«Ninguna negociación ha sido tan transparente como la del TTIP, al menos desde la parte europea» Tomás García Azcárate

Agronews Castilla y León

12 de mayo de 2016

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El experto en política agraria comunitaria, Tomás García Azcárate, ha respondido, de la mano de Editorial Agrícola, a las preguntas de los internautas en torno al TTIP.

Editorial Agrícola (EA): Antes de entrar en profundidad sobre el presumible acuerdo UE-EEUU, nos gustaría saber: ¿cuán importante es un acuerdo de libre comercio entre ambas potencias? ¿Merece la pena embarcarse en este proyecto de tanto calado?

Tomás García Azcárate (TGA): El mundo está cambiando. El centro del mundo estaba hasta ahora en el medio del océano Atlántico y se está moviendo al océano Pacifico. Ésta es quizás la última oportunidad de que el viejo continente pueda ser elemento decisivo en la fijación de las normas y reglas comerciales mundiales. Por esto un acuerdo TTIP puede ser importante. Pero tiene que ser un buen acuerdo.

EA: Ya entrando en materia, la pregunta es directa. Los sectores agrícola y ganadero, ¿van a ser moneda de cambio?[[{«fid»:»27649″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:800,»width»:600,»style»:»width: 400px; height: 533px; border-width: 6px; border-style: solid; margin: 6px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]

TGA: En todo acuerdo, hay sectores económicos, agrarios e industriales y de servicios, que pueden ganar y otros tenerlos más complicado. El acuerdo, si se firma, tendrá que ser globalmente positivo para ambas partes. En la agricultura, hay sectores que, potencialmente, podrían ser ganadores (se suele citar el vino, el aceite de oliva o las frutas y hortalizas) y otros con más dificultades: Entre ellos, se suele indicar los cereales con patas, esto es, los de la ganadería intensiva. Todo esto son potencialidades. Dependerá del nivel de armonización o convergencia reguladora, de los contingentes arancelarios que se abran y de las condiciones de acceso a dichos contingentes.

EA: Álvaro Areta nos envía esta pregunta a través del correo electrónico editorial@editorialagricola.com «Hola Tomás, ¿en qué medida el acuerdo puede ser beneficioso para sectores con posibles intereses en exportación como las frutas y hortalizas, vino o el aceite de oliva?. Recientemente se han planteado dudas desde voces autorizadas en esta materia, como la asociación europeo del comercio de frutas y hortalizas, como citabas en tu blog la pasada semana, la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (Cecrv) respecto a situación de las figuras de calidad o los exportadores de aceite de oliva, cuando desde otros agentes se auguran grandes beneficios derivados del acuerdo para estos sectores.»

TGA: El diablo está en los detalles. Uno de los problemas con los que nos encontramos, es que hay sobre este tema poco análisis y menos prudencia. Unos nos quieren vender que esto va a ser una maravilla. Otros que va a ser una catástrofe. Todo dependerá de la letra pequeña que no está todavía negociado. ¿Hasta qué grado de convergencia, armonización o reconocimiento mutuo vamos a llegar? Hoy las relaciones son desequilibradas. Es mucho más fácil exportar a Europa que para nosotros exportar a los EE.UU. Por esto potencialmente podríamos ganar más nosotros en estos temas, en particular para estos 3 sectores. Pero todo esto está todavía sin concretar.

EA: Siguiente pregunta: La filtración de uno de los documentos de la ronda negociadora por parte de GreenPeace ha puesto en evidencia que estamos ante un proceso en el que se está ocultando información. ¿Crees que se está haciendo una gestión transparente desde el punto de vista de la comunicación hacia la sociedad?

TGA: La gestión de la comunicación ha sido un desastre desde el principio- Acordaros que el Consejo, o sea los gobiernos (en contra de la opinión de la Comisión), había declarado secreto el Mandato negociador

Cuando se divulgó, se vio que no era nada del otro mundo. Pero el daño ya estaba hecho. A esto se le suma la parafernalia del «cuarto oscuro» donde estaban encerrados los papeles.
Una negociación no puede nunca totalmente pública. Siempre hay zonas reservadas para poder llegar a un acuerdo. Ninguna negociación ha sido tan transparente, al menos desde la parte europea, como lo está siendo ahora esta. Y digo ahora, porque fueron las presiones de la opinión pública las que nos condujeron a la situación actual, que yo creo que es buena.
El documento de Greenpeace revela la posición americana. Esto no lo podía hacer la Comisión sin el acuerdo de los EE.UU: Pero también revela que las posiciones de negociación están todavía muy alejadas.

EA: Transgénicos…hormonas…imposiciones del TTIP o sólo la regularización de una situación de hecho

TGA: Estos son algunos de los temas pendientes más importantes. Hay dos puntos de vista. Desde los consumidores, no se cansan los negociadores europeos de decirnos que no se va a cambiar ninguna de las reglas europeas sobre estos temas. Queda pendiente el saber si cereales con patas producidos con OGM y; hormonas entraran en el mercado europeo y esto depende de las condiciones que se ponga a los contingentes de importación que se abran.

Desde el punto de vista de los productores, es verdad que puede haber diferencias en los costes de producción.

Para mí, su pelea no puede ser transformarse en el caballo de Troya de los que quieren rebajar las reglas europeas, enfrentándose a los consumidores, los clientes, la opinión pública. Debe ser negociar los volúmenes y las condiciones de los contingentes.

EA: Última pregunta: ¿Qué plazos preves para tener una decisión definitiva en torno al #TTIP? ¿Decir que estará listo a fin de año es muy aventurado?

TGA: Esta es una de las cosas incomprehensibles de esta negociación: el intentar convencernos de que un acuerdo es posible a corto plazo.

Los hechos son los siguientes: 2016 es año electoral en los Estados Unidos. Las diferencias entre las partes siendo tan importantes (como ha revelado la filtración de GreenPeace), ningún gobierno americano puede en estos últimos meses cerrar la negociación. En cuanto a Europa, no está el horno para estos bollos. En el 2017 entrará una nueva administración americana. Si miramos el calendario europeo, tampoco es para entusiasmarse: España, Francia, Alemania, el Reino Unido… El acuerdo tiene luego que ser ratificado por el Consejo y el Parlamento Europeo y, me sospecho por los temas cubiertos que desbordan las competencias transferidas a la Unión, los 28 parlamentos nacionales.

Estamos todavía muy lejos de un acuerdo equilibrado y aceptable para todos. Las cosas tienen que madurar. Las cosas de palacio van despacio-



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