La Unión de Productores de Patata del Nordeste de Europa, que agrupa a las asociaciones de Francia, Holanda, Alemania, Bélgica y el Reino Unido, ha asegurado que las primeras muestras tomadas advierte de una caída de los rendimientos de entre el 15 y el 25% en comparación con el promedio de los últimos años como consecuencias de las adversas condiciones climatológicas sufridas
Además, advierte de problemas en la calidad en el producto final.
Según los productores, la sequía extrema y las temperaturas altas récord que se han observado en los principales países productores de Europa son las grandes responsables de esta situación. Así, aseguran que la mitad de la superficie de patata en estos países está siendo constantemente regandas para intentar salvar la campaña, pero recuerdan que muchas administraciones públicas regionales y nacionales ya han marcado medidas para restringir esas labores, llegando en algunas zonas a prohibirlas por completo.
Las primeras muestras en Francia muestran, por ejemplo, como las diferencias entre las parcelas que han podido ser regadas y las que no pueden llegar a ser de 13.000 kilos por hectárea.
Advierten de los posibles incumplimientos de contratos
Como resultado de una mala cosecha esperada están comenzando a conocerse las dificultades que tienen algunos productores para cumplir sus contratos con los compradores. «Aproximadamente el 70% de las patatas de consumo son, de una manera u otra, contratadas para su procesamiento. Muchos productores informan un alto riesgo de no poder suministrar todos sus volúmenes contratados. «
La pregunta es, por lo tanto, cómo reaccionarán los compradores y eventualmente obligarán a los productores a suministrar todos los bienes contratados, en un contexto de altos precios en el mercado abierto. «Las pérdidas financieras podrían ser importantes para los productores, simplemente por la obligación de cumplir sus contratos», afirman en un comunicado de prensa desde la NEPG.
En Bélgica, Francia y Alemania, los sindicatos de agricultores van a iniciar conversaciones con los compradores de patata. También se pide a algunos gobiernos a reconocer una situación de «desastre natural», lo que permitiría a los productores invocar «la fuerza mayor» ante sus clientes, y no ser obligado, en caso necesario, entregar todos volúmenes contratados.
«El NEPG le gustaría estas discusiones e intercambios entre los representantes de los productores y los representantes de los compradores tuvieran un volumen global y no individual entre cada comprador y sus proveedores. «
