OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2017-2026

Agronews Castilla y León

6 de enero de 2018

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La OCDE y la FAO han publicado recientemente el documento «Perspectivas Agrícolas OCDE‑FAO 2017‑2026″

Documento completo: application pdf 5117054e.pdf

Perspectivas Agrícolas 2017‑2026 es un trabajo en colaboración de la OCDE y la FAO, preparado con la contribución de expertos de los gobiernos de sus países miembros y de organizaciones especializadas en productos básicos. Proporciona una evaluación consensuada de las perspectivas a mediano plazo (10 años) de los mercados de productos agrícolas y pesqueros en los niveles nacional, regional y mundial. La edición de este año contiene un enfoque especial en los sectores agrícola y pesquero del Sudeste Asiático.

El contexto para las Perspectivas de este año es la producción récord y las abundantes existencias de la mayoría de los productos básicos en 2016, manteniendo los precios muy por debajo de los picos experimentados en la última década. Los precios promedio de los cereales, carnes y productos lácteos siguieron bajando, en tanto que las semillas oleaginosas, los aceites vegetales y el azúcar, experimentaron un ligero repunte en 2016.

Durante el periodo de perspectivas, se prevé que el crecimiento de la demanda se desacelerará considerablemente. Las principales fuentes de crecimiento de la última década fueron, en primer lugar, la República Popular China, donde el aumento de la demanda de carne y pescado provocó que el consumo de forraje creciera casi 6% al año, y en segundo lugar, el sector mundial de biocombustibles, que creció casi 8% por año. La reposición de existencias de cereales en 230 millones de toneladas (Mt) durante la última década también aumentó la demanda. No se prevé que estos impulsores recientes apoyen a los mercados de la misma manera en el mediano plazo, y no se prevén otras fuentes que los reemplacen.

Se prevé que el crecimiento de la demanda de casi todos los productos básicos alimentarios incluidos en las Perspectivas, será menor que en la década anterior. A nivel mundial, se prevé que la demanda per cápita de cereales para alimentación será en gran medida estable, y solo se pronostica crecimiento en los países menos adelantados (PMA). Las perspectivas de consumo de carne se consideran limitadas sobre la base de las tendencias recientes en muchos países, donde las preferencias alimentarias, los ba.jos ingresos y la insuficiencia de la oferta limitan el crecimiento del consumo. Se espera que las calorías y proteínas adicionales provengan principalmente del aceite vegetal, el azúcar y los productos lácteos. En general, la “convergencia” hacia las dietas occidentales parece limitada.

Para 2026, se proyecta que la disponibilidad de calorías alcance en promedio 2450 kcal por día en los países menos adelantados y supere 3 000 kcal por día en otros países en desarrollo. Sin embargo, la inseguridad alimentaria seguirá siendo una preocupación mundial decisiva y la coexistencia de la malnutrición en todas sus formas plantea nuevos desafíos en muchos países.

El crecimiento de la demanda de etanol y biodiésel se ha debilitado debido a la baja en los precios de los combustibles fósiles, y a los incentivos de las políticas gubernamentales. Aunque se prevé que los precios de los energéticos aumentarán, la demanda derivada de materias primas para biocombustibles – en especial maíz y caña de azúcar para etanol y aceite vegetal para biodiesel – crecerá con lentitud, excepto en países en desarrollo de gran importancia, en los que el aumento de la demanda se debe a políticas internas más activas.

El crecimiento futuro en la producción de cultivos se alcanzará principalmente mediante el aumento de los rendimientos. Se proyecta que este crecimiento disminuirá ligeramente, pero la producción podría elevarse al cerrar las grandes brechas de rendimiento que aún persisten, sobre todo en África Subsahariana. La superficie mundial cultivada de cereales solo aumentará marginalmente, en tanto que se prevé una nueva expansión de la superficie cultivada de soya para satisfacer la demanda de forraje y aceite vegetal.

El crecimiento de la producción de carne y productos lácteos se obtendrá a partir de rebaños más grandes y un mayor rendimiento por cabeza, y persistirán grandes diferencias en la intensidad de la producción. El crecimiento de la producción avícola representa casi la mitad de la expansión total de la producción de carne durante la década. Se espera que el crecimiento de la producción de leche se acelere en comparación con la década anterior, en particular en India y Pakistán.

La acuicultura es el factor principal del crecimiento del sector pesquero, ya que la producción de peces de captura está determinada por el nivel actual de las poblaciones y se rige por políticas que limitan la sobrepesca. China mantendrá una participación superior a 60% de la producción pesquera mundial. La producción de peces de cultivo es la fuente de proteína con crecimiento más rápido entre los productos básicos incluidos en las Perspectivas.

Se estima que el crecimiento de la agricultura y el comercio de pescado se desacelerarán a la mitad de la tasa de crecimiento de la década anterior. Sin embargo, el comercio representará una proporción aproximadamente constante de la producción del sector durante la próxima década. En general, el comercio agrícola ha demostrado ser más resiliente a las fluctuaciones macroeconómicas que el comercio de otros bienes. Dada la protección relativamente alta observada en el sector agrícola, el crecimiento del comercio agrícola podría ser potenciado por una mayor liberalización del mercado.

Las importaciones de alimentos son cada vez más importantes para la seguridad alimentaria, en particular en África Subsahariana, África del Norte y el Oriente Medio. Para algunos países esto puede reflejar una mayor demanda, pero insuficiencia de recursos naturales para el cultivo de alimentos en el país, en tanto que en otros, puede indicar problemas de desarrollo agrícola que requieren atención.

Se prevé que las exportaciones netas aumentarán en América, Europa del Este y Asia Central, mientras que se espera que las importaciones netas aumenten en otros países asiáticos y africanos. Las exportaciones siguen concentradas en unos pocos países abastecedores, lo que contrasta con las importaciones, ampliamente dispersas. Esto puede implicar una mayor susceptibilidad de los mercados mundiales a los choques de oferta, derivados de factores naturales y políticos, más que a choques de demanda.

Bajo las condiciones fundamentales de oferta y demanda contempladas en las Perspectivas, los precios reales de la mayoría de los productos agrícolas y pesqueros seguirán una tendencia ligeramente decreciente, que en los próximos 10 años los mantendrá por debajo de los picos anteriores. Los precios de los productos agrícolas están sujetos a una considerable volatilidad y pueden mostrar grandes desviaciones de sus tendencias de largo plazo durante un periodo prolongado.

Sudeste Asiático

Bajo las condiciones fundamentales de oferta y demanda contempladas en las Perspectivas, los precios reales de la mayoría de los productos agrícolas y pesqueros seguirán una tendencia ligeramente decreciente, que en los próximos 10 años los mantendrá por debajo de los picos anteriores. Los precios de los productos agrícolas están sujetos a una considerable volatilidad y pueden mostrar grandes desviaciones de sus tendencias de largo plazo durante un periodo prolongado.

Sin embargo, el crecimiento de la agricultura y la pesca en la región ha ejercido una creciente presión sobre los recursos naturales, afectando en particular a los sectores pesquero y del aceite de palma, orientados a la exportación. En las Perspectivas se proyecta que el crecimiento de la producción de aceite de palma se desacelerará en gran medida, ya que los principales países productores se centran en el desarrollo sostenible.

Será necesario mejorar la gestión de los recursos y aumentar la I+D para lograr un crecimiento sostenible de la productividad. Las políticas de apoyo a la producción de arroz también podrían reorientarse para facilitar la diversificación de la agricultura. Dada la sensibilidad de la región al cambio climático, se requiere realizar inversiones para favorecer la adaptación.



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