La Alianza UPA-COAG ha lanzado una contundente alerta a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Agricultura ante la aparición de nuevos focos de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) en la región. Esta enfermedad, que ya ha causado estragos en el pasado, está nuevamente afectando a explotaciones ganaderas en zonas de Zamora, Burgos, Soria y León, provocando preocupación en el sector ganadero.
Alerta por la Expansión de la EHE: De Ávila a Nuevas Provincias
Durante la campaña pasada, las provincias de Ávila, Salamanca y Zamora sufrieron las devastadoras consecuencias de la EHE, con más de 12.000 animales muertos. A pesar de las esperanzas de que la enfermedad desapareciera con la llegada del invierno, los nuevos brotes en Sanabria (Zamora), Burgos, Soria y León demuestran que el problema está lejos de ser controlado. Esta expansión ha generado alarma, ya que estas provincias no habían sido afectadas previamente, lo que indica que la enfermedad se está extendiendo rápidamente y con consecuencias potencialmente graves.
El Compromiso Incumplido: Ayudas Prometidas pero No Concretadas
La Alianza UPA-COAG no ha dudado en recordar el compromiso que adquirieron el presidente Mañueco y la Consejería de Agricultura con los ganaderos afectados por la EHE. En la campaña pasada, la Administración regional anunció ayudas para aquellos que sufrieron la enfermedad entre el 25 de agosto y el 16 de octubre de 2023. Sin embargo, los ganaderos que experimentaron pérdidas antes o después de esas fechas han quedado desprotegidos. A pesar de las promesas de una nueva Orden para cubrir a todos los afectados, no se ha sabido nada más al respecto.
El Impacto Económico en las Explotaciones Ganaderas
La EHE no solo ha provocado la muerte de miles de animales, sino que también ha generado una grave crisis económica para los ganaderos de la región. Según estimaciones de la Alianza UPA-COAG, la pérdida de una vaca supone para cada ganadero entre 900 y 1.500 euros. Además, cada aborto causado por la enfermedad representa una pérdida adicional de 400 euros, y el tratamiento sanitario preventivo de la EHE genera un costo diario de 10 euros por res.
Para poner en perspectiva, una explotación con 50-60 animales puede enfrentar gastos veterinarios, de tratamientos y desinfectantes superiores a los 2.000 euros. Estos costos, sumados a las restricciones de mercado y los efectos a largo plazo en la fertilidad de los animales, están poniendo en riesgo la viabilidad de cientos de explotaciones ganaderas en Castilla y León.
Reclamaciones Urgentes de la Alianza UPA-COAG
Ante esta situación crítica, la Alianza UPA-COAG ha hecho un llamado urgente a los responsables políticos de la Junta de Castilla y León para que tomen medidas inmediatas. La organización exige que se antepongan los intereses del sector ganadero a las vacaciones de verano y que se planifique de inmediato un Plan de Actuaciones Urgentes. Este plan debería incluir medidas preventivas, como la vacunación masiva de animales, y ayudas directas para compensar las pérdidas sufridas por los ganaderos.
Además, la Alianza UPA-COAG ha solicitado al Ministerio de Agricultura que libere con urgencia los 15 millones de euros prometidos para las comunidades autónomas afectadas. Estos fondos deberían destinarse a cubrir el costo de las vacunas y revacunas, así como a indemnizar la desinfección de explotaciones y a compensar los daños ya sufridos por la EHE.
La Amenaza a Largo Plazo: Efectos sobre la Cabaña Ganadera y la Economía Rural
El impacto de la EHE no se limita a las pérdidas inmediatas en términos de mortalidad animal. La enfermedad también tiene consecuencias a largo plazo en la cabaña ganadera, afectando la fertilidad de los animales y generando problemas en las parideras, lo que podría comprometer la producción futura. Esto, a su vez, afecta a toda la economía rural de Castilla y León, que depende en gran medida del sector ganadero.
La Necesidad de una Respuesta Rápida y Eficaz
La situación en Castilla y León es grave, y la respuesta de las autoridades debe ser rápida y eficaz. La Alianza UPA-COAG ha dejado claro que no se puede esperar más para tomar medidas. Las ayudas directas, la vacunación y la desinfección de explotaciones son esenciales para evitar que la EHE siga causando estragos en la región. Si no se actúa de inmediato, las consecuencias para el sector ganadero podrían ser irreparables, poniendo en peligro no solo la economía rural, sino también el sustento de miles de familias que dependen de la ganadería en Castilla y León.
Es crucial que tanto la Junta de Castilla y León como el Ministerio de Agricultura asuman su responsabilidad y proporcionen el apoyo necesario a los ganaderos afectados. La viabilidad del sector ganadero en la región depende de ello, y el tiempo para actuar es ahora.