El sector ganadero de Extremadura está enfrentando un nuevo desafío con el anuncio de la Junta de Extremadura de reintroducir las tasas ganaderas a partir del 1 de enero de 2025. Esta decisión ha generado un fuerte rechazo por parte de Apag Extremadura Asaja, que considera la medida como un golpe adicional para un sector que ya enfrenta múltiples dificultades.
Las tasas ganaderas: de la bonificación al cobro obligatorio
Las tasas ganaderas corresponden a la expedición de documentos obligatorios para la actividad ganadera, gestionados a través de las oficinas veterinarias comarcales. Desde 2023, estas tasas habían sido bonificadas, lo que permitió a los ganaderos reducir los costos burocráticos y concentrar recursos en la producción. Sin embargo, la Junta de Extremadura ha anunciado que esta bonificación será eliminada, lo que implicará un retorno al pago obligatorio de estos trámites.
El impacto económico de esta medida será significativo. Según cálculos preliminares, cada ganadero podría enfrentarse a un gasto adicional de entre 200 y 500 euros anuales, dependiendo del tamaño de la explotación y del número de documentos requeridos. Este incremento llega en un momento en el que el sector aún no se ha recuperado de los estragos causados por la lengua azul y otros problemas estructurales.
Impacto de la lengua azul y otras crisis en el sector
El año 2024 ha sido especialmente complicado para los ganaderos extremeños debido a la crisis de la lengua azul, una enfermedad que afecta gravemente a las explotaciones de ovino y bovino. Según datos de Apag Extremadura Asaja, más del 40 % de las explotaciones ganaderas de la región se han visto afectadas directa o indirectamente por esta enfermedad, lo que ha generado pérdidas económicas millonarias.
Además de la lengua azul, los ganaderos han tenido que lidiar con problemas estructurales, como:
- El aumento de los costos de producción, especialmente en piensos y combustible, que han registrado incrementos de hasta un 25 % en el último año.
- La sequía prolongada, que ha reducido significativamente la disponibilidad de pastos naturales, obligando a muchos ganaderos a recurrir a la alimentación suplementaria.
- Dificultades en la comercialización de productos ganaderos, con precios en origen que no cubren los costos de producción en muchos casos.
El rechazo de Apag Extremadura Asaja
Ante este contexto, Apag Extremadura Asaja ha expresado su oposición rotunda a la eliminación de la bonificación de las tasas ganaderas. La organización considera que esta medida es injustificada y representa un retroceso en las políticas de apoyo al sector.
Según declaraciones del presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, “el cobro de estas tasas es una carga adicional e innecesaria para los ganaderos, especialmente en un momento de crisis. Exigimos a la Junta de Extremadura que reconsidere esta decisión y mantenga el sistema actual de bonificación”.
La organización también ha señalado que estos documentos son esenciales para la actividad ganadera, ya que incluyen trámites como:
- Certificados sanitarios para el movimiento de animales.
- Documentación necesaria para exportaciones.
- Registro de vacunaciones obligatorias.
Desde la perspectiva de los ganaderos, estos trámites no deben ser vistos como un lujo o un servicio adicional, sino como una obligación que debe contar con el respaldo de las administraciones.
El contexto normativo: ¿un cambio de rumbo en las políticas ganaderas?
La eliminación de la bonificación de las tasas ganaderas plantea interrogantes sobre el rumbo de las políticas de apoyo al sector en Extremadura. En los últimos años, la región había avanzado en medidas destinadas a aliviar la carga económica de los ganaderos, incluyendo:
- Subvenciones directas para la compra de piensos en situaciones de sequía.
- Ayudas extraordinarias para combatir enfermedades como la lengua azul y la fiebre aftosa.
- Programas de promoción de la carne de origen extremeño en mercados internacionales.
Sin embargo, el anuncio de reintroducir las tasas contrasta con este enfoque y genera preocupación sobre el compromiso de la Junta de Extremadura con el sector ganadero. Según estimaciones de Apag Extremadura Asaja, los ingresos que la Junta podría obtener con este cambio apenas representarían un 0,5 % del presupuesto regional, lo que pone en duda la necesidad real de esta medida.
Movilizaciones en defensa del sector ganadero
Apag Extremadura Asaja no descarta llevar a cabo movilizaciones si la Junta no reconsidera su decisión. La organización ha anunciado que está evaluando medidas de protesta para garantizar que los intereses de los ganaderos sean escuchados.
Entre las acciones propuestas se incluyen:
- Manifestaciones frente a las oficinas de la Junta de Extremadura.
- Reuniones con responsables políticos para exponer el impacto negativo de la medida.
- Campañas informativas para sensibilizar a la opinión pública sobre la situación del sector ganadero.
Conclusión: una medida polémica en un momento crítico
La eliminación de la bonificación de las tasas ganaderas ha generado una fuerte oposición por parte de los ganaderos extremeños y de Apag Extremadura Asaja. En un contexto marcado por la crisis económica, sanitaria y climática, esta decisión es vista como un golpe adicional para un sector que ya enfrenta múltiples desafíos.
La Junta de Extremadura tiene la oportunidad de rectificar y demostrar su compromiso con un sector estratégico para la economía regional. Mantener las bonificaciones no solo aliviaría la carga económica de los ganaderos, sino que también enviaría un mensaje de apoyo en un momento crítico.