Los obtenedores de semillas critican la prohibición de Fipronil

Agronews Castilla y León

20 de julio de 2013

La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) alerta de la importante pérdida de producción que tendrán que soportar los agricultores españoles tras la prohibición por parte de la Unión Europea del uso del insecticida Fipronil en semillas de maíz y girasol.

Tras la prohibición en abril de este mismo año de tres insecticidas neonicotinoides, ahora se une un veto más a la única alternativa, aseguran desde esta Asociación, que existía en España para el tratamiento de semillas para cultivos, como son maíz y girasol.

Girasol, ejemplo de actividad en plena expansión

En lo que se refiere a la superficie dedicada a la producción de semilla de girasol, ésta se ha visto duplicada durante los últimos 4 años, pasando de 5.600 hectáreas en 2010 a cerca de 11.000 en 2013.

Durante la última campaña se ha comprobado un aumento del 24% en la producción de semilla de girasol en nuestro país, llegando a los 8 millones de kilos de estas semillas. “Se trata de una actividad con alto valor tanto económico como social, puesto que se produce casi un millón de sacos de semillas cada año, de los que el 56% se dedica a exportación”, subraya el Secretario General de ANOVE.

Según datos del MAGRAMA, sólo durante el último año se ha incrementado en un 140% la exportación de semillas certificadas bajo normas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Tratamiento esencial

Mantener la salud de las poblaciones de abejas es un tema de primer orden para todas las empresas de semillas que operan en nuestro país, puesto que son un agente fundamental para la polinización de algunos cultivos. Por este motivo, se apuesta por la utilización de guías de buenas prácticas, cuyo uso en los últimos años ha demostrado que estos riesgos potenciales pueden ser mitigados.

El tratamiento de semillas es un paso esencial para las empresas que conforman ANOVE, resultado imprescindible para completar la resistencia genética de las diferentes variedades comerciales y evitar muchos tratamientos fitosanitarios posteriores durante el crecimiento de las plantas.

La aplicación de fitosanitarios a las semillas son la tecnología más avanzada que existe y, tanto la industria como el sector productor, llevan años aplicando buenas prácticas en su manejo, mejorando año tras año. Este tipo de productos se adhieren a las semillas, reduciendo considerablemente la dosis utilizada y liberada al medio ambiente, que suponen solamente el 5% de las dosis de insecticida en otras aplicaciones al cultivo.



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