Los biocombustibles se han convertido en el eje central de la última reunión del COPA-COGECA celebrada en Bruselas ayer por la mañana. El principal objetivo en el que han centrado sus argumentos han sido los beneficios que tiene el uso de estos productos a varios niveles, tales como la reducción de gases de efecto invernadero, la mejora en el déficit de proteínas en la alimentación animal, la mejora en la seguridad y la energía o el aumento de puestos de trabajo que supondría el dar luz verde a esta política bioenergética.
Dicha política tiene su primer examen en 2020 aunque, tal y como han expresado esta mañana en la organización europea, el papel que desempeñará el “biofuel” será clave en 2030: “Éstos no solo mejoran el transporte más comprometido con el medioambiente sino que también aumentan los suministros para alimentación animal porque solo se utiliza una fracción de productos como colza o trigo” ha señalado el presidente de Copa-Cogeca, Dietrich Klein.
La libre competencia de los biocombustibles, un objetivo a alcanzar
Es más, Klein ha puesto un ejemplo claro: “Por cada litro de bioetanol producido 1 kg. De proteinas y el 60% de colza se convierte en alimento. Estas son las vías más importantes para producir proteína como alimento”. Por ello han dado una serie de claves y parámetros para conseguir maximizar ese potencial que tendría el uso de estos biocombustibles, entre ellos mejorar el apoyo para la puesta en marcha e investigación en biocombustibles avanzados o una mejor regulación que permita la competencia de éstos en mercados de combustible con incentivos tecnológicos específicos para los biocombustibles avanzados.
Otros de los objetivos resaltados por Copa-Cogeca se centrarán en mejorar las políticas de energía, economía circular o bioeconomía, además de una mejor promoción del calentamiento y enfriamiento por biomasa o conseguir reducir en más del 6% los gases de efecto invernadero en todos los estados miembros europeos en 2020.
