importaciones establecidas . En términos de distribución, el sector agrícola se ha beneficiado con un incremento de 800.000 euros , lo cual lleva su total de 5,8 millones de euros a 6,6 millones de euros . Por otro lado, el apoyo a la ganadería ha crecido en aproximadamente 300.000 euros , sumando una cifra cercana al millón y medio de euros . En esta distribución, el 82 % del presupuesto se destina a la agricultura, mientras que el 18 % restante se asigna a la actividad ganadera.
Impacto porcentual en el presupuesto inicial
El ajuste presupuestario implica que desde las previsiones iniciales, las ayudas a la actividad agraria han aumentado en un 37,5 % , mientras que las destinadas al sector ganadero se han incrementado en un 25 % . Este aumento responde a la urgencia de apoyar a las zonas más afectadas y a la necesidad de evitar que las explotaciones agrarias y ganaderas sufran pérdidas irreparables.
Zonas prioritarias y beneficiarios de las ayudas
La ayuda ha sido distribuida priorizando las comarcas que han experimentado los efectos más devastadores de la sequía. Entre las zonas beneficiarias destacan la Comunidad de Teruel , Jiloca , Campo de Daroca y Campo de Belchite . Además, el Decreto-Ley permite que los beneficiarios que se dediquen tanto a la agricultura como a la ganadería puedan recibir ayuda en ambos sectores, siempre que cumplan los requisitos establecidos.
Para los jóvenes agricultores y ganaderos con explotaciones ubicadas en zonas de afección máxima , la ayuda puede alcanzar hasta 7.500 euros . Este enfoque permite que aquellos que cumplan con los criterios en ambos sectores obtengan una compensación adicional, ayudando a mitigar el impacto económico causado por la sequía en sus operaciones.
Categorías de afectación: Zona de Afección Máxima y Zona de Afección Grave
El Decreto-Ley establece dos categorías para medir el nivel de impacto de la sequía: la Zona de Afección Máxima y la Zona de Afección Grave . La clasificación se llevó a cabo utilizando un modelo que combina los datos de Agroseguro y los coeficientes de los índices SPI (Índice Estandarizado de Precipitación) y SPEI (Índice de Precipitación-Evapotranspiración Estandarizado). Estos índices miden, respectivamente, la precipitación y la evapotranspiración , permitiendo obtener una imagen precisa de las condiciones de cada zona y del nivel de afectación de las explotaciones agrarias.
Beneficiarios de PAC y la Intervención Sectorial Apícola
Con el objetivo de agilizar el proceso de pago, se ha establecido que todos los beneficiarios de estas ayudas deben ser perceptores de los pagos de la Política Agrícola Común (PAC) o de la Intervención Sectorial Apícola en el caso de los apicultores afectados. Este último criterio se basa en el número de Unidades Ganaderas Mayores (UGM) , que permite establecer la importación de las ayudas en función del tamaño de las explotaciones ganaderas.
El papel de la ayuda económica en la sostenibilidad del sector agrario de Aragón
Este aumento en las ayudas directas representa un respaldo esencial para el sector agrario de Aragón, cuya vulnerabilidad ha sido puesta a prueba por las extremas condiciones climáticas de los últimos años. Para muchos agricultores y ganaderos, estas ayudas son una fuente crucial de ingresos que permite mantener la viabilidad de sus explotaciones en un contexto marcado por la inestabilidad económica y los crecientes costos de producción .
El sector agrario en Aragón es uno de los pilares económicos de la región, contribuyendo significativamente al PIB y empleado a miles de personas en las áreas rurales. Este tipo de ayuda no solo respalda a los productores en momentos críticos, sino que también fortalece el tejido económico y social de las áreas rurales, evitando el abandono de tierras y la despoblación.
Un compromiso con el desarrollo rural
La ampliación del presupuesto de ayudas para paliar los efectos de la sequía se enmarca dentro del compromiso del Gobierno de Aragón con el desarrollo rural y la sostenibilidad del sector agropecuario . Las condiciones climáticas extremas están poniendo a prueba la resiliencia de los agricultores y ganaderos, quienes se enfrentan a una creciente necesidad de innovación y adaptación a nuevas técnicas de producción que mitiguen los efectos del cambio climático. En este sentido, el apoyo financiero directo es solo una de las herramientas necesarias para mantener la estabilidad del sector.
Conclusiones y perspectivas futuras
El Gobierno de Aragón ha dado un paso importante al incrementar el presupuesto de ayudas directas a los agricultores y ganaderos afectados por la sequía. Este incremento del 37,5 % en agricultura y el 25 % en ganadería refleja la gravedad de la situación y la urgencia de apoyo en el sector agropecuario.
Con estas, se espera que los pagos puedan efectuarse de manera rápida y eficaz antes de que finalice el año, facilitando a los beneficiarios la recuperación de las pérdidas sufridas y permitiéndoles continuar con sus actividades. La respuesta del Gobierno de Aragón no solo destaca el valor económico de la agricultura y ganadería en la región, sino también su papel fundamental en la sostenibilidad de las zonas rurales. La prioridad de estas ayudas es mitigar las consecuencias de la sequía y asegurar que el sector agrario pueda adaptarse a las crecientes demandas de sostenibilidad y resiliencia frente al cambio climático .