«Retos, desafíos y oportunidades a las que se enfrenta el sector lechero» Cayetana Santaolalla

Agronews Castilla y León

1 de febrero de 2016

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Uno de los retos a que se enfrenta el ganadero europeo es la revisión de los precios de intervención que actúan como redes de seguridad cuando los precios se desploman por circunstancias excepcionales. Los precios de intervención se establecieron en 1980 y permanecen invariables desde 2008. Conforme a ellos, se paga el litro de leche a 0,20 €/litro. Estas[[{«fid»:»25413″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:3632,»width»:5456,»style»:»width: 250px; height: 166px; border-width: 6px; border-style: solid; margin: 6px; float: right;»,»alt»:»Cayetana Santaolalla Montoya»,»title»:»Cayetana Santaolalla Montoya»,»class»:»media-element file-media-original»}}]] redes de seguridad se han quedado obsoletas. Para la actualización en los precios, habría que valorar el precio que tiene la leche en el mercado mundial, además del Impuesto sobre el Precio al Consumo (IPC) que ha subido y el precio de los insumos y la energía. La Comisión ya ha manifestado que no tiene ninguna intención de revisar los precios de intervención. El gasto económico de esta medida sería elevadísimo. No obstante, revisar las redes de seguridad no es más que un parche que no resuelve el problema que existe.

Otro reto es garantizar la prosperidad de las zonas rurales y de montaña que plantea la Resolución del Parlamento Europeo de 11 de diciembre de 2013. A través de ellas, se garantiza la seguridad alimentaria y la calidad de los alimentos y se asegura la prosperidad de las zonas rurales frente a la amenaza del abandono de tierras y el éxodo rural. Para el Comité Económico y Social, la defensa del modelo agrícola europeo es incompatible con las condiciones del mercado mundial. No es posible producir en todas las regiones europeas bajo las mismas condiciones mientras se satisface la calidad y la seguridad de la producción bajo una gestión sustentable de recursos naturales y se garantiza un mercado de trabajo de alto nivel y beneficios. Urge ajustar los desequilibrios en la cadena alimentaria porque podría tambalearse todo el orden económico y social europeo. Garantizar la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas es una manera de estabilizar ese orden económico-social y preservar las zonas rurales y de montaña. Lamentablemente, con la coyuntura actual, muchas explotaciones ganaderas van a quebrar y eso va a afectar, irremediablemente, a las zonas de montaña y de difícil acceso porque la recogida de la leche en camiones cisternas va a hacer muy poco rentable esas rutas.

Otro reto que se plantea es cómo gestionar las nuevas crisis que atraviese el sector. Se duda de la capacidad de la UE para afrontar episodios de extrema volatilidad o situaciones de crisis en los mercados, en concreto ayudando a los productores cuando los precios fluctúen mucho y sus ingresos sean volátiles. Garantizar la producción de leche de manera estable y continuada se presenta como una tarea difícil. Se plantean distintas opciones de cobertura de los precios y de los márgenes que permitan a los agricultores fijar el precio/margen de la leche de un porcentaje de su producción durante un período determinado de tiempo. Se habla de instrumentos de gestión de riesgos como los mercados de futuros a fin de aprovechar la volatilidad del sector para incrementar su competitividad. Esta opción de mercados de futuros no está resultando muy bien porque existe una volatilidad enorme en los insumos (piensos y gasoil) que son necesarios para el desarrollo de la actividad agrícola-ganadera. Ambas alternativas son difíciles de ejecutar.

El primer desafío para los ganaderos europeos se presenta con la firma de acuerdos comerciales internacionales (el TTIP, entre otros)

El primer desafío para los ganaderos europeos se presenta con la firma de acuerdos comerciales internacionales (el TTIP, entre otros). La UE tiene una industria potente de productos lácteos y la situación actual ha conducido a una reducción en el coste de la leche, reduciendo la carga que soportan los exportadores de productos procesados. Los productos lácteos de la UE soportan altos aranceles que limitan su entrada en el mercado americano y un acceso preferencial bajo el paraguas del Acuerdo Trasatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP) que se está celebrando con EEUU en estos momentos puede representar una ventaja frente a otros competidores como Nueva Zelanda, Australia y Argentina.

Otro desafío se presenta con los organismos modificados genéticamente (OMG). La distorsión en el mercado de los lácteos existe debido a que la UE, a día de hoy, prohíbe el uso de hormonas pero no prohíbe las importaciones de productos lácteos de animales tratados con hormonas (los residuos de hormonas artificiales son difíciles de distinguir de aquéllos con hormonas naturales). El posicionamiento de la UE respecto a los OMG es un desafío para el consumo y para la comercialización de aquellos lácteos que se produzcan dentro de nuestras fronteras.

[[{«fid»:»15521″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:307,»width»:500,»style»:»width: 400px; height: 246px; border-width: 6px; border-style: solid; margin: 6px; float: left;»,»alt»:»Vacuno de leche. Foto: UPA»,»title»:»Vacuno de leche. Foto: UPA»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Otro desafío es la ganadería intensiva. La ganancia en la producción de leche difiere ampliamente según el sistema de producción. Se estima que excede de un 10% en los sistemas más intensivos de agricultura dando una ventaja significativa a los productores de USA que practican la agricultura intensiva. Apostar por la ganadería intensiva supone no hacerlo por el medioambiente, estresando al animal y esquilmando las tierras. Por no hablar del metano que destruye la capa de ozono. El Parlamento y la Comisión apuestan por una ganadería extensiva que no descuide las zonas de montaña porque estas regiones son necesarias para el mantenimiento de las explotaciones familiares, la subsistencia del empleo y la cohesión social.

Otro desafío consiste en monitorizar adecuadamente los movimientos que se producen en el mercado lácteo. Dentro del Paquete Leche, se creó en 2014 el Observatorio del Mercado de la Leche (Milk Market Observatory, MMO) que depende de la Dirección General de Agricultura dentro de la Comisión Europea. El MMO analiza los productos que más se producen y que más se consumen, así como el flujo comercial que existe entre la UE y otros países del mundo. Analiza los precios y sus tendencias. El desafío consiste en obtener información fiable y transparente que permita adelantarse a los mercados, a sus crisis y a sus tendencias. Hasta el momento ha reflejado con bastante fidelidad lo que está ocurriendo en el mercado lácteo mundial. El desafío es convertirse en el referente mundial de información contrastada con los mercados de la leche y sus derivados.

Otro desafío es el poder de negociación de los productores ante la industria transformadora y la distribución para dar valor a los productos lácteos a lo largo de la cadena en un escenario mucho más orientado hacia el mercado. España ha aprobado la Ley que adopta medidas para el buen funcionamiento de la cadena alimentaria y ha firmado el Acuerdo para la Estabilidad y Sostenibilidad de la Cadena de valor del Sector Lácteo en España. El peligro es que se quede solo en unas buenas intenciones y que no obligue a las partes. El desafío es que se concrete como muestra de la actitud de cambio que tienen todas las partes involucradas.

Otro desafío nos lo encontramos en la madurez de algunos mercados, como es el caso de EEUU y la UE. En estos mercados, los consumidores son cada vez más exigentes. Su poder aumenta y sus decisiones condicionan la oferta y la demanda. En estos mercados, se compite con productos lácteos que tienen un alto valor añadido. El desafío es mantener las ventas en los mercados maduros, porque el consumo per cápita de leche es ya muy alto, sin perder la libertad de competencia.

Otro desafío nos lo encontramos con los instrumentos de gestión del riesgo. El Comité Económico y Social apuesta porque los agricultores cuenten con instrumentos de cobertura sencillos como los contratos de margen fijo. Es un gran desafío porque, indudablemente, los haría más competitivos y más resistentes. Sugiere aprobar medidas para proteger los márgenes de beneficio de los ganaderos de tal manera que se intervenga cuando los alimentos para el ganado suban más que el litro de leche. Esta medida, que se aplica en EEUU a través de su ley agraria, dista mucho de poder ejecutarse en la UE porque supone una línea quebradiza con la actual legislación de competencia y competencia desleal. A día de hoy, estas oscilaciones y volatilidad en los precios de la leche los sufrirá directamente el ganadero. Es un desafío complicado.

Dentro de los desafíos/oportunidades destacamos el asociacionismo bajo el paraguas que más nos convenga: cooperativa, organizaciones de productores, asociaciones de OP o interprofesionales. En la última reforma de la PAC hay una partida presupuestaria destinada al funcionamiento de diferentes sociedades y a la creación de algunas nuevas. Es un desafío porque no acaba de cuajar esta modalidad de asociación entre los agricultores. Habría que preguntar directamente a los ganaderos/agricultores los motivos que tienen para no asociarse. Es un desafío convencer a los ganaderos de las bondades del asociacionismo. Por otro lado, es una oportunidad brillante para subsistir dentro de este escenario más liberalizado y global. Los ganaderos catalanes y vascos están sobrellevando mejor el final de las cuotas lácteas porque están agrupados y defienden mejor sus intereses, porque en estas regiones de España, el cooperativismo supera la media del país.

Como oportunidad se presenta la diversificación al innovar con productos lácteos deportivos o medicinales, productos de nutrición para lactantes a base de sueros y otros componentes lácteos. Todos ellos representan una categoría de productos de alto valor añadido en los mercados nacionales e internacionales.

Otro desafío/oportunidad es el crecimiento de la demanda de leche que está siendo de un 2% anual y se prevé que será así hasta 2023. ¿Vamos a poder dar respuesta a esta demanda? La producción de leche está siendo de un 0,5% y el consumo de un 2%. Es un desafío aumentar la producción para alcanzar ese 2%. Este dato demuestra que, aunque en Europa se produce más de lo que se consume internamente, si saliéramos adecuadamente a los mercados internacionales, habría consumidores para esos productos lácteos que aquí nadie quiere. El problema radica en la disponibilidad geográfica. Ocurre lo mismo con los alimentos. El planeta produce alimentos suficientes para alimentar a toda la población, entonces por qué hay personas que se mueren de hambre. La respuesta se debe a la mala distribución geográfica de los mismos. El desafío es aumentar tanto la producción sin haber localizado adecuadamente esos nichos de mercado. Y la oportunidad es precisamente el crecimiento que supondría encontrarlos.

Una gran oportunidad se presenta a través de la internacionalización. El sector lácteo representa el 15% de la producción agrícola total de la UE y la previsión es que los próximos años aumente. Los hábitos de consumo de la población mundial están cambiando, se están occidentalizando, el poder adquisitivo está aumentando y eso favorece el consumo de proteínas, entre las que incluimos las de la leche. Hay países, no productores de leche o con una producción inferior a su consumo interno, que son los principales destinos de las producciones lecheras de la UE. China, Rusia, India, Oriente Medio y África se están convirtiendo en los principales importadores de nuestra producción lechera.

Una ventaja de la liberalización del mercado lácteo es que se podrá producir más y, por lo tanto, se podrá exportar a unos mercados emergentes con un potencial de crecimiento enorme. La internacionalización de las nuevas producciones lecheras es fundamental, y necesaria, para estabilizar el mercado europeo de leche y mantener sus precios sin provocar un desplome de los mismos. Rabobank ha confirmado que para la recuperación de los precios de los lácteos habrá que esperar a mediados de 2016. El interrogante es qué porcentaje de producción lechera podrán asumir estos nuevos países consumidores y cómo evolucionará el consumo con el tiempo. La demanda en el mercado mundial de productos lácteos será superior a la oferta. La producción de leche habría que planificarla siguiendo una estrategia seria, sostenible y realista.

Otra oportunidad la encontramos en la promoción del consumo de productos lácteos en nuevos espacios y entornos. Eso hará que aumente el consumo de los mismos. Las instituciones comunitarias fomentan el consumo de productos lácteos en la UE. Deben fomentarlo también fuera de la UE. La actual crisis de refugiados es una buena oportunidad para ofrecer nuestra leche para la alimentación de los desplazados. Hay que prorrogar el Programa de Leche en las escuelas y hacerlo extensivo a más centros educativos, a hospitales y a otros lugares como asilos, orfanatos y guarderías. Se debe colaborar con otras organizaciones humanitarias para alimentar a otras personas que sufren malnutrición. Recientemente, una empresa de ganaderos de Zamora ha firmado un acuerdo para proveer de leche a las fuerzas armadas españolas en sus misiones humanitarias en el extranjero. La oportunidad está en diversificar.

Otra oportunidad se presenta a través de campañas de sensibilización que promuevan el consumo responsable, el comercio justo y los hábitos saludables destacando las ventajas para la salud que tiene el consumo de leche. La UE debería participar de la publicidad internacional de sus productos lácteos y diseñar una estrategia empresarial como ya hacen EEUU y Nueva Zelanda. La Comisión Europea acaba de aprobar el programa de trabajo de promoción alimentaria para 2016 y el sector lácteo podría beneficiarse de él a través de algunas iniciativas en los mercados nacionales y en terceros países.

Cayetana SANTAOLALLA MONTOYA
Cayetana Santaolalla Montoya es Licenciada en Derecho (UNAV) y Master en Estudios Internacionales (UPV/EHU). Actualmente trabaja como Consultora en Comercio Internacional y es investigadora en Derecho Internacional Privado.


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