La Universidad de León investiga cómo controlar,de manera natural, la yesca en el viñedo

Agronews Castilla y León

1 de julio de 2016

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Bajo el título 'Control biológico de las enfermedades de madera de vid: un reto en la sostenibilidad del sector vitivinícola de Castilla y León’, un equipo de la Escuela Superior y Técnica de Ingeniería Agraria (ESTIA) de la Universidad de León liderado por Pedro Antonio Casquero ha conseguido ser uno de los tres seleccionados en la convocatoria 2015 del Premio de Investigación del Consejo Económico y Social de Castilla y León y de las universidades públicas de León, Burgos y Valladolid, que integran el Campus de Excelencia Internacional – Triangular E3.

Según explica Casquero, se trata de “usar hongos naturales que hay en las cepas de Castilla y León para controlar hongos patógenos que afectan de vid”, concretamente los conocidos como ‘la yesca’, que causan importantes daños en el rendimiento de la plantas. Los ‘hongos buenos’ son del género trichoderma, “viven con las plantas y combaten naturalmente a los hongos malos”. El equipo investigador, formado por 17 personas, ha observado cómo algunas cepas viejas superaban los ataques de yesca y se recuperaban sin tratamiento, es decir, explica Casquero, que “en la naturaleza hay una lucha entre hongos buenos y malos, unos que trabajan con la planta y favorecen el crecimiento y otros que favorecen la enfermedad”. Después, en el laboratorio se separó a ambos.

En el futuro, lo que hoy es una investigación se puede traducir en tratamientos para las vides basados en trichoderma que permitirán a las plantas no solo combatir la ‘yesca’, sino también favorecer la absorción de nutrientes y el crecimiento de las plantas. Estos ‘hongos buenos’ tienen, además, otro efecto, “vacunan a la planta, de manera que cuando llega un hongo patógeno, la planta está alerta y prevenida”. Un mundo “apasionante el de la lucha biológica”, resume Casquero.

Actualmente la yesca no tiene tratamiento efectivo, se trata de una enfermedad que afecta al sistema vascular de la planta y los fungicidas sistémicos son “poco eficaces”, a eso se añade que muchos de ellos han sido prohibidos por la Unión Europea. Para el investigador de la ULE, la “única manera eficaz a largo plazo de combatirla es aplicando un ser vivo que sea capaz de instalarse en la planta y que no haya que aplicarlo todos los años, sino que él solo establezca una lucha con los hongos patógenos”.

En el mercado en tres o cuatro años

Los productos a base de trichoderma comienzan a llegar al mercado, pero aún están lejos de generalizarse, el líder de este grupo de investigadores de la ULE no duda que en los próximos 10 o 15 años, “se sustituirán los insecticidas de síntesis actuales, por fungicidas biológicos a base de microorganismos”. En el caso de la investigación relativa a la vid, confía en que en tres o cuatro años, ya se pueda utilizar por parte de los viticultores, siempre y cuando, “llegue la financiación adecuada”.

El fallo del premio, a final de año

Los tres equipos disponen ahora de un plazo de seis meses para desarrollar sus proyectos y hacer una presentación final de los trabajos, que les permitirán acceder al premio de 15.000 euros, o los dos accésits de 3.000.

La convocatoria estaba dirigida a investigadores y miembros de la comunidad universitaria, que presentasen un trabajo inédito y de carácter innovador en los ámbitos económico, social o laboral, que resaltase de forma su especial su incidencia con la comunidad de Castilla y León.



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