El fuego ha sido uno de los protagonistas de este infernal verano. La provincia de Zamora se ha convertido en apenas dos meses en una de las más afectadas por los fuegos con más de 50.000 hectáreas calcinadas. A ello se han sumado pérdidas irreparables como la del bombero forestal de 63 años que fallecía en el incendio forestal en Losacio o un pastor de 69 años que trataba de salvar de las llamas a sus ovejas en Escober de Tábara.
Dos meses después del primer fuego, el que afectaba a la Sierra de la Culebra, aún está pendiente de conocerse la masa forestal afectada en el incendio que quemó más de 30.000 hectáreas. Ahora, conforme pasa el tiempo aparecen otras muchas consecuencias que afectan de lleno al sector primario. Según ha denunciado a Agronews la organización UPA, más de 800 colmenas han desparecido pasto de las llamas en Losacio. Por ello, han reclamado que haya un compromiso por parte de las administraciones para su reposición y que los apicultores se puedan trasladar a zonas que no estén afectadas.
A ello se suma la situación de alguna parcelas con girasoles y alfalfas que ahora son comidas por corzos que han huido del lugar de los incendios y por las que reclaman estar dentro del paquete de ayudas. Asegura Aurelio González, líder de UPA en Castilla y León, que aunque se está llevando la comida en condiciones para los ganaderos afectados, temen que el resto de pagos compensatorios se demoren. Algunos lo han perdido todo pero “hay otras zonas colindantes a las quemadas a las que se les ha negado que haya afectación cuando hay partes con petición de daños casi cada día”.
Reconoce González que se necesitan cambios drásticos en la Ley de Montes tanto autonómica como nacional así como recuperar la actividad ganadera. Un cambio que pasa en primer lugar, a su juicio, por la depuración de responsabilidades ante la “clara descoordinación” de la Junta que ha dejado un “reguero de daños medioambientales, sociales y paisajísticos”. González también ha lamentado que desde la Consejería de Agricultura no se hayan puesto en contacto aún con ellos para ofrecer colaboración: “Es triste que sigan de vacaciones aún” ha asegurado el secretario de UPA.
Dentro de esas modificaciones normativas, exigen que se deje de poner obstáculos a los agricultores y ganaderos y puedan así realizar labores de limpieza y desbroce de caminos, parcelas, linderos o matorrales que puedan originar futuros focos. Además, para los trabajadores del sector primario más afectados, esperan que se les dote de compensaciones fiscales, además de reclamar una mayor transparencia en la labor de retirada de la madera quemada con el total del valor para los ayuntamientos de los pueblos afectados o que se recuperen las ayudas a las Zonas de Influencia Socioeconómica en la Reserva de la Sierra de la Culebra. Y, sobre todo, que haya proyectos de futuro: “Se necesitan proyectos de utilización de biomasa, es una energía más limpia que puede ser de gran utilidad en estas zonas” destaca González.
La ola de calor y la sequía de este año han sido claves para los incendios pero, aseguran desde UPA, “no puede ser una excusa”. Por todo ello, saldrán el próximo 26 de agosto a las calles de la localidad zamorana de Tábara para pedir que el asunto no caiga en el olvido ante un futuro que, ya de por sí, prevén bastante negro.