La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía prevé para la cosecha de 2018 un aumento de la producción y superficie de los cereales secundarios cebada, avena y triticale -cruce de trigo y centeno-. En concreto, para la cebada se pasaría de las 238.768 toneladas a las 370.425 toneladas (55%) y de las 114.343 hectáreas a las 126.845 hectáreas (11%). En cuanto a la avena, que se mantiene estable en superficie, el aumento de producción sería del 57%, de las 169.395 a las 266.084 toneladas. Por último, el triticale aumenta en cantidad un 34,7% (de 112.678 toneladas a 151.742 toneladas) y un 16% en hectáreas, de 40.983 a 47.489.
La provincia andaluza más destacada en estos cultivos es Córdoba. Se estima que ha obtenido el 45% de la producción andaluza de avena frente al 21,6% del año pasado, el 20,2% de la cebada y el 16,9% de triticale. En segundo lugar se situaría Sevilla, que concentra el 25,8% de la cebada (19,5% en 2017), el 33,7% del triticale y el 16,5% de la avena. Del resto de provincias, es reseñable la producción de triticale gaditana, con un 32,2%.
La superficie de cereales secundarios ha tendido al crecimiento a lo largo de los últimos años y actualmente supone algo más del 40% de las hectáreas dedicadas al cereal en Andalucía. En 2017, se obtuvo el 4% de la producción nacional de cebada, el 19,4% de la de avena y el 32,3% de la de triticale. El conjunto de los tres cereales representó alrededor de un tercio de la cosecha andaluza de cereal de invierno. En cuanto a los precios, en la campaña de comercialización 2017/2018 se observa una cierta recuperación, debido a la alta demanda de cereales para piensos.
La cebada es el quinto cereal más cultivado en el mundo y se utiliza en alimentación animal y también en el consumo humano, principalmente para la fabricación de cerveza. La avena, que es el que tiene mayor contenido de grasa, se usa sobre todo para alimentación de ganado, mientras que el triticale tiene uso forrajero mayoritariamente.