Las abundantes lluvias y una floración justa y buena está permitiendo que la campaña de la aceituna en la localidad zamorana de Fermoselle “sea muy buena”, al menos así lo ha reconocido el presidente de la cooperativa Virgen de la Bandera, Francisco Javier de Jesús, a AGRONEWS CASTILLA Y LEÓN al señalar que “llovió a tiempo, justo la floración fue muy buena y luego en septiembre-octubre ha habido muchísima agua y la aceituna ha ido engordando y los olivos están como hacia años que nos los veíamos”.
Desde hace dos campañas la recogida ha sido “muy mala” con unas producciones muy bajas que no han llegado a los 90.000 kilos. Pero este año la situación “es muy distinta”, como asegura Francisco Javier, al confirmar que “podemos superar los 300.000 kilos, aunque es pronto para aventurar datos, pero este año es mucho mejor”.
El tipo de aceituna que se cosecha en esta localidad zamorana es la variedad Manzanilla Cacereña “pero no es cacereña, no sabemos si el clima o la zona lo ha cambiado porque es diferente aunque se parezca pero no es la misma”. De cualquier forma estos olivos reportan un aceite de oliva virgen extra de extraordinaria calidad.
La campaña puede durar hasta mediados del mes de diciembre ya que se están recogiendo las aceitunas a un buen ritmo y continuarán así los próximos días “si las lluvias no interceptan la recolección de toda la aceituna en los Arribes del Duero zamorano”.
Este año han empezado antes a recolectarla, alrededor de unos 15-20 días. En este sentido, el presidente de la cooperativa señala que “la calidad es muy buena, la mayoría de los olivos todavía están verdes, por eso tiene menos rendimiento, ahora mismo están dando como máximo un ocho por ciento, es decir, que se necesitan 14 kilos de aceituna para producir un litro”. De cualquier forma la entrega que tienen que hacer los socios a la cooperativa es de un máximo de 1.500 kilos de aceituna por día y socio.
Campaña de aceituna en Fermoselle
El aceite que se obtiene de los olivos en esta zona “se queda para nosotros”, señala Francisco Javier de Jesús, “es todo autoconsumo para los socios, todos los kilos que entran se reparten de forma proporcional y después cada uno hace lo que quiere con el aceite, algunos lo reparten entre los familiares o amigos”.
La cooperativa Virgen de la Bandera cuenta con unos 160 socios “aunque cada vez hay menos, los olivos se han ido heredando y quedando en la familia”. Este cultivo se extiende en Fermoselle a lo largo de 295 hectáreas, lo que supone cerca del 5 por ciento del total de la superficie. Aunque el porcentaje no es muy significativo el olivar en esta zona tiene una gran importancia estratégica donde este cultivo singular en la provincia se mantiene gracias al microclima, con unos inviernos menos fríos en ciertas zonas por su baja altitud y una menor exposición a las heladas.
La característica principal del aceite que se obtiene de los olivos en esta zona “es muy bueno porque rinde muy poquito que es lo que le da un sabor más picante y eso hace que sea mejor, este aceite hay mucha gente que no lo quiere porque rinde muy poco, por eso se utiliza más para los bares para tapa o pincho”, afirma de Jesús.
Lo que si está claro es que el ochenta por ciento de los olivos que se encuentran en esta zona de la provincia zamorana “son centenarios” incluso “algunos tienen hasta 250 años y eso es lo que le hace más característico a este aceite que nosotros obtenemos”.