La salida de corderos hacia los países del norte de África, especialmente hacia Libia, ha servido en los dos últimos años para aligerar la situación del mercado de corderos cebados, que tiene en estos meses de primavera su punto álgido de producción, por la propia estacionalidad reproductiva de la especie. Alrededor de 1 millón de animales de este tipo se estima que han salido tanto en 2014 como en 2015 hacia esos mercados de forma regular y estable durante todo el año, en barcos que trasladan al otro lado delMediterráneo alrededor de 20.000 corderos por viaje.
Este año, sin embargo, se asegura en el boletín semanal de la Junta de Andalucía las operaciones siguen un ritmo lento e irregular desde hace dos meses por razones fundamentalmente geopolíticas, lo que ha hecho que a estas alturas del año, según estimaciones del propio sector, hayan salido unos 70.000-80.000 corderos menos en este primer trimestre, y empresas que nunca habían tenido problemas para dar salida a sus animales cuando alcanzan el peso óptimo, empiezan a tener partidas retenidas que se pasan de peso y se convierten en un problema que se agrava cada día.
El atasco ha empezado a notarse sobre todo a finales de marzo, después de la Semana Santa, cuando el repunte de consumo interno que habitualmente acompaña a esas fechas empezó a descender. Los animales llevan días amontonándose en muchos cebaderos y siguen cogiendo peso, superando la barrera de los 25-30 kilos (según zonas), que empieza a poner nerviosos a los responsables de los centros, que ven con urgencia la necesidad de deshacerse de ellos. A partir de ahí, la eficiencia en la transformación se reduce, los problemas de hacinamiento crecen y la llegada de los primeros calores hacen que los riesgos sanitarios se multipliquen, con el peligro de que puedan surgir o incrementarse la incidencia de enfermedades, especialmente respiratorios, que agraven la situación de pérdidas.
Los precios del cordero vivo cebado han caído en la mayoría de los casos por debajo de la barrera de los 60 euros por unidad, que supone 10-12 euros menos que el precio del año pasado por estas mismas fechas. Y existe unapreocupación creciente porque no se ve en el horizonte ninguna perspectiva que permita augurar un cambio de la situación, lo que hace que muchos productores empiecen a temerse que los bajos precios sean la tónica general hasta finales del verano.
En las principales lonjas donde cotiza el ovino, en la semana que ahora termina el precio medio de cotización para los animales de 20 a 25 kilos está alrededor de un 18% más bajo que el año pasado por las mismas fechas, cotizando alrededor de los 2,4-2,5 euros/kilo.
