El índice de precios de los alimentos de la FAO* se situó en noviembre de 2015 en un promedio de 156,7 puntos, esto es, 2,6 puntos (o un 1,6 %) por debajo de su valor revisado de octubre. Con excepción de los precios del azúcar, que aumentaron por tercer mes consecutivo, los precios de los demás productos básicos que componen el índice de precios de los alimentos de la FAO disminuyeron bajo la presión de un dólar fuerte y suministros en general abundantes. En comparación con noviembre de 2014, el índice de precios de los alimentos de la FAO mostró una reducción del 18 %, siendo los valores de la carne los que registraron la caída más acusada, de un 23 %, seguidos por los de los cereales y los aceites, que descendieron en ambos casos un 16 %, los de los productos lácteos, con un 15 % menos, y, por último, los del azúcar, que , pese a los aumentos recientes, registraron un descenso del 10 % en términos interanuales.
El índice de precios de los cereales de la FAO registró un promedio de 153,7 puntos en noviembre, esto es, 3,7 puntos (o un 2,3 %) menos que en octubre y el nivel mínimo alcanzado desde junio de 2010. Los precios de los cereales secundarios fueron los que más disminuyeron, debido a condiciones en general favorables para las cosechas y la confirmación de abundantes suministros en los Estados Unidos, el productor y exportador de maíz más importante del mundo. Las cotizaciones del trigo también se redujeron, principalmente a causa de la gran oferta a nivel mundial y la escasa demanda internacional. Del mismo modo, a pesar de una reducción de la oferta, el subíndice de los precios del arroz siguió bajando por la caída de las cotizaciones de las variedades aromática y Japónica.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en un promedio de 137,8 puntos en noviembre, es decir, 4,4 puntos (o un 3,1 %) menos que en octubre, reanudando su tendencia descendente tras un breve aumento. Si bien la caída del índice se debió principalmente a una mayor debilidad de los precios de los aceites de palma y soja, también contribuyó la disminución de los precios energéticos. Las cotizaciones internacionales del aceite de palma se redujeron debido al escaso dinamismo de la demanda mundial de importaciones en combinación con una producción mayor de lo previsto en el sudeste de Asia. En lo que respecta al aceite de soja, los precios sufrieron una caída en respuesta a las revisiones al alza de las perspectivas sobre la producción de soja en los Estados Unidos y la mejora de las condiciones de plantación en América del Sur.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró en noviembre un promedio de 151,1 puntos, esto es, 4,6 puntos (o un 2,9 %) menos que en octubre. Tras los aumentos de septiembre y octubre, el escaso interés de los compradores dio como resultado un descenso de los precios el mes pasado, señal de que los principales importadores han acumulado existencias suficientes para cubrir sus necesidades inmediatas. Las cotizaciones de la manteca y la leche en polvo disminuyeron, mientras que las del queso no registraron variaciones. Se prevé un descenso de la producción de leche en Oceanía en la actual campaña lechera, mientras que la producción en la Unión Europea es similar a la del año pasado.
El índice de precios de la carne de la FAO* se situó en un promedio de 158,6 puntos en noviembre, es decir, 2,6 puntos (o un 1,6 %) por debajo de su valor revisado de octubre. El valor de octubre se redujo tras la publicación de los precios finales de las exportaciones de carne de bovino de Australia y del Brasil, más bajos de lo previsto anteriormente. Con la excepción de la carne de ovino, cuyos precios aumentaron debido a la limitada oferta, las cotizaciones de las demás categorías de carne descendieron en noviembre. En el caso de la carne de cerdo, el debilitamiento fue reflejo de una oferta excesiva dentro de la Unión Europea, que causó la disminución de los precios internos y para la exportación. En el caso de la carne de bovino, la caída se debió principalmente a una reducción de la demanda de importación en los Estados Unidos, que dio lugar a que se intensificara la competencia por la cuota de mercado en otros lugares.
El índice de precios del azúcar de la FAO registró un promedio de 206,5 puntos en noviembre, esto es, 9,1 puntos (o un 4,6 %) más que en octubre y el máximo nivel alcanzado desde febrero de 2015. Este incremento obedeció a la preocupación constante respecto de la demora en las cosechas a causa de las excesivas precipitaciones registradas en las regiones productoras del centro-sur del Brasil. Además, las noticias de daños provocados por condiciones meteorológicas adversas en otros de los principales países productores de azúcar (a saber, la India, Sudáfrica, Tailandia y Viet Nam) siguieron respaldando al mercado
