No son la “panacea” de la seguridad en el campo, pero los resultados se van dejando notar. Desde octubre de 2013, Castilla y León cuenta con 10 equipos ROCA de lucha contra los robos en el campo (uno por provincia, más uno específico para la zona de Medina del Campo, Valladolid), en este tiempo las estadísticas dicen que los robos han bajado un 22%, lo hicieron sobre todo en el primer año de funcionamiento, un 18% y hasta septiembre de 2015, que es la última estadística hecha pública por la Secretaría de Estado de Seguridad, el descenso ha sido del 4%. Son datos aportados por el responsable de la Oficina periférica de comunicaciones de la Guardia Civil en Castilla y León, Juan Carlos Espinosa, que afirma que “la tendencia es a la baja y que los robos en el campo son una forma delictiva que está siendo contenida”.
Concretamente, en 2014 hubo 1.460 hechos delictivos que supusieron la puesta a disposición judicial de 414 personas, hasta septiembre del año pasado 2015 han sido 252 personas las que han pasado a manos de la justicia, en su mayoría varones y en un 70% de nacionalidad española. El ránking de provincias con más robos no ha cambiado en estos años, lo lidera Valladolid, seguida de León y Salamanca, a la cola se sitúan Soria y Palencia.
Se espera descenso con el nuevo Código Penal
“¿De qué nos sirve denunciar? Luego les cogen y a los dos días están en la calle”, era una de las quejas de muchos agricultores sobre los ladrones y una demanda de las organizaciones agrarias, cambiar el Código Penal para endurecer las penas. Desde julio del año pasado ese cambio ha llegado y se espera que “tenga un efecto importante” en los robos en el medio rural, ya que recoge un catálogo de agravantes para este tipo de hechos aplicable tanto a hurtos como a robos, agravantes como la multireinidencia, la valoración de los daños causados por el robo y también la pertenencia a grupo criminal. En esta modificación, explica Espinosa, el artículo 235.4 dice recoge que cuando se trate de artículos agrícolas o ganaderos, o instrumentos o medios para su obtención, cuando sea en explotaciones y se cause grave perjuicio a las misma, tendrá pena de prisión de uno a tres años. Es decir, no solo se va a cuantificar el coste de lo robado, sino también los daños causados, los costes, el tiempo de reparación y los perjuicios por tener que interrumpir las labores del campo. En definitiva “una agravación importante que esperan que se note a la larga”. Precisamente en muchas ocasiones la pérdida no es tanto lo robado, como el daño causado, por ejemplo, en uno de los robos en una explotación agraria de la Comunidad, el daño causado llegó al medio millón de euros, mientras que lo robado apenas sumaba 2.000 euros.
El material robado es, en primer lugar, el relacionado con equipos de riego, tanto motores como pívots, también aperos de labranza, maquinaria y ganado, sobre todo ovino, en época de Navidad. Por ejemplo, este año en Salamanca, en la operación denominada 'Norit' se recuperaron 60 ovejas y se detuvo al ladrón. Entre otras operaciones destacadas, en Burgos se detuvo a 6 personas con material de riego y en Segovia, en Lastras de Cuéllar, hubo 3 detenidos por robo de tubo de regadío.
Los equipos ROCA también están incidiendo mucho en los puntos de venta del material robado, se están controlando chatarrerías, tiendas de segunda mano y mercadillos en los que se inspecciona no solo posible material robado en el campo, sino también robos de cobre. “Se ha hecho una campaña importante, con muchas inspecciones”, explica Espinosa
