La asociación de ganaderos y ganaderos Agromuralla se queja de que las explotaciones lecheras vuelven a estar «hasta el cuello» después de que las industrias lácteas volvieran a bajar la leche en septiembre.
“Desde enero el precio medio de la leche en las explotaciones se ha reducido un 20%, pero en los supermercados se mantiene al mismo precio”, explica el presidente de Agromuralla, José Luis Pérez Barreiro.
Según los datos del IPC del pasado mes de agosto, desde enero la leche entera ha aumentado un 0,3% en los lineales de los supermercados, mientras que el queso ha incrementado su precio un 2,2% y el resto de lácteos un 4,3% ( Fuente: INE ).
“En los supermercados el precio de la leche y los productos lácteos sigue costando lo mismo, por eso las industrias y cadenas de distribución están aumentando sus márgenes a base de ahogar a quienes producen leche. Es algo que el consumidor debe saber porque está poniendo en riesgo el suministro. de un bien básico de primera necesidad», insiste Agromuralla.
Cierre del 40% de las explotaciones desde 2015
Agromuralla recuerda que «España es un país deficitario en la producción de leche» que se ve obligado a comprar «más de una cuarta parte de los productos lácteos que consume (la producción total española es de unos 7,3 millones de toneladas y las importaciones representan 2 millones de toneladas más) «, por lo que «el precio pagado a los agricultores debería reflejar esa realidad».
Sin embargo, la baja rentabilidad de las explotaciones impide el relevo generacional y ha provocado el cierre de 3.800 explotaciones en Galicia en los últimos 8 años. De las 9.600 explotaciones lecheras que había en la comunidad en 2015, hoy sólo quedan 5.824, según datos del Ministerio del pasado mes de julio, lo que supone el cierre de 4 de cada 10 explotaciones desde el fin de las cuotas lácteas.
Los costos de producción siguen aumentando
Los costes de producción ganadera siguen siendo elevados, con el gasóleo de nuevo en máximos históricos, al igual que los forrajes (precios más altos de la paja debido a la sequía y la baja producción, los rollos de hierba para ensilaje y el maíz para ensilaje en determinadas zonas). «Las cosas se empiezan a complicar otra vez y los números empiezan a apretar otra vez», evidenció Pérez Barreiro.
En su opinión, el aumento de la producción lechera en estos momentos en Galicia es engañoso , ya que no se debe a una mayor rentabilidad de las explotaciones, sino a la búsqueda de una mayor economía de escala por parte de las explotaciones. «Ya hemos perdido todo el incremento del año pasado y a medida que los márgenes por litro de leche se reducen, se hace necesario producir más para ganar lo mismo, situación que nos obliga a hacer inversiones y vivir permanentemente endeudados», explica el presidente de Agromuralla.
Desigualdad entre granjas
Según la organización de productores, las industrias lácteas ya aplicaron dos reducciones este año, en los meses de abril y julio , con la renovación de los contratos de corta duración y una bajada que oscila entre los 8 a 1 2 céntimos en abril, dependiendo da industria compradora y volumen producido por la granja.
«En estos momentos puede haber hasta 8 céntimos de diferencia entre lo que cobran unas explotaciones y otras, se está creando una situación de desigualdad», asegura Pérez Barreiro. El precio de compra de los contratos actuales varía entre 42 y 50 céntimos y tocaría volver a renovar antes de fin de año.
Posible la adopción de medidas en los próximos meses
Desde la asociación de productores critican tanto a la Xunta como al Gobierno Central por «abandonar a su suerte a los productores ante las sucesivas renovaciones de contratos», por lo que no descartan adoptar las medidas que se consideren necesarias «si las administraciones públicas no actúan en defensa de los agricultores» y continúan en esta línea de negligencia .
«Las administraciones públicas no son capaces de hacer cumplir las leyes que ellas mismas aprueban y las industrias se aprovechan de ello y siguen acampando a sus anchas», denuncia Pérez Barreiro.
«La Xunta sigue sin hacer público un índice oficial de costes de producción que sirva para retirar las ayudas públicas a aquellas industrias que pagan por debajo de ese precio, posicionando así a la Administración gallega al lado de las industrias y no de los agricultores; mientras que la AICA, en funciones como todo el Ministerio, haga la vista gorda ante los incumplimientos flagrantes de las empresas en la presentación de ofertas y contratos a los agricultores, en lugar de actuar de oficio, como sería su obligación”, considera Agromuralla .