Ante la detección de este foco han sido aplicadas las medidas previstas en la Directiva 2005/94/EC, entre ellas el sacrificio de todas las aves de la explotación. En el área de restricción de 1 km se han localizado tres explotaciones intensivas de gallinas ponedoras que están siendo examinadas clínicamente y muestreadas.
El origen de la enfermedad es aún desconocido aunque la hipótesis más probable apunta al contacto con aves silvestres.
No hay movimientos de riesgo desde la zona afectada a nuestro país. Se recuerda la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas especialmente aquellas medidas destinadas a evitar el contacto con aves silvestres.