
La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales, junto con el Centro de Investigación y Teconología Alimentaria (CITA), está desarrollando una investigación para el control de teosinte. El objetivo de estos ensayos, según la organización, es describir “la emergencia de teosinte en condiciones de campo con diferentes cultivos comerciales de ciclo estival”. Entre ellos destaca, fundamentalmente, la producción de maíz.
Las cosechadoras, principal elemento a controlar
Por ello y para evitar que prolifere esta mala hierba es necesario, según ANOVE, un control preventivo y curativo y combinar diferentes modos de lucha (química y mecánica). El principal modo de dispersión sigue siendo las cosechadoras de maíz, que pueden llevar la semilla a muchos kilómetros de distancia, por ello la limpieza de la maquinaria y la utilización de semilla certificada de maíz son medidas de prevención clave.
El teosinte ha sido identificado como planta ancestro del maíz actual. Se trata de una nueva mala hierba, una gramínea anual de difícil control en cultivo de maíz con productos fitosanitarios al estar emparentada con éste y tener un ciclo vegetativo muy similar. Esta mala hierba apareció en España por primera vez en la zona de los Monegros, en Aragón, que es la zona más afectada en España. De momento se limita a zonas de cultivo muy concretas, se estima que en Aragón existen 684 Ha. afectadas y en Cataluña 80 Ha, aunque con diferentes grados de afectación. Desde la asociación aseguran estar “comprometidos con las directrices de las autoridades de las Comunidades Autónomas afectadas por esta mala hierba y con las obligaciones de vigilancia de cultivos y notificación de nuevos focos donde se detecte su presencia”.