SEO/BirdLife y WWF reclaman al Gobierno que fije, cuanto antes, una posición clara, y consensuada con la ciudadanía, sobre el futuro de la Política Agraria Común (PAC). De lo contrario, España perderá la oportunidad de liderar las negociaciones en Bruselas hacia una PAC justa para todos. Ambas organizaciones consideran que el Ejecutivo no puede esperar, tal y como ha anunciado, a que se defina cuál será el presupuesto para el nuevo paquete de medidas, que entrará en vigor en 2020.
Países como Francia, Holanda o Portugal ya han fijado cuál es posición de cara a las negociaciones de la futura PAC, que se prolongarán durante los dos próximos años. Asimismo, desde Bruselas se ha anunciado que esta nueva política común contemplará los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por Naciones Unidas, que incluyen las metas de “hambre cero”, producción y consumo responsables y acabar con la pérdida de biodiversidad, entre otros; y los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático.
En este contexto, WWF y SEO/BirdLife sostienen que España ha de adoptar, lo antes posible, una posición de liderazgo para asegurar que la próxima PAC sea más responsable, saludable y ambientalmente sostenible. Demorar la construcción de consensos solo irá en perjuicio del sector agroalimentario, del conjunto de la ciudadanía y del medio ambiente. Es la principal propuesta que ambas organizaciones plantearán hoy, martes, al Ejecutivo estatal en la Conferencia de Alto Nivel “Construyendo la PAC del futuro” convocada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA).
SEO/BirdLife y WWF también expresarán su preocupación por el escaso protagonismo de la pérdida de biodiversidad y del agotamiento de recursos naturales como el agua o el suelo en este foro, a pesar de que se trata de uno de los principales problemas a los que ha de hacer frente la nueva PAC. Esta situación se ve reflejada en la propia consulta pública de la Comisión Europea, que distingue entre prioridades de la PAC en materia ambiental y prioridades relacionadas con la lucha contra el cambio climático, obligando al participante a elegir una sobre la otra. Si se impone esta lógica, se puede dar la indeseable situación de que la futura PAC apoye actividades agrarias desfavorables para la conservación de la naturaleza por el hecho de que contribuyen a reducir emisiones.
