ANOVE destaca que el coste medio de desarrollar una variedad de semilla, en Europa, se sitúa entre 1-1,5 millones de euros

Agronews Castilla y León

5 de junio de 2015

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Durante la III edición de las Jornadas GENVCE (Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos), conjunto formado por las distintas administraciones que realizan evaluación de material vegetal comercial en cultivos extensivos en las once comunidades autónomas con mayor superficie de cultivos extensivos se celebró el Foro Técnico de Transferencia en Cereales de Invierno, en el que Antonio Villarroel, Secretario General de Anove que ha expuesto las ventajas económicas y técnicas del uso de semilla certificada que ha presentado como vector de innovación y progreso en la agricultura.

Villarroel ha hablado del coste medio de desarrollo de una única variedad, que en la UE es de 1 a 1,5 millones € y cuyo proceso tiene una duración aproximada de 10 años. Además, ha destacado las ventajas que el uso de semilla certificada suponen para el agricultor entre las que se encuentran: el ahorro, debido a la menor dosis de siembra por la garantía de germinación y menor tiempo en la preparación de la semilla; el rendimiento, que asegura la producción y mejora de la cosecha; la calidad, por la garantía mediante controles oficiales y trazabilidad y pureza varietal aseguradas; la inversión en I+D, ya que las nuevas variedades son la garantía del progreso y la mejora de la producción agrícola.

Ha concluido con la necesidad de seguir investigando para satisfacer las necesidades actuales y futuras de la mejora genética vegetal que ha provocado un salto evolutivo en la agricultura. Si bien ha afirmado que el proceso de investigación es muy costoso, las empresas dedicadas a la mejora invierten en I+D más porcentaje de sus beneficios que cualquier otro sector (más del 20%) porque saben que la semilla certificada es el fruto de la investigación y de la tecnología y el futuro de una agricultura más competitiva.

Finalmente ha trasladado su preocupación por el riesgo real de colapso del sistema por su insostenibilidad. La falta de trazabilidad y de garantías de seguridad de la semilla reproducida de forma ilegal también es un perjuicio para el agricultor y el conjunto del sector. Ha alertado de la posibilidad de que si no se fomenta la industria nacional, se favorezcan las empresas de los países vecinos más activos y más proactivos.

Sobre las ventajas de la semilla certificada y los derechos de propiedad industrial

La semilla certificada es un producto de calidad de primer orden, estandarizado y reconocido internacionalmente al cumplir con las especificaciones técnicas de los reglamentos que la regulan.

El sistema de certificación garantiza la calidad de la semilla, en los parámetros exigidos en los reglamentos técnicos: origen, trazabilidad, homogeneidad, pureza específica, pureza varietal, germinación, ausencia de otras semillas no deseadas e la siembra, sanidad y humedad.

El desarrollo de nuevas variedades sólo es posible con una inversión continua en los programas de investigación. Para sostener los programas de mejora y el desarrollo de variedades es vital proteger los resultados de los trabajos de los obtentores y respetar sus derechos de propiedad industrial.

La investigación y desarrollo de nuevas variedades por las empresas obtentoras ha permitido a los agricultores duplicar los rendimientos en los últimos 50 años, con un aumento de la calidad de las cosechas. La reproducción o la compra de semillas o plantas ilegales, o el reempleo de granos para siembra sin aplicar los derechos de propiedad industrial, amenazan la investigación y comprometen el futuro de nuestra agricultura.

La utilización de material vegetal producido clandestinamente puede dar resultados deficientes y acarrear serios perjuicios económicos al agricultor, sin olvidar que incide en la seguridad del consumidor, que ve limitada la trazabilidad de los alimentos que consume



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