
En un paso sin precedentes hacia la mejora de las condiciones laborales del personal veterinario de los Servicios Veterinarios Oficiales de Salud Pública en Castilla y León, la Consejería de Sanidad y el Sindicato de Veterinarios de Castilla y León (SIVECAL-USCAL) han alcanzado un acuerdo clave que marca un antes y un después para quienes desempeñan su labor en mataderos e industrias alimentarias de la región.
Este pacto, que será tramitado mediante Decreto y validado en la Mesa General de Negociación de los Empleados Públicos, reconoce el papel esencial de estos profesionales en la protección de la salud pública y la seguridad alimentaria, además de atender a la necesidad urgente de fidelización de este colectivo frente a la creciente carga de trabajo.
Una actividad esencial con cifras en aumento
Durante el año 2024, se sacrificaron más de 95,2 millones de animales en los mataderos de Castilla y León, todos ellos sometidos al control oficial veterinario. Este volumen supone un incremento del 21 % respecto a 2020, reflejo de la creciente importancia del sector cárnico y su contribución al PIB regional.
La labor del personal veterinario de los mataderos es ineludible: ningún alimento puede salir al mercado sin su revisión, ni siquiera en fines de semana o festivos, lo que requiere una alta disponibilidad, dedicación, formación específica y asumir riesgos laborales superiores a los de otras dependencias administrativas.
Principales medidas del acuerdo
Complemento de atención continuada
Uno de los avances más significativos del acuerdo es la creación de un nuevo complemento retributivo para compensar los turnos especiales:
Modalidad | Cuantía | Observaciones |
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Turno de noche | 9 €/hora | Se cuadruplica la cuantía actual |
Sábados, domingos y festivos dentro de jornada ordinaria | 9 €/hora | |
Sábados, domingos y festivos con exceso de jornada mensual | 32 €/hora |
Estas cuantías, que se aplicarán con carácter retroactivo desde el 1 de abril de 2025, buscan reconocer el esfuerzo adicional del personal y evitar el desgaste profesional. Además, son compatibles con otras compensaciones horarias previstas en la normativa vigente.
Refuerzo de la formación especializada
El acuerdo contempla una mejora del perfil formativo del personal veterinario, articulada a través de dos ejes:
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Programa de formación en colaboración con el Instituto de Estudios de Ciencias de la Salud de Castilla y León (IECSCYL), orientado a quienes han finalizado estudios en Veterinaria y deseen trabajar en el ámbito del control oficial en mataderos.
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Oferta formativa complementaria a través de la Escuela de la Administración Pública de Castilla y León (ECLAP), que se reforzará para cubrir necesidades específicas del colectivo.
Con ello, se pretende garantizar que los profesionales cuenten con las herramientas necesarias para afrontar los retos sanitarios y tecnológicos del sector.
Mejora de medios materiales e integración tecnológica
Otra medida destacada es la provisión de recursos técnicos al personal veterinario:
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Acceso a doble autenticador para correo electrónico corporativo.
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Inclusión de los puestos informáticos en la Red Corporativa de la Junta de Castilla y León.
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Acceso progresivo a sistemas de información clave para su actividad profesional.
Estas acciones se desplegarán de forma progresiva a lo largo de 2025 y 2026, en función de la demanda y las prioridades operativas.
Hacia una interlocución permanente
Uno de los aspectos más innovadores del acuerdo es el compromiso de mantener un proceso de diálogo continuo entre SIVECAL-USCAL y la Consejería de Sanidad. Este mecanismo permitirá detectar necesidades emergentes, adaptar la normativa y asegurar la mejora sostenida del entorno laboral.
Desde SIVECAL-USCAL han señalado que este acuerdo “abre la puerta a una transformación profunda del sistema, pero es solo el principio de un camino más largo que debe completarse con más recursos, plantilla y estabilidad”.
Una reivindicación histórica, ahora escuchada
El pacto responde a reivindicaciones históricas del colectivo veterinario de Salud Pública. El hecho de que su trabajo se desarrolle en entornos de mayor penosidad, con jornadas adaptadas a las necesidades de la industria cárnica y bajo una presión constante para cumplir con los exigentes estándares sanitarios y de calidad, lo convertía en una de las tareas más exigentes dentro del sistema público.
La medida busca también evitar la fuga de talento a otras comunidades autónomas o al sector privado, donde en muchas ocasiones las condiciones laborales son más favorables.
Impacto en el sector agroalimentario de Castilla y León
El sector agroalimentario es un motor económico clave para Castilla y León. Con una gran densidad de mataderos, explotaciones ganaderas y empresas transformadoras, la región no puede permitirse debilitar el eslabón sanitario de la cadena.
Al garantizar una presencia veterinaria sólida y cualificada, se refuerzan los pilares de la seguridad alimentaria, la exportación de productos cárnicos, y la confianza del consumidor, en línea con las normativas europeas más exigentes.
Conclusión: una apuesta por el reconocimiento y la dignidad profesional
Este acuerdo constituye un hito para la sanidad pública veterinaria en Castilla y León. Por primera vez se reconoce en términos económicos, organizativos y profesionales la importancia de este colectivo que vela por que cada alimento llegue en condiciones óptimas a la ciudadanía.
Más allá de las cifras, el pacto refleja una voluntad política clara de dignificar una profesión indispensable y de asegurar que la salud pública no se subordina a recortes ni a desatención estructural. El reto ahora será mantener el compromiso vivo, cumplir los plazos y seguir construyendo un modelo sanitario rural robusto, humano y justo.