Las Cooperativas Hortofrutícolas europeas piden a la Comisión y al Parlamento Europeo mayor implicación en la apertura de nuevos mercados para la exportación

Agronews Castilla y León

29 de noviembre de 2016

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Los representantes de las organizaciones cooperativas de los principales países exportadores de la UE, (Italia, Francia, Holanda, Bélgica, Polonia y España), intercambiaron información sobre la experiencia exportadora de sus empresas, basada en procesos de integración y de internacionalización, e identificaron las oportunidades en los mercados extracomunitarios y los retos a los que se enfrentan.

Del análisis de la situación de estos cinco países se desprendieron conclusiones comunes, como el dinamismo del colectivo de cooperativas hortofrutícolas y su capacidad de reacción ante las adversidades de los últimos años, (Veto Ruso, estancamiento del consumo y crisis en el mercado interior, importaciones masivas desde terceros países…), que ha hecho posible que las exportaciones extracomunitarias no hayan dejado de crecer en la última década, hasta duplicarse.

Pero ese crecimiento no se está produciendo a un ritmo aún satisfactorio. En ese sentido, destacaron la proporción relativamente baja de los envíos desde Europa a terceros países, que solo suman 6 millones de toneladas, menos del 8% de la producción total europea, y concentrados en gran medida en Rusia hasta 2014.

En relación con el cierre de este mercado desde hace dos años, las cooperativas señalaron que este destino no es sustituible, tanto por su cercanía como por su población, y que ha afectado gravemente al equilibrio del mercado comunitario para varias producciones. Por ello solicitaron a las instituciones comunitarias que continúen esforzándose para reabrir este mercado y que los apoyos al sector por la vía de “medidas excepcionales” continúen después de 2017.

Por otra parte, los representantes coincidieron en señalar, al igual que las administraciones competentes, la internacionalización y la diversificación de las exportaciones como la vía para el reequilibrio del mercado comunitario. Efectivamente, hay un gran potencial en el mercado de terceros países para las frutas y hortalizas ya que son competitivas, y además en esos países se concentra el 95% de la población con una demanda creciente y un poder adquisitivo en auge. Sin embargo, para aprovechar ese potencial, las cooperativas identificaron, como principal dificultad, una que no depende de ellas: las barreras fitosanitarias que se levantan en muchos de los países.

Así, frente a los representantes del Parlamento Europeo y la Comisión señalaron la falta de equilibrio de la política comercial de la UE. Por una parte la UE negocia “de una mano” la apertura del mercado comunitario a la importación de frutas y hortalizas -sector que es a menudo el pagano de los acuerdos comerciales liderados por la UE- pero, por la otra, no actúa con la misma diligencia cuando se trata de abrir los mercados de terceros países que imponen condiciones fitosanitarias a las exportaciones de frutas y hortalizas comunitarias.

Así, manifestaron los problemas que tienen las administraciones nacionales para lograr la apertura de nuevos mercados, producto a producto, país a país, negociando bilateralmente y desde una posición de inferioridad. En los casos en los que estos procesos, que puede durar varios años o incluso décadas, se culminan con la firma de “Protocolos Fitosanitarios”, la aplicación de los mismos conlleva un incremento de costes, burocracia, frecuentemente condiciones arbitrarias y sin base científica, y el encorsetamiento de las empresas. En definitiva, esta mecánica de negociación limita el aprovechamiento del potencial de nuevos mercados, cuando no, directamente levantan una barrera infranqueable.

Esta falta de reciprocidad de las relaciones comerciales de la UE con el resto del mundo, fue especialmente criticada en los casos en los que la negociación se produce con países que se benefician de Acuerdos de Libre Comercio suscritos con la UE (como Méjico o Corea del Sur) y/o países que exportan habitualmente y en grandes cantidades a la UE, a cualquier punto de la UE, sin más que cumplir con una normativa comunitaria.

Las cooperativas reconocen los esfuerzos recientes de la Comisión para paliar el cierre del mercado ruso, pero han reclamado una mayor implicación política en la apertura de mercados de terceros país para la exportación de frutas y hortalizas. Para ello, Cooperativas Agro-alimentarias de España insistió particularmente, en que la UE tenga mayores competencias para negociar ella misma, y para todas las producciones UE, las condiciones fitosanitarias de exportación, mediante la creación de una “Entidad Única”. Asimismo, destacó que se debe debatir en el seno de la OMC la imposición de Protocolos Fitosanitarios desproporcionados, desarmonizados y no justificados por evidencias científicas y condicionar la firma de los Acuerdos de Libre Comercio por parte de la EU a la ausencia de barreras fitosanitarias. Este último planteamiento se ilustró con el caso práctico de la exportación de caqui o de kiwi, a Canadá, exponiendo que en el mismo momento en que la UE estaba cerrando este otoño el Acuerdo con dicho país, el sector español y el italiano se tuvieron que enfrentar a nuevas condiciones fitosanitarias desproporcionadas y costosas, que podrían mermar seriamente su entrada en este mercado, de gran potencial.

La producción de frutas y hortalizas de los seis países reunidos, Países Bajos, Bélgica, Polonia, Francia, Italia y España, alcanza los 52 millones de toneladas, y sus exportaciones 4 millones de toneladas, de las que 870.000 corresponden a España.



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