Se normaliza la situación en los ríos de la zona norte de Burgos, que rebajan caudales

Agronews Castilla y León

1 de marzo de 2016

cagdagua

Una vez más, el fantasma de las inundaciones se ha extendido por la zona norte de la provincia. Justo cuando se cumple un año del histórico desbordamiento del Ebro, toda la cuenca del principal río de la zona norte permanece en situación de alerta ante el riesgo de episodios de avenidas extraordinarias. Unas crecidas que ayer pusieron en vilo a buena parte de la comarca de Las Merindades, pero que poco a poco van remitiendo.

El Ebro alcanzó ayer en Miranda una altura de 4,7 metros y un caudal de 670 metros cúbicos

Y es que, después de alcanzar picos de gran entidad, tanto el Ebro como los principales afluentes de la margen izquierda han ido reduciendo sus caudales de manera progresiva en las últimas horas. Aún así, la cantidad de agua que todavía circula por los cauces es muy superior a la habitual y desde la Confederación Hidrográfica del Ebro se mantienen todas las alertas en función de la evolución de la meteorología.

Sin duda, la situación más complicada se ha vivido durante el fin de semana en Valle de Mena, Vilarcayo, Medina de Pomar y Miranda. Allí, tanto el Cadagua, como el Nela, el Trueba y el Zadorra se salieron de sus cauces en la tarde de ayer, provocando pequeñas inundaciones de las zonas bajas. En el caso de Villarcayo, la zona más afectada fue El Soto, que permaneció bajo las aguas durante buena parte de la jornada. En el Valle de Mena, por su parte, el Cadagua (perteneciente a la cuenca hidrográfica Cantábrica) se salió de su cauce en la noche del sábado, anegando prados, caminos y campas deportivas, así como varios bajos de edificios, como el de un restaurante de Villasuso.

Aguas abajo, tampoco Miranda se ha librado de la alerta, en este caso triple. Tanto el Ebro, como en Bayas y el Zadorra presentan caudales muy por encima de lo habitual, y ayer amenazaron con repetir parte de los episodios registrados hace un año. El Zadorra, por ejemplo, se desbordó en varios puntos en Álava antes de entrar como Pedro por su casa en el poblado mirandés de El Lago. Mientras tanto, el Ebro alcanzaba la pasada madrugada 4,7 metros de altura y 670 metros cúbicos por segundo, una situación que no hacía sino complicarse en la desembocadura del Bayas, que también alcanzó un caudal de 170 metros cúbicos por segundo.

A la baja

Afortunadamente, los niveles y caudales de todos y cada uno de los ríos de la zona norte mantienen ahora mismo una tendencia a la baja. La punta de la crecida del Ebro, por ejemplo, está alcanzando ahora mismo tierras riojanas y se prevé que los índices sigan descendiendo en las próximas horas para salir de la zona de peligro. Eso sí, la Confederación Hidrográfica mantiene la vigilancia en todas sus estaciones, ya que la previsión de aumento de temperaturas y nuevas precipitaciones podrían provocar el rápido deshielo de las nieves acumuladas en la Cordillera Cantábrica en los próximos días.

G. de la Iglesia – www.burgosconecta.es


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