«Las 20.000 vacas del IBEX» Aurelio Pérez, UPA – COAG

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Un proyecto para la construcción de una granja con veinte mil vacas de leche va tomando forma y cada día que pasa es más una realidad. Una empresa navarra [[{«fid»:»26431″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:506,»width»:415,»style»:»width: 200px; height: 244px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: right;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]pretende implantar un proyecto empresarial en Almazán (Soria): una macrogranja con veinte mil vacas que producirán 240.000 toneladas de leche al año, cifra que equivale al 28% de la producción total de Castilla y León, 840.000 toneladas, que son producidas por 1.400 ganaderos, agrupados en 19 cooperativas.

Si nuestros políticos consienten que se lleve a cabo este proyecto, tendrá consecuencias terribles para más de seiscientas explotaciones de Castilla y León que tendrán que cerrar.

El gobierno de Navarra con el apoyo de Podemos, el Ayuntamiento de Almazan gobernado por un acuerdo de legislatura entre Ciudadanos y PP, la Diputación de Soria la dirige un socialista… todos están encantados con proyectos como éste. Los mismos que el día siete acordaron una moción conjunta de respaldo a los acuerdos de la Mesa de la Leche. Nos dijeron que estaban con los ganaderos pero ¿nos dijeron la verdad?; si estuvieran con las familias, si estuvieran con los ganaderos, levantarían la voz. No lo harán, hoy es más rentable estar en la indefinición política que en la defensa de un modelo de producción agraria, sostenible y asentado en medio rural.

En el modelo social de agricultura que defiende la Alianza UPA-COAG no caben proyectos de esta envergadura que destruyen empleo, riqueza y calidad de vida en el medio rural. Una explotación ganadera de veinte mil vacas, es el claro ejemplo del modelo empresarial, economicista y neoliberal que defienden otros, los que vieron en la desaparición de las cuotas lácteas una gran oportunidad.

El sector lácteo de Castilla y León debe reflexionar, en unidad, y tiene dos opciones: o camina hacia no se sabe dónde para perpetuar el “acuerdo de las corbatas” o da un cambio radical y apuesta claramente por el modelo social agrario, un sistema de producción que tenga como principal objetivo la defensa de la persona, el ganadero frente a las sociedades de producción, el desarrollo social y económico del medio rural frente a los beneficios de los inversores del Ibex.

Desde la Alianza UPA-COAG consideramos un despropósito este proyecto y demandamos de las administraciones de Castilla y León que intervengan para que no se lleve a efecto, ni aquí ni en ninguna parte de España. Si se produjera lo contrario sería un escándalo y la muerte anunciada para uno de cada tres ganaderos de Castilla y León. Recordemos cómo el gobierno francés, presionado por el sector lácteo, no permitió la construcción de una granja de mil vacas.

Las diez propuestas de la Alianza para el sector lácteo están ahora más vigentes que nunca. Entre ellas, destaco tres: la creación de un grupo permanente de trabajo del sector productor en el marco de Urcacyl para abordar la problemática del sector. El desarrollo de una campaña de sensibilización, durante los próximos tres meses, dirigida a la sociedad para que apueste por el consumo de productos de nuestra tierra a cambio de que los ganaderos cedamos gratuitamente el 1% de la producción de leche para que la industria la entregue de manera igualmente gratuita a los bancos de alimentos de la Comunidad. Y la búsqueda de fórmulas de comercialización que permitan concentrar la oferta, organizar la producción y estructurar el sector para reducir el diferencial de precios entre ganaderos. No podrá haber unidad en el sector mientras exista, como en la actualidad, una diferencia que oscile entre ocho y diez céntimos entre el precio que perciben unos ganaderos y otros.

Por Aurelio Pérez Sánchez Coordinador de la Alianza UPA-COAG


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