El norte de Burgos se comunica con Cantabria a través de cinco pasos de montaña: El Escudo, Los Tornos y los tres puertos pasiegos, Lasía, Lunada y Estacas de Trueba. Los dos primeros están en carreteras nacionales, en la N-623 El Escudo y en la N-629 Los Tornos, mientras que los tres portillos están en vías de carácter local. Cinco pasos de montaña que tienen un encanto especial dado que quien los franquea, deja la meseta para adentrarse en otro paisaje: la montaña cántabra y, un poco más allá (apenas 50 kilómetros), el mar.
Los cinco pasos de montaña son los lugares tradicionales por los que los vecinos de la zona han atravesado las dos comunidades para llegar, unos a la estepa castellana y otros al océano. Alguno de ellos incluso ilustre. En concreto, el emperador Carlos I de España y V de Alemania, en su periplo de Laredo a Yuste, en Extremadura, utilizó el paso de Los Tornos para entrar en Burgos hacia Medina de Pomar.
Y durante muchos años, muchas décadas, el paso natural para acceder a Santander desde Burgos era el puerto de El Escudo, casi siempre nebuloso y peligroso por el tránsito de camiones. Sin embargo, ahora la ruta ha variado y es la autovía de Palencia a Santander, en su incorporación en Aguilar de Campoo, la que más utilizan los burgaleses y foráneos para acceder a Cantabria.
Sin embargo, los que más llaman la atención son los tres portillos pasiegos, Lunada (1.316 metros de altitud sobre el nivel del mar); Lasía (1.246) y Estacas de Trueba (1.166). No son puertos muy altos y la nieve tampoco arrecia como para producir los cierres casi continuos en invierno, pero los grandes desniveles, las numerosas zonas sombrías y los vientos que azotan la zona convierten las carreteras en auténticos neveros que acumulan la nieve en la calzada y que impiden hasta el paso de las quitanieves.
Cabañas pasiegas
A los tres puertos se les apellida ‘pasiegos’ por su paisaje, más allá de su cercanía a los valles del Pas, de Asón y Arredondo, cántabros los tres. Presentan una característica común a ambos lados de la montaña, tanto en Burgos como en Cantabria, las clásicas cabañas pasiegas.
Se trata de construcciones, de planta cuadrada o rectangular, rodeadas de muros de piedra. Son edificios dispersos por el monte a modo de caseríos. En ellas se alojaban (y en muchas de ellas lo siguen haciendo) familias de pastores y el ganado en la época de primavera y verano. La razón es que tras el duro invierno, los pastos en estas épocas del año, están frescos porque rara vez la temperatura va más allá de los 18 o 20 grados en el estío.
Generalmente son propiedad de pequeños ganaderos que se han ganado la vida ‘trashumando’ desde la meseta a la montaña y viceversa. El principal uso de la ganadería está cambiando ya que, al menos desde el lado cántabro, se le quiere dotar de un uso turístico a estas construcciones. Se estima que, sólo en Cantabria, hay más de 10.000 construcciones de este tipo.
Para complementar el turismo invernal, Lunada tiene una pequeña estación de esquí que desde hace unos años se ha intentado revitalizar. Otra curiosidad está a mitad de camino entre el cielo y el suelo. En las cercanías del puerto de Lasía, se encuentra la Estación de Vigilancia Aérea del Estado. Una escuadrilla que vigila los cielos del norte de España con personal militar del Ejército del Aire que vigila que nada ni nadie se cuele en el espacio aéreo del norte peninsular.
Nacedero varios ríos
Estacas de Trueba es la matriz en la que la montaña engendra tres ríos importantes, dos cántabros, el Yera y el Pas, otro burgalés, el Trueba. Y en Lunada, en el lado cántabro, el Asón, con una espectacular cascada que se precipita en un cortado asombroso.
El Trueba, que nace en Estacas, surge del arroyo de la Peñanegra y las aguas que se precipitan en unas pequeñas cascadas entre los cortados calizos de la zona.
El Escudo y Los Tornos
El Escudo, (1.011 metros) y Los Tornos (925) son los dos puertos más al oeste, el primero, y al este, el segundo. Como uno de los pasos más significativos de la meseta al mar. Y por su valor estratégico, en El Escudo se llevaron a cabo importantes acciones militares en la Guerra Civil. En sus proximidades se construyó un cementerio militar con una gran pirámide escalonada en cuyo interior reposan en osarios los cuerpos de los soldados italianos que murieron en la contienda.
Y Los Tornos permite un descenso primero brusco y luego suavizado hasta la vizcaína Lanestrosa y la localidad cántabra de Ramales. Se accede desde Montija, en Burgos, y ya se percibe desde allí el aroma del monte mezclado con la sal del mar.
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