En un contexto de fluctuaciones económicas y cambios en el consumo, el aceite de oliva es el único producto cuyo precio sube significativamente en 2023.
Esta es una de las conclusiones clave discutidas en la mesa redonda online «El mercado internacional de grasas animales y aceites vegetales: Oferta, demanda y precios», un evento preludio de la World Olive Oil Exhibition, la feria líder mundial dedicada exclusivamente a este sector. Este encuentro anual no solo congrega a los principales actores del comercio internacional de este preciado líquido sino que también sirve como un foro de discusión para tendencias y desarrollos en el sector, uniendo a productores y consumidores en una plataforma común.
Un Vistazo al Panorama Global
A nivel mundial, la producción de aceites y grasas asciende a aproximadamente 250 millones de toneladas. De esta cantidad, un 30% corresponde a aceite de palma, 23% a soja, 9% a girasol, y 18% a grasas animales, entre otros. Sin embargo, los de oliva representan menos del 1% del total de grasas animales y vegetales, una proporción mínima que, no obstante, refleja su exclusividad y valor. Curiosamente, más de 50 millones de toneladas de estos aceites y grasas se destinan a la producción de biocombustibles, una cifra que destaca la multifuncionalidad de estos productos pero que también limita su disponibilidad para el consumo alimentario.
Perspectivas de Expertos y Tendencias de Mercado del Aceite
Durante la mesa redonda, destacados expertos del sector compartieron sus análisis y proyecciones. Laura Pereira, representante del Grupo Aboissa y conocedora de los mercados de aceites de girasol y oliva, señaló que la escasez del segundo a nivel global se debe principalmente a una reducción en el consumo y a prácticas irregulares en su producción y composición.
Por otro lado, Jose Ángel Olivero, director comercial de LIPSA y experto en una amplia variedad de estos alimentos, resaltó que, mientras los precios de la mayoría de los aceites y grasas disminuyeron entre un 20 y un 30% durante 2023, los de oliva experimentaron un incremento promedio superior al 80%. Esta dinámica, denominada «efecto péndulo», sugiere que, aunque los precios de los demás aceites podrían aumentar pronto, se espera que el precio de los aceites de oliva disminuya eventualmente.
Jose Antonio Diaz Tavora, CEO de Diaz Tavora Agentes y experto en el mercado de grasas animales, advirtió sobre un aumento significativo en el uso de estos alimentos para la producción de biocombustibles, lo que podría representar una oportunidad para el de oliva, cuya demanda está proyectada a aumentar sustancialmente.
Por su parte, Juan Vilar, consultor internacional en aceite de oliva, enfatizó que la disminución en el consumo a nivel global se debe más a una crisis de oferta que a una disminución en la demanda. Resaltó una caída reciente en el consumo per cápita de más de 100 gramos, cayendo de 420 a 310 gramos por persona al año. Adicionalmente, proyectó que, posiblemente en esta campaña, Estados Unidos podría convertirse en el mayor consumidor del mundo de este alimento en los próximos años.
Conclusión y Perspectivas
La mesa redonda, moderada por Sergio Caño, consultor del mercado internacional, no solo proporcionó una plataforma para discutir los desafíos y oportunidades en el mercado del aceite de oliva sino que también subrayó la singularidad del producto en el contexto global. A pesar de constituir una pequeña fracción del total de aceites y grasas producidos mundialmente, el aceite de oliva ha demostrado una notable resiliencia y capacidad para desafiar las tendencias generales de precios, destacando su valor y relevancia en el mercado internacional.