Orujos Panizo: «Se lo debemos todo al restaurador y al chupito de sobremesa»

Agronews Castilla y León

2 de noviembre de 2017

Antes era común que cada pueblo tuviera, al menos, una caldera para destilar aguardiente. Producto que se vendía a granel, en garrafas, y que hacía las delicias de quien hoy son nuestros abuelos. En la actualidad las cosas son diferentes.

En poco menos de un mes de nuevo comenzará la temporada alta de producción y comercialización de este producto debido a la campaña navideña en Orujos Panizo, empresa zamorana que inició su actividad en 1938 en la localidad de Camarzana de Tera: “Era nuestro abuelo el que tenía esa caldera pero en los años 80 se obligó por medidas sanitarias a embotellar el producto y decidimos montar la empresa” cuenta Jerónimo Panizo, uno de los tres hermanos que regentan en la actualidad el negocio.

Hasta los años 90 solo se dedicaron al aguardiente, pero a partir de entonces la venta del producto se extendió a licores y derivados de este tipo. Un destilado de un producto fermentado que esconde detrás siglos de tradición….y, en ocasiones, falsos mitos: “La sabiduría popular a veces ha ido perjudicial” -reconoce- “Los bulos han hecho mucho daño, como que el vino picado servía para hacer aguardiente; por eso, por aquel entonces, se vendían aguardientes muy ácidos”.

EN DOS DATOS

  • Normalmente hay una veintena de trabajadores, aunque en época alta esta cifra asciende a 30.
  • En España se producen poco más de 10 millones de botellas.

La empresa tiene sus puertas abiertas donde numerosas visitas para que la gente coonozca sus instalaciones y conozcan el proceso de destilación del orujo y destilados en general: “Muchos piensan, por ejemplo, que el alcohol de la ginebra sale del enebro y hay que explicarles que no, que puede provenir de cualquier materia prima”. Aún así, reconoce que el boca a boca es la mejor manera de publicitarse y dar a conocer un producto que parece vivir una segunda época dorada.


Y todo a pesar de la cosecha de esta temporada, mermada por la poca uva recogida tras la intensa sequía y las heladas primaverales: “Su residuo, el orujo de la uva , es nuestra materia prima; las bodegas deben entregar el orujo a una destilería autorizada y, en nuestro caso, hemos recogido alrededor de un 20 por ciento menos” avanza. La campaña de destilación se prolonga durante octubre y noviembre.

Las innovaciones

Aún así, Jerónimo reconoce que hasta 1990 el orujo estaba “muerto” pero que la copita “de después” a la que invitan los restauradores ha salvado su sector: “nunca tendremos suficiente agradecimiento para ellos, compraban un producto que regalaban al consumidor”. Así se consiguió introducir de nuevo el gusto y conocimiento por los licores de orujo. Uno de los productos que brilla en la sobremesa es el licor de crema con orujo, un producto que este año se ha alzado con la Medalla de Oro en el International Spirits Selection organizado por el Concurso Mundial de Bruselas. El último lanzamiento de la destilería es una crema de arroz inspirada en el postre tradicional de arroz con leche que presentaron en marzo y que esperan poder posicionar en un mercado cada vez más competitivo.



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