Que el lobo genera debate es una cuestión indiscutible. En los últimos años los ataques al ganado que han sido achacados al lobo en distintos puntos de Castilla y León en los últimos años han generado una tensión entre ganadería y defensa del lobo que, ahora, se intenta apaciguar a través de distintas acciones. Una de ellas ha sido presentada ayer en la sede de las Cortes de Castilla y León, la campaña “Vivir con Lobos” una iniciativa de Ecologistas en Acción con la que se pretende dar una vuelta a esta situación.
Según ha destacado una de las coordinadoras del proyecto, Isabel Díaz “Es compatible la presencia de lobo si se toman las medidas preventivas adecuadas y así lo demuestran tanto los informes de la Comisión Europea como la experiencia de los ganaderos y ganaderas que han participado en el proyecto”. Precisamente uno de ellos ha participado en esta charla celebrada en Valladolid. Leandro Valle, ganadero de las Merindades, ha defendido una actuación “más moderna” por parte de la administración autonómica y que se tomen unas medidas como el manejo adaptado a la presencia de cánidos o la presencia de mastines en las explotaciones ganaderas.
Valle considera que el siglo XXI trae un nuevo concepto de agricultura: “Es fundamental profesionalizar el sector. En esta zona estamos acostumbrados a la presencia del lobo y los pastores del siglo XXI tenemos que actuar de otra manera. Los ganaderos de Castilla y león deberíamos empezar a trabajar con el lobo a nuestro favor”.
Por su parte Carolina MArtín, de Ecologistas en Acción asegura que los lobos están siendo “perseguidos» por las administraciones y cree que son quienes deben velar por el mantenimiento de la población. Martín va más allá y considera que están “siendo matados a través de la caza legal y del furtivismo” existente en la comunidad.
Participación de 60 ganaderos en el proyecto
El documento que refleja las medidas de “coexistencia” entre lobos y ganados propone también que en zonas de expansión de la especie, como el sur del Duero, se trabaje para la prevención de daños de manera anticipada, de forma que se los profesionales del sector estén preparados y tengan tiempo de adaptar su manejo.
Otra de las medidas propuestas es que las indemnizaciones sean justas en tiempo y forma y estén condicionadas a la adopción de medidas preventivas. Además se considera fundamental el fomento de canales cortos de comercialización, el desarrollo de una Ley de ganadería extensiva -adaptada a las pequeñas explotaciones y a un manejo sostenible- y la necesidad de fomentar el conocimiento y la empatía con los profesionales de la ganadería extensiva, que tienen un papel fundamental en la coexistencia con grandes carnívoros.
