Una filosofía de vida que se sufre aunque acaba compensando

Agronews Castilla y León

9 de octubre de 2016

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Una filosofía de vida. Lo ecológico y lo natural no deja de ser eso, una forma de entender la vida que se extiende del consumo a la producción. Se trata de recuperar nuestras raíces, las tradiciones para ganar en salud y proteger un medio ambiente que nos estamos cargando a cada paso que damos. Y de eso saben mucho la veintena de productores que, durante esta mañana, se han dado cita en el Paseo Marceliano Santamaría de la capital con motivo de la XIV Feria de la Biodiversidad organizada por UCCL.

Dulces y panes artesanos, embutidos, productos lácteos, chocolates y mermeladas ecológicas, cosmética natural, aceites granadinos, vinos de la Ribera del Duero, quesos de lechazo churro, pollos ecológicos y muchas frutas y verduras de la huerta burgalesa han llamado la atención de los cientos de burgaleses que, aprovechando el sol de otoño, se han dado una vuelta por El Espolón. Dicen que la curiosidad mató al gato pero, en esta ocasión, las preguntas ayudan a difundir las bondades de una producción que gana adeptos de manera lenta pero segura.

Al menos es la sensación que tienen Alicia García y Jorge González, los impulsores de Granja El Espolón, quienes han apostado por la crianza de pollos camperos ecológicos en Venialbo (Zamora). Desde ciudadanos comprometidos que quieren apoyar una aventura profesional y personal hasta personas con intolerancias alimentarias, problemas de desarrollo o sensibilidades químicas múltiples. Sus clientes son de lo más variado pero, en todos los casos, su presencia recompensa el esfuerzo que supone sacar adelante un negocio de estas características.

Alicia recuerda que el proyecto se inició como un apoyo al negocio familiar de hostelería y, cuando este cerró, se convirtió en el único sustento de la familia. Llevan dos años vendiendo pollos de corral ecológicos, que se crían en total libertad y cuya carne está libre de residuos químicos o alimentos, insiste. Y como son unos aventureros, en El Espolón se han lanzado ahora a producir patés elaborados con la carne de sus pollos, “sabrosos pero suaves”, y que ofrecen en las ferias como “carta de presentación”.

Tanto Alicia como Jorge reconocen que su apuesta “no ha sido rápida ni barata”, pero es una filosofía de vida. Exige mucha dedicación y se le echan muchas horas, pero compensa la felicitación de los clientes. Cierto es que no siempre se entiende en qué consiste la producción ecológica y, por tanto, se tiende a valorar como caro el producto. “Sobre todo entre las personas mayores”, apunta Luisa Higón, La Artesa de Villasur, una panadería artesana y ecológica ubicada en Villasur de Herreros (Burgos).

Pan de antaño

Los panes de Luisa están elaborados con masa madre, “como se hacían antaño”, que aporta riqueza de sabores y cualidades nutritivas, además de garantizar que durará más tiempo fresco. La Artesa no utiliza aditivos convencionales y cualquier ingrediente presente en sus panes o dulces procede de la agricultura ecológica. Es más, en el caso del azúcar de caña y el cacao, estos se adquieren en comercio justo. Y la elaboración es artesana, en horno de leña que se abastece de la madera que se produce en Villasur y alrededores.

Panes blancos en hogazas, tortas y barras, panes integrales de trigo, centeno o espelta, panes de cebolla y pasas y nueces, magdalenas, bizcochos y pastas caseras son algunos de los productos que se pueden encontrar en La Artesa. Las ventas se hacen bajo pedido, ha reconocido Luisa, pero cuentan con una amplia red de distribución en tiendas de Burgos, Palencia y Valladolid. Además, la panadería está abierta los fines de semana, todos los días de verano y, en invierno, las jornadas festivas.

FUENTE: Patricia Carro/Burgos Conecta



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