La de este año ha sido una buena cosecha, pero nada más. Al menos, esa es la realidad de la que hablan los agricultores de la provincia, que una vez finalizadas la mayor parte de las labores de recogida del cereal han descartado las previsiones lanzadas inicialmente por la Consejería de Agricultura de la Junta, que hablaba abiertamente de una cosecha “historica”. Lejos de alcanzar esas cotas, la producción en la provincia de Burgos se ha mantenido relativamente estable respecto al año pasado.
Muchas zonas de la provincia han visto mermado su rendimiento respecto a 2015
Así lo confirman los responsables de las organizaciones agrarias, que aseguran que Burgos ha evolucionado al margen del resto de la comunidad, donde sí parece que la cosecha se ha incrementado sensiblemente. En este sentido, añaden, han sido las zonas más occidentales de Castilla y León (Salamanca, Zamora y Ávila) las que mejores registros presentan, mientras que en Burgos, la alegría va por barrios.
De esta forma, aunque la producción total de la provincia podría haber crecido en alrededor de un 10 por ciento respecto a las cifras de 2015, lo cierto es que los resultados obtenidos en cada uno de los territorios son dispares. En diferentes zonas, el rendimiento podría sobrepasar los 4.000 kilos de cereal por hectárea, mientras que otras “más débiles” no alcanzan ni remotamente los 2.000 kilos por hectárea, según afirma Gabriel Delgado, de UPA-COAG. En esos lugares, “muchos agricultores lo tendrán difícil para cubrir costes”, añade.
A este respecto, Delgado también destaca diferencias en torno a la producción de trigo y cebada. No en vano, las siembras de otoño (trigo) “han tirado más”, ya que las lluvias de la temporada fueron muy tardías. Sin embargo, en el caso de la cebada, los cultivos han tenido un peor rendimiento, ya que esas mismas lluvias anegaron muchos campos en primavera, afectando de lleno al crecimiento de los cultivos de ciclo corto.
Precios
Pero al margen del volumen de producción en sí, que todavía está pendiente de conocerse al detalle, por cuanto que aún hay algunos campos esperando la recogida, lo que parece preocupar más este año es el precio del cereal. Y es que, éste arrancó la temporada en mínimos y de momento no ha variado un ápice, lo que dibuja un escenario muy complejo para los agricultores, según aseguran tanto Delgado como Félix Arribas, responsable éste último de UCCL. Ambos insisten, una vez más, en que el precio del cereal continúa estancado, mientras que los costes de producción no dejan de incrementarse.
Por todo ello, y teniendo en cuenta que también el precio de venta de la paja se mantiene bajo mínimos, Delgado se muestra “muy pesimista” a respecto de la rentabilidad de la campaña de cereal de este año. Y eso por no hablar del propio futuro del sector, ya que “la situación no tiene pinta de cambiar” a corto y medio plazo, sino que todo indica que el mercado se seguirá moviendo en las mismas aguas.
