En un contexto marcado por la creciente incertidumbre y el agotamiento de las explotaciones rurales, ARAG-ASAJA, una de las principales organizaciones agrarias de La Rioja, ha puesto en marcha una campaña de denuncia para concienciar a la ciudadanía sobre las dificultades que enfrenta el sector agrícola y ganadero. Desde hoy, carteles con mensajes reivindicativos llenan las plazas y calles de numerosos pueblos riojanos, mientras que estos mismos reclamos se replican en redes sociales con la intención de llegar al mayor número posible de personas. La campaña, además, busca contrarrestar los prejuicios y mitos que rodean al sector, subrayando la importancia de la supervivencia de la agricultura y la ganadería como sectores fundamentales para el desarrollo económico y social de La Rioja y el resto de España.
La iniciativa de ARAG-ASAJA, que lleva el nombre de “Siembra para que se entienda”, pone el foco en desmentir los rumores y estigmas que afectan a los profesionales del campo, especialmente la idea de que los agricultores y ganaderos viven de ayudas o que son “quejumbrosos” por naturaleza. Según afirma la organización, estas ideas son tanto injustas como erróneas y en nada reflejan la realidad de las numerosas familias que, generación tras generación, han mantenido una estrecha conexión con la tierra y el medio rural, contribuyendo al sostenimiento del entorno natural y a la producción de alimentos frescos y de calidad.
En palabras de los representantes de ARAG-ASAJA, “el objetivo de la campaña es trasladar al público la imagen de un sector que, lejos de beneficiarse de la asistencia gubernamental, lucha cada día por sobrevivir ante costes de producción que suben sin cesar, una burocracia compleja y a menudo ineficiente, y una normativa europea cada vez más exigente que, lejos de protegerles, ha agravado su vulnerabilidad.”
Entre los principales mensajes de la campaña se encuentran afirmaciones como: “Sin agricultores ni ganaderos, no habrá alimentos frescos y de calidad”, o “Depender de importaciones fuera de Europa es arriesgado para nuestra seguridad alimentaria”. ARAG-ASAJA enfatiza que estos profesionales no solo producen alimentos de forma sostenible, sino que también cuidan de la biodiversidad y el medio rural, un esfuerzo que consideran esencial que la sociedad reconozca y valore.
ARAG-ASAJA ha aprovechado también esta campaña para visibilizar algunos de los desafíos específicos a los que se enfrentan hoy en día los agricultores y ganaderos de La Rioja. Entre estos destacan la subida de los costes de producción, la pérdida de rentabilidad y las normativas europeas, a menudo percibidas como restrictivas o inadecuadas para la realidad de las pequeñas y medianas explotaciones rurales.
El encarecimiento de los insumos, como los fertilizantes, el combustible y el agua, ha afectado gravemente a la economía de las explotaciones, dificultando la viabilidad del trabajo agrícola. De hecho, según datos de ARAG-ASAJA, los costes han aumentado un 40% en los últimos cinco años, mientras que los precios de venta de los productos agrícolas no han experimentado un crecimiento proporcional. Esto ha generado una situación de “asfixia económica” en la que muchos agricultores no encuentran margen de beneficio suficiente para sostener sus explotaciones.
Además, los agricultores y ganaderos se sienten desprotegidos ante los efectos de la burocracia y las regulaciones que, en lugar de aliviar su carga, añaden complejidad y restan tiempo para realizar su labor productiva. “En ocasiones parece que se olvidan de nosotros”, afirma un representante de ARAG-ASAJA. “La burocracia nos ata las manos y nos impide trabajar con la eficiencia que necesitamos”.
Uno de los objetivos fundamentales de la campaña es desmentir bulos y “verdades a medias” sobre el sector. ARAG-ASAJA subraya que existe una percepción errónea en la sociedad de que los agricultores y ganaderos reciben ayudas de forma generalizada y, aun así, se quejan constantemente. En realidad, explican desde la organización, estas ayudas son limitadas y en muchos casos insuficientes para cubrir siquiera los costes de producción, especialmente en un momento en que el sector se enfrenta a un incremento de costes de insumos sin precedentes.
ARAG-ASAJA señala, además, que los productores europeos deben cumplir con estándares y normativas mucho más estrictas en comparación con otros países, una situación que genera una competencia desleal cuando se permite la importación de productos desde fuera de la Unión Europea sin las mismas exigencias. “Dependiendo de las importaciones, corremos el riesgo de llenar nuestros mercados con productos de menor calidad, que no cumplen con las mismas exigencias de seguridad y sostenibilidad que se imponen a los productos europeos”, añade el portavoz.
En el marco de esta campaña, ARAG-ASAJA hace un llamado a la sociedad riojana, que cuenta con una fuerte tradición agraria, para que apoye sus reivindicaciones y exija medidas efectivas que aseguren la supervivencia del sector. Los agricultores y ganaderos destacan la importancia de proteger el campo tal y como se conoce hoy en día, subrayando que sin ellos no sería posible mantener el medio rural, ni asegurar el suministro de alimentos frescos y saludables.
La organización agraria también insiste en la necesidad de que los gobiernos, tanto nacional como autonómico, tomen medidas que alivien la carga económica de los productores y faciliten el acceso a ayudas para modernizar las explotaciones y mejorar su competitividad. Entre las medidas solicitadas, ARAG-ASAJA propone una reducción de la carga fiscal, subvenciones directas para paliar los efectos de la subida de precios de los insumos y una revisión de las normativas europeas para adecuarlas a la realidad de las pequeñas y medianas explotaciones.
Como parte de sus acciones reivindicativas, ARAG-ASAJA y otras organizaciones agrarias de la región tenían programada una protesta el pasado 30 de octubre para exigir medidas concretas que ayuden a superar la crisis que vive el sector, especialmente el vitícola. La protesta iba a centrarse en la necesidad de facilitar el arranque voluntario de viñedos en La Rioja, una medida que, según ARAG-ASAJA, ya se ha puesto en marcha en otros países como Francia, para reducir el exceso de producción y mejorar los precios en el mercado. Sin embargo, la protesta fue aplazada debido a la tragedia de la DANA que ha afectado gravemente a otras partes de España en los últimos días.
La crisis en el sector vitícola es otro de los problemas urgentes que ARAG-ASAJA destaca en su campaña. En La Rioja, el exceso de producción y la caída en el precio del vino han puesto en peligro la viabilidad de muchas explotaciones vinícolas. La organización agraria advierte que, sin un plan de acción inmediato, la situación podría derivar en el abandono de numerosas hectáreas de viñedo, una pérdida no solo económica, sino también cultural y medioambiental para la región.
ARAG-ASAJA Apela a la Conciencia y Solidaridad de los Riojanos
A través de esta campaña, ARAG-ASAJA llama a la solidaridad y a la acción conjunta de la sociedad riojana para proteger el sector agrario, que consideran esencial para el futuro económico, social y medioambiental de la región. En sus comunicados, la organización recalca que la desaparición de las explotaciones agrarias no solo afecta a quienes trabajan directamente en el campo, sino también a la totalidad de la población, ya que el campo y sus profesionales son garantes de la seguridad alimentaria y cuidadores de los paisajes y recursos naturales.
La campaña reivindicativa de ARAG-ASAJA es, en última instancia, un intento de mostrar a la sociedad la importancia de apoyar un modelo agrícola y ganadero sostenible, local y responsable, capaz de enfrentar los retos del futuro sin dejar de ofrecer productos de calidad y accesibles a todos los ciudadanos.