Vinos de Arribes y Tierra del Vino de Zamora destacan por la singularidad y potencia

María José Salvador

19 de mayo de 2015

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El Director de Cata de la prestigiosa guía Peñín, Carlos González, ha verificado en la capital zamorana 56 muestras de vino de las Denominaciones de Origen de Tierra del Vino de Zamora y Arribes en las que ha destacado la singularidad y la potencia de estos caldos.

[[{«fid»:»18462″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:1536,»width»:2560,»style»:»width: 400px; height: 240px; border-width: 6px; border-style: solid; margin: 6px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Carlos González tuvo la oportunidad de catar un total de 57 vinos, 38 pertenecientes a la Denominación de Origen Arribes y 19 a la Denominación de Origen Tierra del Vino de Zamora.

Este prestigioso especialista ha destacado a Agronews Castilla y León la importancia que tienen estas dos Denominaciones de Origen que “aunque son pequeñas y están cerca geográficamente están separadas en el contexto organoléptico, cada una muy diferenciada”, en este sentido, González expresó para los vinos de Arribes que tenían “más complejidad mineral, son más sutiles, más ligeros y menos estructurados, es decir, son más fáciles de beber”, en cambio de los vinos de Tierra del Vino argumentó que “al ser la ultima parte de tempranillo del Duero tienen ese rasgo identitario, son más estructurados, más potentes, la fruta está mas presente y el tanino más marcado”.

En una primera valoración el catador de la Guía Peñín hizo especial hincapié en destacar “los pequeños proyectos que son capaces de conseguir vinos muy singulares, con mucha tipicidad y alto nivel”.

También es importante recalcar las variedades tan singulares que, por ejemplo, tienen en Arribes a través de la uva Juan García y Bruñal, señalando la “buena pareja” entre ellas, en la que la primera “aporta fruta y balsámicos y la segunda la estructura necesaria a unas variedades únicas en el panorama nacional con una singularidad mineral y diferente a vinos fáciles de beber”.

En las catas que ha llevado a cabo en Zamora lo primero que ha realizado para puntuar los vinos ha sido una descripción organoléptica en la que ha visualizado el color “eso indica la juventud o vejez, después olfativamente valoramos su intensidad como los olores propios de la fruta o matices del suelo y los tostados aportados por la madera”, ha señalado. Carlos González ha explicado que lo más valorado y que servirá para que estos vinos estén en la Guía Peñín con una buena puntuación es “el equilibrio entre todos los matices”.

Por otra parte, para las Denominaciones de Origen es muy importante estar presentes en la Guía Peñín como destaca el gerente la D. O Tierra del Vino de Zamora, José Manuel Braña, porque es “un buen medio para que nos conozcan los vinos y que vean lo que estamos haciendo en cada una de ellas”.

Lo cierto es que los resultados obtenidos van a formar parte de la nueva Guía 2016, que será presentada a finales de año con unas 11.000 muestras catadas aproximadamente. Hay que señalar que la Guía Peñín es uno de los principales referentes de los vinos de España en el mundo. Cuenta con ediciones en varios idiomas y se distribuye en una veintena de países.



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