
Fuerte descenso de la cotización de la avena en la sesión del 10 de junio de la Lonja de Sevilla donde repiten tanto el trigo como la cebada y la colza.
Avena y trigo duro, a la baja
Tanto la avena como el trigo duro se han mostrado claramente a la baja, la primera, de origen nacional, llega a perder 10 euros por tonelada para colocarse a 170 euros por tonelada, mientras que el segundo pierde dos euros para pasar a cotizar a 250 euros por tonelada el del «grupo 2» .
Por lo que se refiere al trigo pienso nacional subrayar que se mantiene a 203 euros y la cebada, de la misma procedencia, a 190 y 185 euros por tonelada para aquellas partidas que superen o no los 64 kilos por hectolitro.
El triticale nacional sigue a 198 euros por tonelada.
Colza
La colza repite a 450 euros por tonelada.
Habas y guisantes
Las habas y guisantes, en ambos casos nacionales, mantienen los importes de la semana pasada a 305 euros por tonelada los dos cultivos.
La Lonja de Sevilla: un termómetro vital para el campo andaluz
Un mercado de referencia para los cereales del sur peninsular
La Lonja de Sevilla se ha consolidado en los últimos años como un punto de referencia clave para la formación de precios en el sector cerealista del sur de España. Su influencia va mucho más allá de la provincia, ya que sus cotizaciones marcan la pauta en buena parte de Andalucía occidental y Extremadura, especialmente en campañas donde la volatilidad de precios y la incertidumbre climática ponen a prueba la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.
Función esencial: marcar precios reales del mercado
La función principal de una lonja agraria es ofrecer una referencia de precios transparente, objetiva y consensuada para los productos agroalimentarios que se comercializan en su área de influencia. En el caso de la Lonja de Sevilla, esta misión se cumple semanalmente mediante la publicación de cotizaciones de cereales como el trigo, la cebada, la avena, el maíz y productos industriales como la colza, entre otros.
Cada semana, un comité de expertos —compuesto por productores, almacenistas, cooperativas y operadores comerciales— se reúne para analizar las operaciones registradas y acordar los precios más representativos de mercado. Estos valores no tienen carácter obligatorio, pero se convierten en un indicador indispensable para la formalización de contratos entre agricultores y compradores.
Importancia para los agricultores: seguridad y planificación
Para el agricultor andaluz, la Lonja de Sevilla representa una herramienta de trabajo que aporta certidumbre y poder de negociación. En un contexto marcado por costes de producción al alza (fertilizantes, carburantes, seguros agrarios), saber el precio de mercado actualizado de sus productos es clave para decidir si almacenar, vender o esperar a mejores condiciones.
Además, las cotizaciones semanales sirven de base de referencia para los contratos de compraventa, el cálculo de rendimientos y hasta para operaciones financieras o peritajes en caso de siniestros. Muchos seguros agrícolas utilizan los precios de la lonja como baremo técnico.
Visión para operadores y cooperativas: estrategia comercial
Las cooperativas agrarias, los almacenistas y las industrias agroalimentarias utilizan igualmente los datos de la lonja para planificar sus operaciones logísticas, ajustar precios de compra y elaborar estrategias comerciales.
En un entorno de competencia global, donde los mercados internacionales condicionan los precios locales, disponer de una fotografía precisa y puntual del mercado local es esencial para mantener la competitividad. La Lonja de Sevilla ofrece esa instantánea con rigurosidad.
Integración con el tejido productivo regional
La importancia de esta lonja también radica en su arraigo territorial. Sevilla y su entorno agrario concentran importantes zonas productoras de cereal, especialmente en la campiña y la campiña alta. Municipios como Carmona, Écija, Marchena o Utrera acumulan miles de hectáreas dedicadas al cultivo de trigo blando, trigo duro, avena, cebada y girasol.
Además, la colza ha ido ganando terreno como alternativa sostenible y rentable en las rotaciones de secano, y su cotización en la lonja ofrece un termómetro claro de su aceptación y evolución.
Dinamización del conocimiento agrario
Más allá del precio, la Lonja de Sevilla también cumple un papel relevante en la difusión de información agraria. Cada semana, con sus actualizaciones, permite analizar tendencias, identificar momentos de ruptura o consolidación de precios, y comparar campañas.
En momentos clave de la campaña (recolección, siembra, planificación de rotaciones), el seguimiento de las cotizaciones se convierte en una rutina para técnicos agrarios, asesores, responsables de cooperativas y medios de comunicación especializados. Esta información nutre boletines, estudios económicos y análisis de mercado.
Digitalización y acceso abierto
Una de las fortalezas más recientes de la Lonja de Sevilla es su proceso de digitalización. Las cotizaciones están disponibles online, lo que democratiza el acceso a la información y mejora la transparencia.
Cualquier agricultor, comercializador o periodista puede acceder a la evolución histórica de precios, lo cual permite un análisis comparativo que enriquece las decisiones técnicas y económicas. Además, plataformas de datos agrarios e instituciones como la Junta de Andalucía integran la información de la lonja en sus propios sistemas.
En contexto de incertidumbre climática
En un escenario marcado por la sequía, el cambio climático y los mercados globalizados, contar con referencias locales adaptadas a la realidad productiva del territorio se vuelve esencial. La Lonja de Sevilla ofrece precisamente eso: un anclaje realista que permite interpretar las cifras del mercado internacional con criterio local.
Cuando el trigo francés marca mínimos históricos o los fletes desde Ucrania disparan el coste del maíz, la cotización semanal en Sevilla permite a los agricultores andaluces saber hasta qué punto estas variaciones se reflejan en sus ingresos reales.
La Lonja de Sevilla es mucho más que un listado de precios. Es una institución económica, técnica y social que refleja el pulso del campo andaluz. Su funcionamiento basado en el consenso, su capacidad de adaptación a los cambios del entorno y su valor como herramienta de planificación la convierten en un pilar esencial del ecosistema agroalimentario regional.
En tiempos de volatilidad, tener referencias fiables como la que ofrece esta lonja es sinónimo de estabilidad, y su consolidación como referencia andaluza sigue siendo un objetivo prioritario para los profesionales del campo.