Laura Hernández, cunicultora: «Gracias a Hermi puedo pagar la hipoteca de mi casa»

Agronews Castilla y León

28 de julio de 2016

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Toda versión tiene dos caras. La de la cunicultura también. Si bien desde Agronews se han conocido todas las posturas sobre este asunto conociendo la opinión de Hermi, de organizaciones agrarias y de los cunicultores que ayer se manifestaron a las puertas del matadero vallisoletano, hoy conocemos la versión del otro lado de la verja. La de aquellos trabajadores del sector que ayer se enfundaron en la camiseta “Yo soy Hermi” para defender su postura favorable a la empresa.

La historia de Laura

Y sin obligaciones. Sin amenazas. Así al menos ha querido dejarlo claro Laura Hernández cunicultora que lleva dos años en el sistema de integración y que asegura a este medio que en ningún momento ha sentido la presión para defender a Hermi. Es más, en su caso la empresa le ha salvado de una complicada situación: “Mi marido llevaba 5 años en el paro yo con lo que aportaba apenas podíamos subsistir y buscamos algo con lo que poder salir adelante” relata. Así empezaron a explorar vías de trabajo en Fuentesauco -donde residen- hasta que llegó la definitiva.

«La integración nos da la tranquilidad de saber que comeremos ese mes»

Hermi les ofreció la cunicultura a través del método de integración y, a pesar del riesgo inicial que supone la inversión, dice que este método no solo les ha permitido salir a la superficie tras el ahogo económico que padecían sino que en la actualidad tienen a una persona a mayores trabajando en sus instalaciones con un contrato de integración: “Sé de más gente que tenía 800 madres desde hace décadas y ha duplicado su nave. Pueden que ganemos menos en momentos puntuales pero tenemos la tranquilidad de saber que vamos a poder comer ese mes”.

Laura es consciente de que quienes van por libre no lo están pasando bien, de que la racha es complicada en la actualidad en una carne poco consumida, pero asegura que ayer le hubiera gustado hablar de forma pausada “sin gritos ni insultos” con algunos de los manifestantes para explicarle su situación: “Somos cunicultores también, hasta donde yo sé quienes protestaban ayer no venden a Hermi sino a otros mataderos” puntualiza.

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«Los que estábamos del otro lado de la valla no somos culpables, somos cunicultores también»

Laura tiene 1750 madres dentro de su explotación y sabe que la integración es aquello que no lo va a poder poner en riesgo su millonaria inversión en la que está hipotecada. Y lo tiene claro: “Cuanto más produzco más gano porque tengo un precio cerrado. Yo cobro de lo que yo trabajo no como ayer escuché a alguien asegurando que de lo que les robaban a ellos nos pagaban a nosotros. Los que estamos del otro lado de la valla no somos los culpables”. Aún así entiende que el matadero es una empresa privada, que tiene sus propios intereses pero también comprende a quienes están en contra y tienen sus razones.

El futuro, ¿la integración?

Asegura que gracias a la unidad de las aproximadamente 50 granjas de jóvenes -y no tan jóvenes- emprendedores de cunicultura que están en Hermi se han conseguido mejores contratos con proveedores de jaulas o silos y confía en esta solución como la alternativa para el futuro del sector: “Para nosotros, la unión hace la fuerza y sin su apoyo yo tendría que estar viviendo con mi madre y no sé qué porvenir lo hubiera dado a mi hija. Ahora tengo tranquilidad” concluye.



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